mujica
Mujica insistió en la integración, fundamentalmente con Brasil, y en la complementariedad productiva. “Volkswagen o Chevrolet de Brasil deben entender que se tiene que abrir una cuota de Uruguay en su producción”, sostuvo.
La integración regional y la complementariedad productiva han vuelto a ser ayer, en su audición semanal por la FM M 24, tema de propuesta de discusión del presidente José Mujica, tal como lo presentó esta semana ante empresarios de Brasil en una conferencia organizada por la Cámara de Comercio de Uruguay y Brasil, en Punta del Este.
Pero el Presidente fue a más y destacó que el mercado, por sí mismo, “ni por asomo arregla los problemas de igualdad, de equidad, de reparto relativamente equilibrado. La teoría del vaso que se tiene que llenar y rebozar para así derramarse en la sociedad ha demostrado, desde el punto de vista práctico, que en el fondo de la sociedad queda gente postergada”.
Entiende que por su tamaño el país no requiere de empresas gigantescas porque, además, “el grueso de los puestos de trabajo lo terminan generando las pequeñas y medianas empresas, no son las grandes los que terminan ocupando al grueso de la gente. Las grandes empresas ocupan poquísima gente y no solucionan el problema del trabajo”.
En ese sentido, subrayó que Uruguay no tiene escala para producir materiales en gran cantidad y que dependerá siempre de la importación. “Al país, además de la relación calidad precio, le debe interesar poder venderle los productos terminados a quienes le importamos lo básico”. “La búsqueda de la reciprocidad en un mundo donde vender es difícil. De eso se trata cuando se habla de integración”, añadió.
“Si queremos vender valor agregado tenemos que entender que es fundamental tener mercado y después calificar con buenos oficios a nuestra gente. No se necesitan fábricas imponentes, porque podemos encajar como cuotaparte de sistemas productivos grandes y complejos”, sostuvo Mujica, agregando que si Uruguay accede al libre acceso al mercado brasileño, demandará muchos subproductos “si estamos dispuestos a consumir los materiales básicos que la industria brasileña dispone. De eso se trata la reciprocidad en la integración”.
El Presidente, en su audición, puso algunos ejemplos concretos en el plano de la integración y complementariedad productiva. “Es difícil pensar que Uruguay tenga fábricas globales, pero no imposible, siempre y cuando los dueños entiendan que deben abrir las puertas para comprar buena parte de lo que se puede hacer en Uruguay; a eso llamamos integración”. “Hay que hacer entender a Volkswagen o Chevrolet Brasil que tiene que abrir una cuota importante de participación en su construcción. Ahora, si esa burguesía quiere tragarlo todo, no hay posibilidades de integración”, dijo.
Mujica recordó que durante muchos años, en la producción ganadera del país, el principal producto que se vendía era la carne, pero que por la falta de valor agregado a esa producción, “siempre nuestros precios estaban por debajo de los de Australia o EEUU. Hace tres o cuatro años que estamos arriba de los precios que cobra Australia y en algunos momentos superamos a los de EEUU, porque hicimos trazabilidad, porque cuestiones técnicas nos dan garantía y prestigian la carne uruguaya en el mundo, lo que nos permite vender más y más caro”, indicó como ejemplo.
“Estancado”
El presidente Mujica reiteró que el Mercosur está “estancado” y que ante ese escenario, el país debe igualmente “avanzar en la integración”.
Destacó que hace muchos años “Uruguay firmó, con buena intención, el poder caminar hacia un mercado común”, que ello “en parte está creado pero tiene muchos defectos”. Mujica aclaró que en la actualidad, el gobierno está encaminándose a otra estrategia integracionista. “Trabajamos en una política para ir avanzando y acumular experiencia para crecer en valor que, en definitiva, hará crecer el poder adquisitivo de la sociedad uruguaya”, aseguró.