Editorial

Carrillo: cuéntame como pasó

La España democrática está conmovida por la muerte de Santiago Carrillo, quien fuera el principal dirigente del partido comunista de ese país, después de Dolores Ibárruri, La Pasionaria.

Su fuerte personalidad lo llevó a cosechar amigos y enemigos, tanto dentro como fuera de la izquierda marxista. Particularmente cuando se transformó en gestor de una corriente de pensamiento que se llamó eurocomunismo, junto al italiano Enrico Berlinguer en las ideas democráticas y en la independencia de los partidos comunistas en el momento de definir sus propuestas históricas, de acuerdo a las particularidades y muchas veces diferencias en cada sociedad.

La propuesta eurocomunista llevó en su seno la necesidad de tomar distancia del modelo soviético, poniendo énfasis en la democracia. Esta nueva corriente se materializó en 1977, cuando Carrillo, Berlinguer y George Marchais del Partido Comunista de Francia se reunieron en Madrid y expusieron sus ideas.

Como antecedente los comunistas españoles e italianos habían coincidido en 1968 cuando condenaron la invasión soviética en Praga. Fue en 1975, en que ambos partidos emitieron una declaración sobre la “construcción del socialismo” que debía ser en “paz y libertad”.

Dentro de esta nueva forma de interpretar el marxismo, estaban las enseñanzas que había dejado el derrocamiento de Salvador Allende en Chile, el 11 de setiembre de 1973.

Muchos años después el eurocomunismo, fue disolviéndose como un terrón de azúcar y no pudo ser alternativa a la implosión de la Unión Soviética y sus alrededores.

En este marco de crisis de la aplicación práctica del marxismo, Carrillo quedó encerrado en su amada España, pero esta vez como un intelectual lúcido, feroz interpelante del acontecer político de su país.

Seguramente Santiago Carrillo será recordado por su valentía en la resistencia y por su inteligencia en el momento posterior a la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975.

Fue en ese año, sabiendo del prestigio personal y de su partido por su tenaz y sacrificada lucha por las libertades en España, que resolvió ingresar a España clandestinamente, con la clara intención de ser detenido, cosa que logró.

De inmediato Europa de puso de pie, expresó su solidaridad con el detenido, logrando doce días después su liberación. De esa manera se abrieron todas las puertas para la legalización del Partido Comunista de España en 1977, uno de los hechos políticos más importantes para que su país abrazara, definitivamente, la democracia.

Si bien Carrillo no ha sido bien conocido por los uruguayos, como tampoco es conocido el planteo del eurocomunismo, quizás ahora con su muerte pueda ser considerado, cosa que no pudo ser en la década del 70 porque nosotros vivíamos bajo el franquismo a la uruguaya.

Quizás un buen comienzo para comenzar a entender aquella transición de España, se pueda empezar por la telenovela española “Cuéntame como pasó” que emite de lunes a viernes, a las 20:45, Televisión Nacional de Uruguay en horas de la noche.