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Cincuenta entradas de protocolo que Vélez Sarsfield le entregó a la directiva de Peñarol aparecieron en poder de un integrante de la barra brava que fue detenido por tenencia de estupefacientes.
Un procedimiento que estuvo a cargo del Grupo Antidrogas de la División III de la Policía terminó poniendo a la dirigencia de Peñarol bajo sospecha.
La historia comenzó cuando un móvil de Radio Patrulla fue a una casa ubicada en las calles Alsacia y Bérgamo, por una presunta camioneta robada. Durante el procedimiento, uno de los agentes descubrió una plantación de marihuana y eso generó que el dueño de la casa (uno de los principales de la barra brava de Peñarol) y una mujer fueran llevados a la seccional. Tras un allanamiento los policías incautaron cocaína y marihuana ya pronta para su distribución, y además 50 entradas para el partido Vélez-Peñarol del próximo martes a jugarse en el estadio Amalfitani a puertas cerradas, según determinó la Conmebol, debido a los incidentes ocurridos entre estas dos hinchadas cuando se enfrentaron en el Centenario.
La parte policial de esta historia concluye con el integrante de la barra brava procesado por el delito de “tenencia de estupefacientes no para consumo” y la mujer liberada al no haber elementos que la incriminaran.
La directiva y las entradas
Desde hace muchos años, desde diferentes estamentos se ha sospechado de la vinculación directa entre las directivas de los clubes y sus barras bravas. Desde la instauración del Protocolo de Seguridad en el año 2008 se estableció la prohibición de entregarles entradas de favor a esos hinchas. Siempre se sospechó que igualmente los líderes de las barras accedían a determinada cantidad de boletos para ingresar a los estadios, pero jamás se ha podido comprobar que esas entradas las obtuvieran directamente del club.
Tras este procedimiento policial en el que un líder de la Barra de la Ámsterdam fue descubierto con 50 entradas para el partido Vélez-Peñarol, donde solamente podrán acudir dirigentes, jugadores y funcionarios ya que se juega a puertas cerradas, quedó en evidencia que esas 50 entradas las había conseguido directamente en el club, pues no había otra forma de conseguirlas.
Este hecho motivó que ayer tuvieran que ir a declarar ante el Juzgado el inspector retirado Washington Vega (jefe de Seguridad de Peñarol), y el conocido Jorgito, principal líder de la Barra de la Ámsterdam.
Consultado el vicepresidente de Peñarol, Esc. Edgar Welker por este asunto, eludió responsabilidades de la directiva y “mandó al frente” al encargado de la seguridad: “Cuando me enteré llamé al inspector Vega. Me explicó que había sido un procedimiento policial. Vega iba a averiguar porque esas entradas son reciprocidad entre los clubes. En su momento a Vélez le dimos unas 150, las mismas entradas nos da Vélez, y en este caso se la damos a la seguridad del club, al inspector Vega, para que él disponga cómo se distribuyen para evitar que haya incidentes y controlar un poco la situación”.
Gerardo Bassorelli