TIEMPOS MODERNOS

Pelotazo al agua

- Nueva Zelandia le ganó a Nueva Caledonia y tendremos que jugar contra ellos para ir al mundial.

- Todo nuevo; pero en Nueva Caledonia no creo que quepa una cancha de fútbol; son mil. Y además, no es un país, sino colonia francesa. “Departamento de ultramar”, le dicen ahora.

- Yo siempre pensé lo mismo. A esos tipos hay que hacerles una liga más grande. Juntarlos con países de África, por ejemplo. Hasta se divertirían más.

- Y a nosotros, una liga más chica. Por ejemplo a la Liga del Pacífico podrían sumarse Brasil, Argentina, Paraguay, Colombia y Perú.

- Podrían. Y a Bolivia, hacerlos jugar en una de esas islas que, de tan a nivel del mar, cuando sube la marea se inundan.

- Para que sepan lo que es bueno.

- Y agachados.

- Bueno pare.

- Ta bien, pero al final. ¿Se dice Zelandia o Zelanda?

- La lengua no es de trapo.

- Los de Holanda, los de la vieja, dicen Zeland. Pero vio que los viejos dicen cualquier cosa.

- En español, ya que le agregamos una letra, le agregamos dos.

- Decimos Finlandia, Tailandia, Suazilandia, Disneylandia. No sé por qué algunos dicen Zelanda. Qué prurito de ahorrar. Justo donde hay espacio abundante, porque están en el medio del océano.

- Sí, pero decimos Irlanda.

- La excepción que confirma la regla.

- Qué pavada eso, ¿no? Mi maestro meta repetir esa pavada. Ahí me di cuenta que no todos los maestros eran vivos. Un trauma infantil. Me afectó más que lo de los Reyes.

- No es para menos. Hay que aguantarlos igual seis años, todos los días, horas y horas.

- Ahora, vamos a decir la verdad. Aguantar a un maestro, ta, tiene lo suyo. Pero los maestros tienen que aguantar a treinta niñas como era usted. Hay que pensar un poquito.

- ¿Qué me está insinuando? A niñas como usted, tendrían que bancar. Mire de grande, nomás.

- Ta bien, no se enoje. Yo hacía hincapié en el treinta.

- Yo en el treinta no iba a la escuela. ¿Cuántos años se cree que tengo?

- No escucha. Pida el café a ver si se despierta.

- No pido nada café ni me despierto ni escucho nada.

- Yo sí, voy a pedir café.

- Yo también.

- Y, no me haga acordar del 30. Épocas en que no sólo clasificábamos, sino que salíamos campeones.

- Fácil.

- Bueno, fácil no. En la final con Argentina hubo alargue y flor de gresca.

- ¿Usted se acuerda?

- No, mujer. Lo leí en el libro de Nilo Subaru: Cuatro cetros del fútbol mundial.

- ¿Y ya había Subarus?

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