La histórica Villa Santo Domingo en jornada de tradición

“Grito de Asencio”: Fiesta grande en pago chico

Quienes se llegaron a este rincón del país, donde se levanta la primera población del Uruguay, fundada en el año 1624 como una reducción de indios chanaes, fueron recibidos con las casas embanderas, con la generosidad y simpatía de sus habitantes, que se desvivían por mostrar las riquezas históricas del lugar, sus personajes y sus logros.

Fue como vivir una jornada de gloria para “los villeros”, irrepetibles, pletórica y de gran humildad.

Esta fiesta, denominada “Grito de Asencio”, ya le está quedando chico a Soriano y Villa Soriano.

La idea de ese enamorado del canto, de la música, que es Javier Mazzilli, el creador de este festival, ha cobrado vuelo, ya está impuesta y solo falta adornarlas con otros detalles. Pero es todo un éxito. Éxito del que también participan los funcionarios de la Junta Local, de la División Cultura y de la División Turismo de la Intendencia de Soriano.

Detrás siempre está el pueblo con su aporte, la gente, que es quien sostiene esta maravillosa festividad tradicionalista.

Que no presentó artistas que arrastran multitudes, taquilleros, sino que presentó artistas que dejan todo de si sobre el escenario, y que son capaz de contagiar a una entusiasta platea que desbordó por los cuatros costados el predio de la plaza de deportes de la Villa.

Por allí anduvieron Sebastián Olivera, un joven cantor de los pagos de Nueva Helvecia, con delicadas interpretaciones; el excelente guitarrista Osvaldo Lagos (ex Cuarteto Zitarrosa); el  ajustado intérprete del bandoneón Oscar Ramírez con su grupo; “Pitingo” Izaquirre, un cantor de trayectoria que vino de Entre Ríos; el grupo Nueva Luz de Maldonado, los brasileños, Sonido del Alma Gaúcha, y el cantor “El Canoero”, hombre de “pata en el suelo”, con un repertorio que refleja la realidad del hombre y su entorno, de la Islas de las Lechiguana,  donde nació y se crió, con su prédica en defensa del medio ambiente .

La fiesta se prolongó por más de seis horas. Fue de alegría, de hermandad y confraternidad.

La cita es el próximo año, y ya estamos todos convocados. Ya están trabajando los responsables del evento para la nueva edición de febrero de 2014, el que promete ser de antiguo pero siempre renovado vuelo. Como lo es Villa Santo Domingo de Soriano.

Volver arriba