“Me opongo, ¿y qué…?”

Ayer fue recibido por el rey de España, a la vez que pronunció un discurso de gran sinceridad e inteligencia, presentando a Uruguay ante más de 150 empresarios españoles.

Mujica se reunirá con Mariano Rajoy y el fin de semana lo hará con el papa Francisco. A su vez se conoció que seguramente se reunirá con Obama en algunas semanas en EEUU.

Ahora Mujica será condecorado en dos universidades, España e Italia.

También ha sido destacado por varios importantes medios de prensa internacionales, con notas y entrevistas.

Bueno, aquí parece que no importa, porque El País y El Observador ayer volvieron a ignorar la gira del presidente uruguayo en los diez títulos de tapa de cada uno, grandes, medianos y pequeños. Se ve que el resto del mundo está equivocado o no tienen otra cosa que hacer que dedicarse al Uruguay y a Mujica, incluidos los presidentes de China, EEUU, Rajoy y el Papa.

En este paupérrimo panorama local hay que inscribir la reacción airada, fulminante, estupefacta, patriótica, incandescente, fluorescente, disidente, escarbadiente, de connotados miembros de la oposición vernácula, escandalizados porque Mujica en su discurso dijo: “No nos caracterizamos por matarnos en el laburo. Nadie se muere por exceso de trabajo”. Esa frase, en medio de una gran charla, resaltada nada menos que por Enrique Iglesias, fue lo único que les llamó la atención de toda la gira hasta ahora. Ni siquiera se tomaron el trabajo de leer completa la frase que terminaba diciendo: “pero no es un país corrupto, somos un país decente (…) Esta seriedad nos ha dado credibilidad en el ámbito internacional”.

¿Quiere conocer lo que hizo ayer el presidente uruguayo en España?

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