Opinión

¿A quién va a votar…?

El otro día publicamos la encuesta de Factum que mide a los partidos entre sí y a la interna en cada uno de ellos. Hay un aspecto que no es nuevo pero sobre el que es interesante reflexionar. Las elecciones internas no son obligatorias para la ciudadanía, por lo cual la medición entre partidos no cuenta a los efectos de establecer un panorama para las nacionales.

Sirven para elegir el candidato de cada partido. Por lo que aquellos ciudadanos en cuyo partido no haya competencia o la diferencia sea tan grande que no invita a votar, es probable que les interese incidir con su voto en la interna de otro partido. No está bien, pero puede suceder. Es muy probable que en otras internas haya pasado, no hay cómo saberlo.

Para estas internas el panorama parece bastante claro en cada partido. Tabaré será seguramente el único candidato del FA, Larrañaga y Lacalle pelearán en el Partido Nacional y Bordaberry parece claro ganador en el Colorado. Aunque al día de hoy las diferencias entre Larrañaga y Lacalle Pou parecen importantes, todavía falta mucho. ¿Podrían volcarse algunos ciudadanos frenteamplistas o colorados a incidir dentro de la interna blanca? Imposible saberlo, aunque no se podría descartar. Y si así fuera, ¿lo harían para favorecer a quien más le simpatiza o para apoyar a quien le parece más fácil de vencer por su partido en las nacionales? ¿Y ante tales posibilidades, qué harían los candidatos para ganar esos votos extrapartido?

Tampoco terminaría con este problema que las internas fuesen obligatorias, porque el voto es secreto y nadie está obligado a votar al mismo partido en las internas y en las nacionales.

De todas formas esta situación hipotética que vivirían los blancos podría ponerlos en el centro de la atención política y el ganador de la interna podría arrastrar buena parte de eso votos “extrapartidarios” para las nacionales. Porque hay algo que es real, cada vez más hay ciudadanos sin partido, que eligen de cero en cada elección. ¿Interesante, no…?

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