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De directiva llegó una bajada de línea para el técnico: “La prioridad es el Uruguayo”. El DT obedeció. Pero luego Damiani, Da Silva y algunos jugadores hicieron declaraciones contradictorias que generan confusión sobre cuál es el objetivo a seguir.
Hace diez días los dirigentes le mandaron un mensaje claro a su técnico a través del gerente deportivo Carlos Sánchez: “La prioridad es el Uruguayo”.
¿Resultaba necesario recalcarle al DT cuál era el objetivo del club? Si el mismo Da Silva había declarado el 18 de febrero que “la Copa es más linda para jugar y uno se entusiasma más, después de pasar la fase se recargan todas las baterías y muchas veces hacen que se salga del objetivo, que para nosotros es el Uruguayo. La Copa es muy traicionera, se puede hacer un gran desgaste, se llega a cuartos y te eliminan, y si descuidas el torneo local cuando uno quiere acordar ya se está muy lejos. Es difícil manejar la ansiedad de afrontar la Copa sin perder de vista el Uruguayo”.
¿Resultaba necesario recalcarle al DT cuál era el objetivo del club?
Parece que sí ya que el mensaje vía “Tío” Sánchez fue enviado cuando los dirigentes se enteraron que Da Silva pensaba reservar algunos jugadores para enfrentar a Bella Vista el sábado anterior, pensando en el partido ante Vélez. El mismo Da Silva que unas semanas atrás decía “la Copa es traicionera” y “si descuidás el torneo local cuando uno quiere acordar ya se está muy lejos”, había planificado poner algunos suplentes en el torneo local y todo el potencial en el partido de Copa. ¿Quién te entiende, “Polilla”?
En la directiva de Peñarol son conscientes que ganar la Libertadores es casi imposible, por lo tanto prefirieron apuntar todas las energías a evitar que Nacional alcance el tricampeonato. Y así se lo hicieron saber al DT.
Se comparta o no, el argumento de los dirigentes era válido, y el propio Damiani declaró antes del encuentro en el Amalfitani: “A mí me encantan las estadísticas y veo que si en 25 años la mejor campaña de un equipo uruguayo en la copa fue la de Peñarol llegando a la final…”. Damiani la dejó picando pero fue muy claro. Ese mismo día Da Silva coincidía en el concepto aunque era más específico y contundente en sus declaraciones: “Peñarol tiene la obligación de ganar el Uruguayo y la ilusión de la Copa. Le damos prioridad al Uruguayo”.
Pero después Damiani metió un cambio de frente brutal con esta frase: “Acá hay un error conceptual, los dos torneos tienen la misma importancia”. Eso lo dijo antes del partido ante Vélez. Y en esa previa el “Tony” Pacheco decía: “Nosotros estamos en Peñarol y acá los dos torneos son prioridad”.
Pónganse de acuerdo, muchachos…
El sábado, tras perder dos puntos en el final del partido, Da Silva argumentaba que “Nos pasó factura el partido de la Copa” y explicó que “los jugadores estaban exhaustos”.
¿No le habían pedido al gerente deportivo que le dijera a Da Silva que la prioridad era el Uruguayo?
Si la prioridad es el Uruguayo, ¿cómo es posible que en un partido por el Uruguayo se pierdan puntos por culpa del desgaste que se hizo en el partido de Copa?
Jugó 8 partidos
13/02: vs. Iquique (2-1)
19/02: vs. Emelec (1-0)
23/02: vs. Fénix (1-1)
26/02: vs. Vélez (0-1)
03/03: vs. River Plate (2-0)
09/03: vs. Bella Vista (2-0)
12/03: vs. Vélez (1-3)
16/03: vs. Cerro (1-1)
Gerardo Bassorelli