Olvidó a su abuelo pobre

Una nueva polémica se suma a las generadas en el entorno de Justin Bieber. Los problemas surgen ahora en su círculo familiar, ya que su abuelo paterno, George Bieber, acaba de denunciar en el diario británico The Sun que vive en condiciones precarias en una pequeña casa de Canadá y que su nieto no le hace caso.

Según la carta enviada por George al diario, a sus 62 años está incapacitado para trabajar debido a los problemas que tiene en la espalda. Su esposa Kathy, de 56 años, trabaja 40 horas a la semana para poder afrontar los gastos mensuales, aunque asegura que con lo que gana ni siquiera pueden arreglar un agujero que tienen en el techo de su casa, provocado por la caída de un árbol.

George Bieber reprocha a su nieto que “podrá ganar 70 millones, pero nunca hemos visto un centavo. Me pone triste, y estamos desesperados”. Además ha declarado que cuando oye hablar de su comportamiento reciente “me pregunto quién diablos lo cuida, créeme, este no es el niño cariñoso que siempre conocimos”.

El abuelo de Justin Bieber ha expresado también que se siente triste por la indiferencia de su nieto, que a pesar de saber de la grave situación, no se mantiene en contacto con ellos. A pesar de todas estas confidencias, George Bieber reconoce que siempre será su nieto y que estarán orgullosos de él. El padre de Justin lo abandonó cuando él era muy pequeño.

Ahora que tiene millones de fans en todo el mundo y sus canciones suenan en cada rincón, Justin Bieber no olvida que hace solo tres años su familia atravesaba dificultades económicas y nadie le conocía. Sin tomar apenas clases de canto y armado con su guitarra, el joven ha explicado cómo hizo para conseguir triunfar en el “show business”.

El cantante de “Baby” llevaba una vida muy sencilla hasta el día en que decidió presentarse a un concurso de talentos en Stratford, la ciudad canadiense donde creció. A partir de ese momento se dio cuenta de que la gente valoraba su talento y empezó a plantearse un nuevo futuro.

“Es una locura pensar en hace tres años”, ha declarado el cantante en una entrevista con “Access Hollywood”. “No tenía nada que hacer y vi (el concurso) anunciado en el colegio. Pensé: ‘Debería intentarlo’, y lo hice. Quedé segundo en la competición”. Justin ni siquiera había tomado lecciones de canto hasta el momento, y aunque después del concurso tomó algunas “durante un par de semanas”, las dejó al mudarse a Atlanta.

Su educación musical se completa con clases de batería que recibió “desde los seis hasta los diez años”, según él mismo revela. Con dicha formación y sus ganas de triunfar siguió cantando y soñando con hacerse un lugar en el mundo de la música, un futuro que parecía muy lejano visto desde su humilde situación.