tiempos modernos
Tengo presente a Enrique Estrázulas diciéndole a Germán, el dueño del Outes (de Mercedes y Yaguarón, donde ahora hay una pizzería, por supuesto): “Me gusta tu boliche porque no hay olor a pizza…”, y agregaba a modo de explicación, dirigiéndose a mí: “Cuando tomo copas, me desagrada el olor a comida; ¿a vos no te pasa lo mismo, Julito?”.
Eran otros tiempos, tiempos del boliche de barrio, del “almacén y bar” ideal para el marido que se ofrecía a hacer las compras y de paso se tomaba una.
Hoy las cosas han cambiado (cambios culturales, como dicen los sociólogos) y pasamos del boliche al pub, del almacén y bar de la esquina (no había cruce que no tuviera uno, y a veces más de uno) a la pizzería con delivery (es más breve que ‘envío a domicilio’), de las mesas de madera a las de cármica, del especial de jamón y queso (único sólido a que se reducía la oferta gastronómica del gallego) a la bigmac…
El reciclaje fatal del progreso sepultó los retratos de Gardel junto a las fotos del cuadro de fútbol. Ya no hay “desgastadas paredes que miran sin fervor, sin asombro, las cosas” ni “opacados espejos que imitan otra vida mejor o la misma”, en la acertada evocación de Ignacio Suárez.
No sé si en los suburbios de algún pueblo del Interior sobreviven boliches como aquel donde confraternizaron Sosa y Juan Pedro, esos entrañables personajes del cuento “¡Qué lástima!” de Paco Espínola. ¿Es posible imaginar que esa noche de beberaje y de exaltación de la amistad transcurriera en un restopub?
Pero no todo está perdido. Aún viven y luchan algunos heroicos exponentes de la época de oro. Aunque hayan ampliado la oferta gastronómica e incorporado hornos de pizza y parrillas, todavía quedan muchos establecimientos que conservan algo de aquel ángel, de aquella aura de magia que envolvía a los viejos boliches montevideanos.
Uno de ellos es el bar y parrillada Las Flores, aquí, cerca del diario, donde discurren sobre tópicos diversos el Tata y el Pocho mientras beben su té frío; en realidad, creo que es caña, pero no los conozco tanto como para asegurarlo. En definitiva, poco importa el contenido de los vasos, ya que lo importante es compartir una bebida (puede ser café, incluso) y conversar, cambiar ideas, filosofar, discutir, sentados a una mesa o acodados en el mostrador.
El boliche es un ámbito donde refugiarse, no para mamarse hasta las patas sino para compartir vivencias, estados de ánimo, sensaciones, alegrías y tristezas, pues el boliche estimula la comunicación entre las gentes.
El Liverpool anunció que el delantero internacional uruguayo Luis Suárez ha firmado un nuevo contrato de larga duración con la entidad de Merseyside, sin especificar la duración del mismo.
Luego de una larga espera, hoy llega el arquero argentino para firmar su contrato, por otra parte también se habla del “Pelado” Acosta, cubre dos posiciones en la zaga y su mejor virtud es el juego aéreo.
Ayer los tricolores disputaron un nuevo amistoso sin marcar goles, esta vez ante Liverpool y terminó 0 a 0. En el partido de los suplentes Taborda se despachó con 2 tantos.
El ministro de Defensa de Afganistán, Abdul Rahim Wardak renunció este martes luego de perder el voto de confianza del Parlamento por su gestión en el manejo de la seguridad en ese país.
Al menos 16 personas murieron y otras nueve resultaron heridas en un ataque perpetrado anoche por una decena de hombres armados en una iglesia pentecostal de la localidad de Okene, en el estado nigeriano de Kogi, ubicado en el centro del país.
Este martes fallecieron al menos 8 civiles y 5 resultaron heridos tras estallar una bomba caminera a 20 km de Kabul. Las fuerzas de seguridad afganas trasladaron a las víctimas al hospital local.
Según los últimos datos relevados por el Instituto Nacional de Estadística, 2272 entre empresas y personas en España se declararon en suspensión de pagos o en concurso en el segundo trimestre. Esta cifra es considerada por los expertos como el récord de insolvencias en la historia de ese país.
En una de las aventuras espaciales más arriesgadas en muchos años, la sonda interplanetaria Curiosity de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) penetró los cielos rojizos de Marte esta madrugada, depositándose suavemente sobre la superficie de un cráter gigante del planeta rojo.