columna de opinión

Ñoquis de piedra

Por suerte con los ingleses el partido es de tarde, el miércoles. Además, les vamos a ganar. Yo sé que no jugamos bien contra Senegal, salvo unos minutos en el primer tiempo. ¿Pero, cuándo jugamos bien como para basar en ello nuestros éxitos? Esta vez nos faltó lo que en los últimos tiempos siempre hemos tenido: efectividad arriba. Ellos sí la tuvieron e hicieron su negocio. Eso sí, dentro del área no nos pueden cabecear más.

Y no hay que darle más vueltas al asunto.

Quedó afuera España, campeón del mundo y de Europa. Esta vez nos tocó perder como muchas otras ganar. Se crearon varias chances que esta vez no entraron. Después, “si fulano o mengano le erraron, si tiene que jugar Pepito y salir Manolito,”es “llorar sobre la leche derramada”, como decía el Cr. Damiani.

Ahora, con la bronca por la derrota y los ñoquis como piedra, hay que juntar veneno para el miércoles,  arruinarles la fiesta a los ingleses y con un gol de Luisito Suárez en la hora clasificar nosotros y dejarlos afuera a ellos, tanto que nos han alentado en estos partidos, criaturitas hijos de la Reina, ocupantes de las Malvinas argentinas.

Bromas aparte, ahora es cuando hay que tener fe en lo que somos capaces, ahora que todavía tenemos la chance intacta en medio de tremendo desafío. Ahora hay que encarnar el viejo espíritu orejano de los uruguayos, ese que hizo hazañas en todo el mundo y que no se rindió ante nadie por más que fuera el poderoso dueño de casa. Estamos a pocas horas de que el mundo entero tal vez tenga que hablar nuevamente de nosotros en términos de sorprendente admiración.

Vamos por eso. De nosotros depende, No es momento ahora de buscar culpables y excusas para el 0-2. Ahora es tiempo de juntarnos todos y redoblar la apuesta.

Es ley de vida.