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Empresario sudafricano afirma haber encontrado el cuerpo de Madeleine McCann

“Estoy plenamente convencido de que Maddie está allí, enterrada en una zona de paso de cemento que fue construido después de su desaparición, en la esquina nordeste de la casa, siguiendo una línea de árboles”, expresó Stephen Birch al diario portugués Correio da Manha.

El empresario de 47 años llegó a esta conclusión después de haber hecho una investigación personal en los terrenos de Murat en Portugal. Su hipótesis se basa en las modificaciones que ha sufrido el terreno en los últimos 5 años. Movimientos de tierra y cambios en el subsuelo habrían sido constatados con la ayuda de imágenes de Google Earth y con la utilización de un geo radar. De esta forma, la investigación de Birch implicó la invasión de la propiedad del supuesto sospechoso: el empresario ingresó sin autorización a la casa de Murat en cuatro oportunidades para utilizar el geo radar y así hallar a la niña.

Las señales detectadas fueron analizados por un geólogo, quien confirmó la probable presencia de un humano o animal enterrado allí.

Birch se apasionó con la historia de Maddeleine McCann y ha invertido hasta el momento más de 50 mil euros en su búsqueda. Dos días después de haber terminado su “investigación”, el empresario regresó a Ciudad del Cabo en Sudáfrica y envió los resultados obtenidos al poder judicial portugúes. No los envió al instante porque en Portugal incurrió en el delito de violación de la propiedad privada.  Según informa Correio da Manham podría reabrirse el caso dado que la policía pidió a Birch “más imágenes y más datos de los que recogió con su geo radar”.

“No creo que Murat ni la familia estén involucrados en la desaparición”

Murat ya había sido señalado como sospechoso días después de la desaparición de la niña. La policía portuguesa realizó las búsquedas correspondientes en su casa pero no obtuvo resultados. Al conocer la denuncia de Birch, el acusado declaró a Correio da Manha que todo se trata de “una locura y una estupidez sin sentido”.

Pese a que el cuerpo se encontraría en la propiedad de la familia Murat, Birch no cree que ellos tengan algo que ver con la desaparición. “Quien enterró a Maddie allí tuvo la ayuda de otra persona que estaba familiarizado con la casa. Sin embargo, no creo que Murat ni la familia estén involucrados en la desaparición”, expresó.

“Era la única casa de los alrededores a la que se podía acceder fácilmente”, agregó.

El empresario dice que su único objetivo es encontrar el cuerpo. “Estoy convencido de que el cuerpo está enterrado allí (…), es esencial que la policía vigile el lugar, porque alguien podría ir en la noche y retirar el cuerpo”, expresó.

La desaparición

El jueves 3 de mayo de 2007, sus padres pusieron a Madeleine y a sus hermanos gemelos en la cama y, dejando el apartamento sin cerrar, se fueron a cenar y tomar copas con amigos aproximadamente a unos 70 metros de distancia en un bar de Tapas dentro del resort Ocean Blue de Mark Warner. Kate y Gerry McCann confesaron a la policía que comprobaron que sus hijos estaban bien. Esto ocurrió aproximadamente a las 21:00, cuando se comprobó que todo seguía normal.

Aproximadamente a las 21:30, Kate McCann volvió para ver a los niños y según su versión, encontró la cama de Madeleine vacía. Según su testimonio, la puerta del apartamento y la ventana estaba abierta de par en par. Este hecho fue negado a la policía por otro testigo del caso, que realizó un turno posterior. La desaparición fue reportada a la policía poco después de las 22:00.

El personal y los huéspedes en el complejo buscaron hasta las 04:30. Mientras notificaron a Interpol y sellaron la frontera con España así como todos los aeropuertos en Portugal y España. En los informes estos tiempos se diferencian, por ejemplo, Gerry señaló que volvió a ver por última vez a su hija a las 21:30.

La policía portuguesa interrogó a todos los amigos que cenaban con ellos y descubrió múltiples contradicciones entre los testimonios. La policía británica envió perros policías que encontraron restos de sangre y fluidos en las paredes y en el coche alquilado de la familia McCann.

También se encontró evidencias del uso de sedantes en los restos de fibra capilar de Maddie en el maletero del coche. Por ello, fueron declarados oficialmente culpables . Los McCann abandonaron el país y finalmente la policía abandonó los cargos tras numerosas presiones diplomáticas.

La familia abrió un fondo para ayudar a encontrar a Madeleine que recaudó más de un millón de euros. El dinero se utilizó posteriormente para pagar la hipoteca de su mansión en Inglaterra donde actualmente residen con sus hijos mellizos.