tiempos modernos

Las dos penúltimas confesiones

El doctor Tabaré Vázquez entra y sale del escenario político a su antojo. Hay momentos en que todo indica que llegó para quedarse, pero también hay otros que dicen que no.

Si bien sus últimas señales, como las emanadas desde las puertas de La Española, estarían indicando que se integra a la lucha política de forma activa, hay insistentes rumores que ponen en duda si finalmente acepta o no ser candidato a la Presidencia de la República por el Frente Amplio.

Confesión 1. Hace ya unos años, bastante después de los sucesos del Filtro, puede hablar tranquilamente con el doctor Vázquez. Fue en una serena noche, a la que me invitó a comer pizzas hechas por él. En esa conversación me dijo, palabras más, palabras menos, lo que sigue: “No me va a pasar lo de Allende”.

Me estaba diciendo que en caso de ser presidente no iba a permitir que las contradicciones internas de la fuerza política pusieran en peligro al gobierno del FA, como ocurrió en Chile, gracias a la alianza del MIR con la corriente ultraizquierdista del PS de ese país, encabezada por Jorge Altamirano.

En ese momento no estaba esgrimiendo condiciones –no correspondía que lo hiciera conmigo-, sino anunciándome cuál iba a ser su talante en caso de llegar a la Presidencia.

Aquella sentencia no era un condicional, sino la certeza de cuál iba a ser su conducta. Por cierto que cumplió con su palabra.

Confesión 2. Como era de esperar, su aparente retorno reavivó la imaginación de nosotros, los presuntos analistas políticos. Uno de ellos, seguramente sin mala intención, lo describe como un dirigente que pasa con facilidad de posturas radicales de izquierda a la moderación. Incluso este colega llega a decir que fue el impulsor de la concurrencia de la dirigencia del FA a las puertas del Hospital Filtro, en protesta por la extradición de un grupo de vascos vinculados a ETA.

Por cierto que la información es, por lo menos errónea. En aquella noche de pizzas, me juró que se había opuesto a ir al Filtro, pero que en la dirección del FA se había resuelto otra cosa y que él solamente acató.

Quienes estuvieron en aquella reunión son los que pueden desmentir o no esta versión, pero en lo personal digo que el dato que me proporcionó Vázquez lo pude confirmar en aquellos días.

Confirmé, a la vez, otra cosa que me dijo en esa reunión, donde mostró su malestar porque en el acta de la reunión solo se dice –palabras más, palabras menos– que se resuelve ir al Filtro, pero no aparecen quiénes estaban a favor o en contra de la concurrencia a la protesta.

Valen estas dos confesiones porque de alguna manera están confirmando que si la casa no está ordenada, que si los trascendidos de prensa cobran más importancia que los acuerdos orgánicos y la palabra empeñada, que en la coalición de izquierda vayan buscando otro candidato a la Presidencia de la República, porque “a mí no me va a pasar lo de Allende”.

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