tras los destrozos
Publicado el viernes 7 de junio, 2013
Pruebas policiales en registros de cámaras serán concluyentes sobre los que participaron
Mientras la mujer que lleva adelante el kiosco incendiado por vándalos durante los festejos de Peñarol reabrirá hoy el negocio con kiosco nuevo, la Policía continúa analizando las imágenes captadas durante el ataque a la Suprema Corte de Justicia (SCJ). El miércoles, tanto el director nacional de Policía, Julio Guarteche, como el ministro de Interior, Eduardo Bonomi, se refirieron a grupos radicales que se infiltraron entre los miles que llenaban 18 de Julio y atacaron “organizadamente” la sede de la SCJ. Ahora se están cotejando las imágenes de este ataque con las que se tomaron en ocasión de la otra asonada a la SCJ, cuando la jueza Mariana Mota firmó su traslado de la órbita penal a la civil. Algunas de las cámaras permiten acercamientos y mejoras sensibles en la imagen. Sin duda lo que la Policía pueda comprobar en imágenes serán pruebas concluyentes acerca de los que participaron. Entre los registros tomados aparecen como importantes los de tres cámaras colocadas en el primer piso del Palacio de los Tribunales.
Tanto el grupo Plenaria Memoria y Justicia como Asamblea Popular negaron su participación en estos ataques que terminaron con 22 policías heridos y destrozos y robos en la SCJ a un costo cercano al millón de pesos.
“Estamos denunciando que detrás de estas acusaciones hay un plan orquestado por el Ministerio del Interior, algo parecido a lo que hizo el pachequismo. El diario El País dice hoy que se está investigando a militantes de Asamblea Popular. Vamos a exigir responsabilidades legales. Vamos a hacer una acción legal por difamación. Y al Ministerio de Interior le vamos a exigir las pruebas que dicen tener”, dijo a LA REPÚBLICA el dirigente de Asamblea Popular Gustavo Abella.
Sin embargo Bonomi, la noche del miércoles, había expresado que cuando se habló de grupos organizados infiltrados, no se estaban refiriendo a grupos políticos necesariamente. Un punto claro de que estaban organizados fue cuando atacaban y fueron dispersadas estas cerca de 200 personas.
Kiosco nuevo y a redoblar
“Estoy muy contenta, y muy agradecida con todos”, fueron las palabras de Juliana ayer cuando vio que un reluciente nuevo kiosco suplantó al antiguo que había quedado como una chatarra quemada. La acción del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas fue muy rápida y le repuso el kiosco que cuesta unos cinco mil dólares. El Sindicato también la ayudará con el stock de diarios y revistas, que cuesta alrededor de 30.000 pesos. Paralelamente recibió una colecta de hinchas de Peñarol, y el sindicato de la bebida le organizó otra colecta.