tiempos modernos
Publicado el viernes 19 de abril, 2013
Durante muchos años se aseguró, desde distintos puntos de la Tierra, que Boston era la ciudad americana que mejor había trabajado la prevención de la actividad criminal. Fue una de las ciudades con menor índice de asesinatos, debido en gran medida a sus programas para brindar actividades recreativas, culturales y deportivas a cada estudiante en [...]
Durante muchos años se aseguró, desde distintos puntos de la Tierra, que Boston era la ciudad americana que mejor había trabajado la prevención de la actividad criminal.
Fue una de las ciudades con menor índice de asesinatos, debido en gran medida a sus programas para brindar actividades recreativas, culturales y deportivas a cada estudiante en sus ratos de ocio.
Hace muy pocos días la sociedad mundial despertó con la noticia de que Boston había sufrido un doble atentado durante la maratón de la ciudad, que dejó tres muertos y más de 180 heridos.
Pasaron las horas, pasaron los días, y el dolor comenzó a crecer sin que de los asesinos se supiera nada: ni sus rostros, ni sus nombres, ni sus culturas. Nada, a pesar de que el FBI investiga y no encuentra respuestas.
La tragedia golpeó en el rostro de Obama. “Podemos ser momentáneamente desestabilizados, pero nos levantaremos. Seguiremos hacia adelante. Terminaremos la carrera”, dijo para que todo el mundo lo escuchara.
El presidente también recordó que Boston es conocida por haber abierto “su corazón al mundo”, recibiendo sucesivas oleadas de inmigrantes, así como estudiantes de diferentes rincones del planeta en sus prestigiosas universidades.
Barack Obama calificó de cobarde el atentado que se produjo en Boston y coincidimos totalmente. Por eso nuestra congoja ante tan tremenda tragedia.
Pero no nos olvidemos: el que siembra zapallos, cosecha zapallos: es que no se puede andar por la vida sembrando bombas, sin que las mismas caigan sobre tu propia cabeza.
El columnista peruano Guillermo Giacosa, del sitio peru21.pe fue más lejos en su razonamiento: “Sería bueno preguntarle al presidente de los Estados Unidos si no cree que los ataques con ‘drones’ (aviones no tripulados) no es también un atentado de una cobardía extrema… Ambos actos son cobardes y censurables…”.
De acuerdo: cobardes y censurables los dos, pero en el caso de Boston, que es el que nos ocupa ahora, que vaya nuestra solidaridad con los familiares de las víctimas.
Raúl Legnani
maestro
periodista