DISPUTA CON LA "LÓGICA DE MERCADO"
En aquel 3 de mayo de 1988 del cual hoy se cumplen veinticinco vueltas alrededor del sol, LA REPÚBLICA entendió que la cultura es el verdadero motor de los cambios. Tomando para sí el Artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos proclamados por la ONU en 1948 cuyo texto afirma que toda persona [...]
En aquel 3 de mayo de 1988 del cual hoy se cumplen veinticinco vueltas alrededor del sol, LA REPÚBLICA entendió que la cultura es el verdadero motor de los cambios.
Tomando para sí el Artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos proclamados por la ONU en 1948 cuyo texto afirma que toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten, así como que toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora, este diario que hoy cumple sus “bodas de plata” ha propuesto desde el periodismo cultural -con variada suerte- un trabajo intelectualmente homogéneo y unitario que sin embargo ha respetado la necesaria variedad de temas e intereses de la sociedad a la cual se debe.
Así, la literatura, el teatro, las artes plásticas, la cinematografía, la música, la danza, la filosofía y otras disciplinas, han sido expuestas desde una óptica crítica-informativa apostando a la inteligencia de los lectores, a su propio discernimiento, fomentando asimismo un libre juicio crítico sobre los diversos fenómenos culturales coayudando a que el lector saque -sin cortapisas de ningún tipo- sus conclusiones propias.
Esta área del trabajo periodístico procuró profundizar en ciertas cuestiones culturales que, por diversos motivos, las páginas del diario no pueden satisfacer con la hondura necesaria, tratando entonces, de dar satisfacción a las exigencias de los lectores intelectualmente más activos en pos de hacer pensar en concreto, transformar y hacer pasar del simple sentido común al pensamiento coherente y sistemático.
El cuerpo redactor principal de esta área ha estado integrado -a través de los años- por colaboradores que, además de aportar sus escritos, han mantenido un fluido contacto entre sí, intercambiando opiniones y reflexionando acerca del conjunto de hechos que han ido pautando, y pautan, el devenir de la humanidad y los tiempos.
Así, Manuel Martínez Carril, Fernando Buttazoni, Elena Corbellini, Fernando Santullo, Hugo Fontana, Mario Delgado Aparaín, Sarandy Cabrera, Guillermo González, Silvana Silveira, Sofi Richero, Raúl Forlán Lamarque, Jaime Secco, Hugo Acevedo, Gustavo Iribarne, Pablo Ferré, Nelson Di Maggio, Jorge Arias, Thomas Werner y quien esto escribe, junto a otros colaboradores eventuales, han intentado durante estos años ofrecer toda una serie de razonamientos y de nexos intelectuales que -en la medida de las posibilidades- propendiesen a la formación de ciudadanía.
Si es que algo de eso se ha logrado desde aquellos fermentales inicios (el lector juzgará), el tiempo no habrá pasado en vano y será un aliciente para enfrentar los nuevos desafíos que implica un siglo XXI farandulizado en grado superlativo y consumista de bienes materiales y por ende perecederos.
Han sido años en permanente disputa con la “lógica de mercado” en la promoción y difusión de auténticos bienes culturales, de aquellos valores que hacen que el ser humano se desarrolle espiritualmente, que el ser humano perciba que crece como persona y que, por lo tanto, sienta que cada día posee un mayor caudal de bondad, que de eso se trata y no de otra cosa, la vida.
Jorge Yuliani.PERIODISTA