Opinión

¿Hacia dónde se orienta el FA?

Podría calificarse a la pregunta del título como la del millón, ya que creo que ni propios ni ajenos sepamos definir ese destino. La convergencia fue fundada en 1971, cumple en pocos días 42 años, por dirigentes que supieron dejar de lado sus apetitos personales y priorizar el futuro de nuestro país, agrupándose en una fuerza compacta y sólida que pudiera derrotar en las urnas a los partidos tradicionales que manipulaban el timón desde siempre.

Se han recorrido esas cuatro décadas en permanente crecimiento, triunfando en los comicios nacionales y departamentales, y llegando a instalarse en los corazones del pueblo. El propio desgaste de gobernar y de dirigir las diferentes intendencias que el FA logró fue llevando a la situación que tenemos actualmente, y que ya en las elecciones anteriores se notó la declinación, en las adhesiones que la fuerza lograba. Se sabe que pretender perdurar en la cresta de la ola por largo tiempo es quimérico.

Debo diferenciar, a esta altura, lo que es la estructura interna con las acciones que se han llevado a cabo por parte de las dos administraciones centrales desde 2005. Porque si no lo hacemos se podría interpretar como un retroceso, y no es así.

Lo que Uruguay ha cambiado a través de estos años es muy notorio. Hemos tenido crecimiento sostenido del PBI, llegando a cifras récord de exportaciones, también con el turismo, la llamada industria sin chimeneas, con producciones agropecuarias fenomenales, igual para la ganadería. Aumento en la construcción y llegando a niveles muy bajos en desocupación. Podría enumerar más rubros en los cuales el país se destaca y se ha dado un vuelco favorable.

Diferente es el planteo del principio. Preocupa que los grupos y partidos que conforman al FA se encuentren estancados en sus actividades, y no intentando acometer el tema decisivo de llegarle y enamorar nuevamente a la masa de adherentes que se tuvo desde siempre. Parecería que cada cual se preocupa de sí y no del entorno. Ello ha llevado a que la oposición trabaje inclusive en tiempo estival, actuando en forma muy alevosa, atacando todos los movimientos producidos por el gobierno (que es del FA), y poniendo palos en la rueda, luego del desprendimiento total de apoyo o acercamiento a Mujica.

Quizás en pocos días, cuando comience el Carnaval y las murgas con sus ácidas y certeras críticas, las cuales siempre en sus letras se han abonado de la actuación política de los hombres y mujeres que la practican, les permitan abrir los ojos a nuestros dirigentes y sepan que el pueblo está sabiendo de todo ello.

No se puede dar tanta ventaja a quienes tienen entre sus cejas volver a tener la sartén por el mango como otrora. Sus aspiraciones son acrecentadas por las debilidades que muestra el partido de gobierno. Las encuestas/estadísticas elaboradas por los diferentes medios no nos deben deslumbrar ni traernos depresiones que nos paralicen.

Las ideas que décadas atrás nos trajeron hasta aquí son las mismas, lo que se debe es actuar de acuerdo a los tiempos que vivimos, ya que no es lo mismo 1971 que 2013. Saber adaptarse a estos tiempos, con una coyuntura latinoamericana muy distinta actualmente que nos favorece, y aprovechar el lugar que Uruguay ostenta en ella.

Sería imperdonable no estar con la guardia en alto, aunque internamente sepamos que podemos triunfar, recibiendo un knock out, que nos lleve a un período de retracción para nuestras ideas y tirar por la borda tantos años de lucha y sacrificio.

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