análisis

El crecimiento económico de 2012

La economía del Uruguay concretó su décimo año continuo de crecimiento del PBI. En el 2012 el aumento alcanzó al 3,9%, promediando en los últimos 10 años la cifra de 5,9% anual. En los 8 años del gobierno del Frente Amplio el promedio es de 5,7% anual.

Los precios internacionales siguen ayudando a este extraordinario dinamismo de la economía uruguaya. En el año 2012 los precios internacionales de los productos de exportación son casi 80% superiores a los vigentes en el 2005. Los precios de exportación de las actividades primarias crecen más que el resto de los bienes exportables, especialmente a partir del año 2007, destacándose la soja, el trigo, las carnes y la silvicultura. En la industria manufacturera los precios de exportación crecen en forma similar al promedio de la economía, pero son muy claros los aumentos de precios inferiores con respecto al promedio, de los textiles y las prendas de vestir (1). En el año 2012 el efecto de los términos de intercambio mejoró en 5%, lo que marca aumentos mayores para los precios de los productos de exportación que los de importación. Este es uno de los factores que ayudan a la elevada inversión extranjera directa, que siguió creciendo en el 2012, y que en los últimos tres años es tres veces superior al trienio 2004-2006. Ello también influye al récord alcanzado por la inversión bruta fija, que alcanzó al 22% del PBI, la más alta en los últimos 60 años.

El aumento del PBI en 2012 deriva del fuerte crecimiento del sector de la construcción, de 18,7% anual, y el de comunicaciones de 11,5%. Por el lado del gasto, se destacan el aumento de la inversión bruta interna de 14,2% y del consumo final de 6,4%. Los niveles de inversión son muy elevados en construcción y en maquinaria y equipos. Importa destacar, nuevamente, la influencia de la inversión extranjera directa y el hecho que el 29% del total invertido se financia con ahorro externo. El aumento del consumo público y privado es la consecuencia de la mejora del empleo, donde el desempleo abierto se ubica en alrededor del 6%, y en los aumentos del salario real relativamente similares al aumento del producto. Es importante subrayar que el aumento de la demanda interna -inversión y consumo- se atiende por el crecimiento del PBI y, especialmente, por el elevado aumento de las importaciones que en 2012 crecieron al 13,6%, lo que sin duda limitaría incrementos de precios internos.

Interesa también destacar los bajos ritmos de crecimiento de las exportaciones, de actividades agropecuarias y de la industria manufacturera. Las exportaciones solamente crecieron 1,6%, con descensos en los servicios de turismo, donde seguramente puede haber influido el descenso del tipo de cambio real efectivo, que hace muy caro al Uruguay y la crisis de Pluna. Las actividades primarias caen 0,8% por caídas de la pesca y especialmente de la agricultura, mientras que la ganadería y la silvicultura tienen aumentos. La industria manufacturera solo crece 1,6%. Aumentan los rubros vinculados a la carne, a la madera y al papel y descienden los textiles y el material de transporte, por las dificultades derivadas de las restricciones impuestas por el gobierno de Argentina. Estos enlentecimientos pueden tener una influencia importante en el futuro. El dinamismo de la construcción tiene sus límites. La futura inserción económica internacional estará estrechamente vinculada a la evolución de los sectores agropecuarios y de la industria manufacturera, especialmente cuando es relevante que las futuras exportaciones puedan aumentar su valor agregado y el contenido tecnológico.

Corresponde destacar, muy especialmente, algunos cambios, que podríamos denominar cualitativos y de mediano plazo, que han ocurrido en estos últimos años. El producto bruto interno por habitante es en 2012, 73% superior al de 10 años atrás, habiendo crecido a una tasa promedio de 5,7% anual. Surgen una serie de rubros nuevos, que van a tener mucha influencia en los cambios de la futura estructura productiva. La producción de papel en 2012 es casi 10 veces superior al volumen físico del 2005. El sector comunicaciones, en 2012, es casi cinco veces superior con respecto al del 2005. El sector de la minería en 2012 supera al doble con respecto a 2005. La intermediación financiera retoma dinamismo y en 2012 supera en 62% su nivel de actividad del 2005. El sector de la construcción, uno de los principales factores del ritmo de crecimiento económico del 2012, llega a la interesante cifra de 9% del PBI y en 2012 supera en 50% su nivel de actividad del 2005. Estos cambios cualitativos son argumentos más que suficientes para la elaboración de una estrategia de desarrollo que defina una estructura productiva, abierta y flexible, que contemple una dinámica inserción económica internacional, que atienda las complementariedad productiva de carácter regional, que resuelva los problemas del empleo, especialmente el de la heterogeneidad estructural, que mejore sustantivamente la distribución del ingreso y por lo tanto las relaciones de poder en función de los intereses nacionales.

Ocho años de gobiernos del Frente Amplio pueden considerarse económicamente muy exitosos. El PBI de 2012 es 63% superior al de 2004, una cifra extraordinariamente destacada en la historia del Uruguay. Un muy elevado nivel de inversión extranjera directa, máxime en un gobierno de izquierda, que ha facilitado el nivel récord de inversión bruta fija que alcanzó al 22% del PBI. El Uruguay mantiene una excelente imagen internacional que se acaba de profundizar con la obtención de grado inversor por parte de una tercera calificadora de riesgo. Sin duda es necesario un análisis más profundo del contenido de este crecimiento, para evaluar los distintos cambios en la estructura productiva. Lo que sin duda son logros muy nítidos es el aprovechamiento de este fuerte crecimiento para los distintos problemas sociales: la baja de la pobreza a un tercio de los niveles existentes en el momento de asunción del gobierno por parte del FA, la caída de la mortalidad infantil, la casi desaparición de la indigencia y una mejora sustantiva de la distribución del ingreso son logros sociales muy relevantes.

Quedan temas pendientes a enfrentar en el corto y mediano plazo. Uno de ellos es el de la necesaria revisión de la política cambiaria. El innegable atraso cambiario puede ser uno de los factores más influyentes del enlentecimiento en el crecimiento de las exportaciones y de la industria manufacturera. El uso de la política cambiaria con objetivos antiinflacionarios y no para la competitividad puede poner en tela de juicio la futura estructura productiva y de la propia inserción económica internacional. La experiencia internacional muestra que los países que utilizaron un tipo de cambio alto y estable, para la competitividad, fueron los más exitosos. Lograrlo, significa una definición política concreta y medidas tendientes a limitar la entrada de capitales de corto plazo y de carácter especulativo, en un momento excepcional de muy baja tasa de interés en el mundo desarrollado. Esto significa la adecuación de la política macroeconómica, sin afectar sus equilibrios básicos, a los requerimientos y necesidades del aparato productivo y de la propia estrategia de desarrollo.

(1) Banco Central del Uruguay. Exportaciones e importaciones cumplidas. Índice de precios y de volumen físico.

Volver arriba