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tiempos modernos

La trama es puro cuento

Irene Quake
analista
PUBLICADO el Sábado 30 de marzo, 2013

- ¿Vamos a hacer una película?

- Ta. Sobre un funcionario corrupto.

- ¡Qué compromiso social!

- Eso.

- ¿Quién es el muchachito, él o el que lo descubre?

- Pará, todavía no sabemos si lo descubren.

- Ta bien. Vamos a seguir la receta de guión de Syd Field.

- Eso. Hollywood estándar.

- Tenemos al tipo. Hay que presentarlo; ya veremos cómo. Nudo de la trama al final del primer acto, que cambia todo y dispara todo.

- Que es a los diez minutos de película, ni más ni menos.

- ¿Y cómo sabe el guionista que va a caer a los diez?

- Porque lo pone en la décima página. Una página por minuto. Con márgenes estandarizados.

- Eso. El tipo es designado e impuesto en el cargo.

- No, muy aburrido. Esa es la presentación.

- Ok. Al tipo le pasa por enfrente una oportunidad.

- Un expediente anterior en el que se da cuenta cómo es el juego.

- O directamente viene uno y le ofrece la teca.

- Ok. Ahora al nudo de la trama al final del segundo acto.

- Luego de una serie de rellenos vistosos, que ni a Syd ni al productor le interesan mucho, al tipo lo descubren. Se creía vivo y se da cuenta que no está a la altura.

- Los acontecimientos se precipitan.

- Se le precipitan en la cabeza.

- Pero no. Eso es una película dramática. Una niña me preguntó una vez por qué las películas buenas eran las que tenían final triste.

- No sé si el tipo va a dar mucha lástima. Pero por las dudas, lo cambiamos. Porque lo que nosotros queremos es ganar plata.

- Eso. Hollywood.

- Entonces, él se da cuenta quién es el buchón que lo quería boletear.

- Ta. Final de denuncia social. Los malos ganan en este mundo.

- Ok. El tercer acto es la pelea final, que siempre se sabe quién va a ganar pero tiene que ser larguita y vistosa, y un rato de desestrese para atar piolines sueltos.

- Sí, y los tipos salen del edificio y los bomberos siempre les dan frazadas.

- Pronto. Hay que acordarse de que en el segundo acto, la parte larga, digamos, no es que le pasen cosas, sino que el tipo hace cosas; tiene iniciativa. Lo que pasa es que no le salen bien. Tampoco hay progresión dramática; cuando se llega al número de páginas, digamos setenta, una le sale bien y se da cuenta quién es el malo. En fin, lo que tenga que darse cuenta.

- Sí, y acordarnos que las escenas es mejor que las pongamos en un auto, así si el diálogo es pesado, la gente se distrae mirando por la ventana.

- Ok. ¿Qué falta?

- Mechar uno gracioso, un ayudante y un malísimo. Y el tipo no puede ser demasiado malo, porque el espectador se tiene que identificar con él.

- Sí. Quizá quería descubrir la cosa y se hizo pasar por corrupto. Quizá lo atrapan mal; error trágico.

- En cinco minutos tenemos material para diez películas. ¿Por qué ganan tanto los guionistas de Hollywood?

- Ya lo dijo Vieja Viola: La fama es puro cuento.

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