NO CONFUNDIRSE

Los logros del modelo de la izquierda

Si 20 años no es nada, 10 menos aún. Sin embargo, en el Uruguay 10 años significaron un gran cambio, del que el Frente Amplio es un indiscutido protagonista. Hace 10 años el país era golpeado ferozmente por una crisis económica y social casi sin precedentes. La desocupación se acercaba a un 20%, la economía ingresaba en un largo período de recesión, 6 de cada 10 niños vivían en la pobreza y la marginación, exclusión e inseguridad ganaban al país. Recordar esto no es más que tener memoria, memoria reciente, de lo que pasó hace apenas 10 años, y que fue el predecible resultado de las erráticas políticas llevadas adelante por los partidos tradicionales.

Hoy, 10 años después, el Uruguay es otro, sin dudas. Y esos cambios tampoco son producto de la casualidad, sino que son el resultado del desarrollo del mejor proyecto para el Uruguay: el del Frente Amplio. Debemos preguntarnos ¿por qué llegamos a este Uruguay de hoy, tan diferente al del 2002? Vamos a dar algunos elementos de la respuesta. El manejo de la política económica nos permitió, desde el 2005 hasta hoy, recuperar el crecimiento, redistribuir los recursos del Estado con históricos presupuestos para la educación, políticas sociales, salud, y seguridad. Hoy, en plena crisis económica mundial, Uruguay continúa creciendo por encima del 4%. A diferencia de países desarrollados que han optado por el ajuste fiscal y reducción de salarios y prestaciones sociales, en Uruguay hemos mantenido y profundizado la protección social. Al mismo tiempo, el nivel de las inversiones alcanza máximos históricos: 19% sobre el PBI.

El gobierno del Frente Amplio está trabajando también en la equidad territorial del país y la descentralización. Cabe destacar que los Fondos de Desarrollo del Interior (FDI) que reciben las intendencias del Interior, pasaron de 562 millones de pesos en 2009 a 922 millones en 2012, lo que representa un incremento del 32%. A esto debemos sumarle el aporte para la histórica solución de la patente única, el subsidio del alumbrado público, la electrificación rural y el ICIR que se destina a la caminería rural.

Se trabaja firmemente en proyectos para mejorar la infraestructura del país, de modo de poder seguir garantizando el crecimiento. Se han destinado en estos dos últimos años más de 400 millones de dólares al mantenimiento y mejora de las rutas nacionales y caminería. Al mismo tiempo, se trabaja en el crecimiento y diversificación de la matriz energética, con especial énfasis en las energías renovables, base fundamental para el desarrollo y el cuidado del ambiente. Finalmente, destacamos las modificaciones al decreto reglamentario de la Ley de Inversiones, estimulando la instalación de estas en las zonas más deprimidas y atendiendo el nivel salarial de los trabajadores.

Además, el país crece en materia productiva. En el sector turístico ingresaron 540 millones de dólares en 2005, y cerramos 2011 con US$ 2:100.000. Se triplicó el volumen de producción de la agricultura, las exportaciones de lácteos llegaron casi a 700 millones de dólares en 2011, y las exportaciones cárnicas siguieron creciendo fuertemente, pasando de 950 millones de dólares en el año 2009, a más de 1.300 millones de dólares en el año 2011.

Sin duda es en el mercado de trabajo, junto a las políticas sociales, donde se expresan con mayor impacto los efectos de un modelo distributivo e incluyente. Aun en un contexto internacional de incertidumbre, hemos creado 80 mil nuevos puestos de trabajo, que han llevado a ubicar la desocupación en los niveles más bajos que se recuerde. Esto se complementa con una mayor regulación de las relaciones laborales, y un amplio amparo al trabajador en sus derechos. Comparando el salario real del primer semestre de 2012 con el del último semestre de 2009, nos da un crecimiento de 12,21%, que se suma al crecimiento acumulado desde 2005 y permite que el salario real de hoy recupere los niveles del salario real de 1977, cifra nunca alcanzada antes.

Podríamos continuar enumerando una larga lista de logros y realizaciones del gobierno del Frente Amplio que llevaron a este gran cambio, transformando la realidad de hace tan solo 10 años. Pero no queremos finalizar este artículo sin dejar como ineludible reflexión final, que en el país existen dos modelos, el de la derecha y el de la izquierda. Quienes crean, o quieran hacer creer que no hay que hablar de esto, que estas categorías ya no existen o que todos somos iguales y solo importa que las cosas salgan bien, se equivocan. Aquí hay dos modelos de construcción de país, y las realidades de 2002 y de 2012 así lo reflejan. A no confundirse.

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