Opinión

18 A: la Biblia y el calefón

Ha coincidido mi estadía en Buenos Aires con varios hechos trascendentes en el vecino país. Uno de ellos ha sido la convocatoria, a través de las redes sociales, por supuesto encubierta, ya que está impulsada por la oposición, a manifestarse el 18 de Abril, contra algunas medidas a tomar por el Gobierno de Cristina. Y otro las denuncias de Lanata (transformado en vocero del Grupo Clarín y trabajando en Canal 13, propiedad de ese grupo) en su programa dominical, sobre lavado de dinero en ese país, involucrando a amigos de los Kichner y también al propio fallecido Néstor.

Luego de ello se suscitaron dimes y diretes de los personajes supuestamente denunciantes involucrados, llegando a la frivolidad el tema. Inclusive desdiciéndose de lo que le habían manifestado al periodista, en notas exhibidas en el programa.

Esta acción del periodista showman coincidió previamente al día 18, lo que permitió fogonear para que creciera la adhesión a la convocatoria en las principales ciudades de Argentina. La concurrencia fue masiva, sin actos de violencia física como en otras oportunidades, también sin custodia policial en todas. Pero sí hubo violencia verbal y escrita que se manifestó en carteles como: Andate con Chávez; Apoyamos a Caprile; Basta de corrupción; No a la reforma judicial. Este último tema es el que está sonando fuerte, como fue el cepo al dólar en otro momento.

Solamente un grupo intentó ingresar a la fuerza al edificio del Parlamento en Buenos Aires, que estaba cerrado y vallado, lo que fue impedido, como un contrasentido, por un activista del PRO (Macri), quien fue golpeado y corrido del lugar pensando que era del grupo juvenil La Cámpora, que adhiere a Cristina.

A su vez en Venezuela, tras el triunfo ajustado en las elecciones de Maduro, el opositor Capriles llamó a salir a las calles no aceptando el resultado, y lo que consiguió fue que fallecieran 9 personas, a causa de ataques de grupos antichavistas que perpetraron hechos violentos en todo el país.

La diputada Elisa Carrió, tenaz opositora de los K, llamó a rodear el miércoles 24 el Parlamento, para impedir se trate el proyecto de Ley sobre la reforma a la Justicia promovida por CFK. Inclusive se instaló una carpa frente al Congreso para asesorar sobre esa reforma, con la consigna: No al manotazo de la justicia. Defendamos la República y la Constitución, promovida por varios sectores como la UCR, el PRO, Peronismo disidente, GEN, Unión por Todos y Coalición Cívica, entre otros.

La diversidad notoria de las proclamas de los participantes, permite pensar que la convocatoria no es clara en sus reclamos y ellas no son convocadas por ningún sector político aparente, pero sí aparecen participando dirigentes de un extremo al otro del arco político. Lo que realmente descoloca de esa conjunción, ya que en otras actividades cotidianas no lo hacen, es la presencia de sectores de izquierda. Por ello el título de esta nota.

Lo sugestivo de esta situación, en la cual participan ciudadanos en número elevado, no ha sido ni es capitalizado por ningún sector ni partido político. Parecería que no les interesa, y que su único afán es denostar a Cristina y si es posible torcerle el brazo.

La situación coyuntural de estas latitudes debe ser preservada, ahora reforzada con una elección democrática en Paraguay, por ello no deben olvidar estos grupos opositores que movimientos de este tipo fomentando efervescencia, han volteado gobiernos y los resultados fueron infaustos para todos.

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