Ana Olivera trabaja por una cuidad limpia, ordenada, florida, transitable y disfrutable

Un poco de historia

“En marzo del año pasado realizamos una reunión del Ejecutivo comunal para mirar globalmente la gestión de la política del gobierno departamental y revisar nuestras prioridades y poner acentos en algunos conceptos.

El primero, que puede parecer muy obvio, es que el gobierno departamental tiene tareas que son de carácter permanente, es decir aquello que le es inherente o ya es parte de su funcionamiento habitual.

Se trata de todo lo que es mantenimiento en un sentido amplio.

Es decir: el alumbrado, el arbolado, las áreas verdes, las bocas de tormenta o los programas sociales que ya desarrolla, como el funcionamiento de sus 25 policlínicas (pasamos de 75.000 usuarios en 2011 a 92.400 en 2012), el teléfono de atención a la mujer víctima de violencia doméstica, las comuna mujer.

Actividades permanentes, más invisibles como Bromatología o regulación alimentaria. Los teatros (Solís, Zitarrosa, Sala Verdi, Florencio Sánchez), los cuerpos estables, es decir la Comedia Nacional, la orquesta Filarmónica y la Sinfónica. Los museos, el sistema zoológico y puedo seguir…

Todo esto es lo primero que a vuelo de pájaro me vino a la mente, que siempre debe estar incluido en nuestra planificación y que debe contar con presupuesto para su ejecución y/o funcionamiento.

En segundo lugar nuestra planificación debe incluir nuestros grandes planes y obras. El plan de saneamiento y drenaje pluvial, el plan de movilidad urbana, el plan director de limpieza, el Mercado Agrícola o la construcción de barrios.

Estos planes implican en muchos casos inversiones millonarias en obras y equipamiento, tienen que ver, además, con una visión estratégica del desarrollo del departamento.

También recordamos en ese encuentro la importancia de las áreas soporte, es decir Gestión Humana, junto a la responsabilidad colectiva de relacionamiento con los trabajadores y la búsqueda permanente de su involucramiento con los objetivos de la gestión. Las tecnologías de la información, como facilitador interno y su aporte para un mejoramiento de nuestra relación con los ciudadanos. La comunicación, nuestro vínculo con la ciudadanía desde otro lugar, desde la información, desde la optimización de las herramientas que tenemos y en particular desde la generación de campañas permanentes, sabiendo que tienen un alto costo.

Abordamos nuestra seña de identidad: el Montevideo democrático y participativo.

Es decir el respaldo desde el gobierno departamental al desarrollo del tercer nivel de gobierno, nuestros ocho municipios y la promoción de la participación.

También realizamos una afirmación: el vínculo con los vecinos organizados, con las organizaciones sociales y las políticas para su fortalecimiento, no son solo responsabilidades de los municipios, lo son también del gobierno departamental.

Pero con el abordaje de todos estos ejes no es suficiente, había uno imprescindible que faltaba y le dimos en llamar el Montevideo de la Convivencia.

Este gran título se abre en varios subtítulos: el de la jerarquización del espacio público, como espacio de encuentro democrático, el de la democratización en el acceso a la cultura, en la construcción de una política de respeto de las normas.

Esto implicó trabajar luego en grupos que definieron también prioridades y algunos, no todos los necesarios, se constituyeron en grupos ejecutivos, en la implementación de las acciones que dieran sustento a esas directrices de trabajo.

Por supuesto que esta desestructuración que realizamos de nuestros objetivos tiene un fin metodológico, luego a la hora de armar los proyectos está o debe estar todo entrelazado

Si bien esta reseña puede parecer un poco extensa, en este ámbito es imprescindible conocer todo el espectro de actuación del gobierno departamental y sintéticamente el proceso de elaboración de nuestros planes, proyectos y acciones en el marco de programa de gobierno.

El necesario debate político

La oposición trata de matrizar la idea de la improvisación, califica nuestro accionar de “errático y confuso”, nosotros una vez más reiteramos que este gobierno tiene un programa, el definido en este ámbito y votado por la ciudadanía y se ha dado las herramientas para llevarlo adelante.

En la época de la inmediatez nuestras anteriores rendiciones de cuentas han quedado en el olvido, pero allí están “negro sobre blanco” y con mucho colorido para quien quiera repasarlas.

Al preparar este material ojeaba mis anteriores comparecencias en la departamental y me resonaban los comentarios respecto a la del año pasado.

En dicha reunión algunos compañeros esperaban que fuéramos más autocríticos. Les puedo asegurar que tanto el equipo de gobierno departamental, como nuestros compañeros integrantes de los Consejos Municipales en ningún caso somos autocomplacientes.

Discutimos, analizamos, rectificamos y volvemos a discutir y ese debate fuerte y fraterno simultáneamente, permanece allí sin estridencias, nuestras naturales diferencias momentáneas no aparecen en la prensa y esta evidencia nos ayuda a fortalecer el sentido de equipo.

¿Ustedes vieron en algún medio de prensa la carta que entregué en el gabinete? Sin embargo la misma fue discutida por los equipos de cada Departamento, en algunos casos fueron cuestionados aspectos de la misma, también fue compartida con la Junta de Alcaldes, al igual que los sucesivos materiales preparatorios, antes de llegar al que entregaremos en el día de hoy.

Lo que hoy presentamos

A la hora de tomar las definiciones para este año crucial, tomamos en cuenta todo lo que señalé en la reseña, porque eso nos define un presupuesto.

Una breve reflexión: Montevideo tiene un presupuesto que es insuficiente para las necesidades que tienen la ciudad y el departamento en la actual coyuntura, en que sí se expresan claramente sus diferentes facetas, es decir el Montevideo Cultural, Turístico, Logístico, y las mismas se desarrollan y consolidan.

Por lo tanto la exigencia a la hora de definir prioridades es fundamental, al mismo tiempo de buscar recursos para todo aquello que en realidad es de alcance nacional.

En este último aspecto –lo hemos conversado con la Mesa Política, con la bancada de diputados de Montevideo, lo he manifestado en la Junta Departamental– debemos desterrar el sentimiento vergonzante de ser la capital del país.

Lo somos, sin contraposición con nadie, y esto conlleva requerimientos que no se pueden cumplir solo con los recursos de nuestra recaudación.

Este año Montevideo, sus ciudadanos, tenemos una gran oportunidad.

Así consideramos nosotros el que nos hayan designado como Capital Iberoamericana de la Cultura.

Nos permite el abordaje de una parte de los temas que señalábamos al referirnos al Montevideo de la Convivencia.

Pongo un ejemplo que aunque sucedió en enero ya salió de nuestra memoria: la capitalidad –que aunque no está encarada como una sucesión de eventos, tendrá actividades artísticas de alto impacto– comenzó con cuatro espectáculos gratuitos, simultáneos en nuestra costa, desde el Cerro hasta Punta Gorda, con la participación de 160.000 espectadores, sin ningún incidente , y lo subrayo.

Pero además de vivir estos eventos y trabajar para generar la capacidad de disfrute de los mismos –del carnaval, de las actividades en nuestras playas, del cine en los espacios públicos, de las orquestas recorriendo los barrios, de tener nuevamente la Carpa de Espectáculos en los 8 municipios o el Programa de Fortalecimiento de las Artes en todo el territorio y el cada vez más consolidado programa Esquinas de la Cultura– necesitamos promover, a través de los mismos eventos, la reflexión sobre nosotros mismos y nuestra sociedad.

La capitalidad nos permitirá abordar los temas de nuestra identidad, la cultura del trabajo, del emprendedurismo, nuestra cultura democrática a 40 años del golpe, a 30 del Río de Libertad. Debemos, en este momento de nuestra sociedad, contribuir a sacar lo mejor de nosotros mismos en contraposición a la cultura hegemónica del individualismo y la intolerancia. Promover el respeto por el prójimo, la diversidad, la integración social, el sentido de pertenencia y las participaciones.

Este gran paraguas también incluirá intervenciones urbanas en esa tónica. Queremos que Montevideo se vista con la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura, que llegue a todos los rincones.

Por otra parte, en este año fueron culminadas e irán culminando obras emblemáticas, algunas comenzadas al final del período pasado o al inicio del nuestro. No podemos dejar de señalar, de marcar como un logro, la inauguración del “nuevo-viejo” Hotel Casino Carrasco. Es un aporte a la ciudad y al país, la recuperación, de calidad, de un edificio emblemático.

Puede parecer solo una consigna políticamente correcta, decir que es el símbolo de que “se puede”, que es el signo del Montevideo que estamos construyendo. Permítanme una digresión: es el mismo símbolo que Antel Arena y el Cilindro.

Es el mismo símbolo que la apertura de la licitación de 400 viviendas para los realojos de las “7 manzanas”.

El “se puede” se simbolizará en el próximo mes de junio en la inauguración del Mercado Agrícola.

El “se puede” se reflejará durante todo el año en la instalación de los 1500 refugios peatonales que comenzó ya en enero de este año.

El “se puede” se refleja en el cumplimiento de los compromisos del Presupuesto Participativo, que animará una nueva edición del mismo junto a la elección de los concejos vecinales en octubre próximo.

El “se puede” se manifiesta todos los días en la transformación de la usina de Felipe Cardoso.

El “se puede” –y será una sorpresa para los agoreros del fracaso– se expresará en la presentación del trabajo realizado con el Instituto de Estadística de la Facultad de Ciencias Económicas sobre los clasificadores.

El “se puede” se expresará en las 4 primeras plantas de clasificado y sobre todo en llegar en este año al 100% de proyecto “zona limpia” y el fin de la recolección manual.

Este último es un enorme desafío y compromiso junto a otro, que es llegar a finales de este año con la consolidación del Corredor Garzón, en el que se han producido mejoras, pero aún insuficientes con relación al centro de cualquier obra de infraestructura que se realice, que es, que los ciudadanos sientan y aprecien su utilidad.

Este año culminaremos la terminal de Belloni y una obra que es parte también de un plan sustantivo de este departamento que es la gran plaza de Casavalle.

Quizás una gran demostración del “sí se puede” será el traslado de la estación de servicio de la rambla y Solano López.

También lo será la inauguración del ex Kibon y de la Expo Cordón hacia finales de año.

En definitiva cualquier programa de gobierno no puede tener otro objetivo que la felicidad de nuestro pueblo, pero junto a las obras, tenemos que promover el ejercicio de los derechos y que estos se efectivicen. Y también, sin complejos, tenemos que hablar de obligaciones.

Allí verán en los compromisos mensuales las regularizaciones de barrios, que implican junto con el Ministerio de Vivienda o el PIAI nacional la construcción de toda la infraestructura, alumbrado, saneamiento, calles, veredas, realojos, espacios públicos o la entrega de los títulos de las viviendas.

En esta breve reseña que he realizado sin ajustarme estrictamente a los cronogramas que Ustedes tendrán a disposición, he señalado actividades que hemos definido como hitos centrales, que sin duda tienen algún Departamento como protagonista, pero que en tanto hitos del gobierno departamental deberán tener la atención del resto del equipo para que haya integralidad en la intervención.

Tomando un ejemplo sencillo, el Mercado Agrícola, la obra en sí, la puesta en funcionamiento depende de la Dirección del Mercado y del Departamento de Desarrollo Económico. Por lo tanto a él le tocará articular que respondan la División Limpieza, Espacios Públicos, Tránsito y Transporte, que se cumpla nuestro compromiso con la accesibilidad.

Entregamos hoy una selección, de programas, obras e intervenciones de los diferentes departamentos, con sus fechas previstas de ejecución, para que se tenga una idea de la magnitud del plan de este año.

También allí verán de otra manera expresada la integralidad de algunos programas: por ejemplo el espacio público 18 de Julio ha tenido trabajos en vialidad, tendrá una cuadrilla que realizará trabajos durante todo el año, se están reparando sus veredas, a mediados de año se iniciará la obra de alumbrado y alguna sorpresa más habrá.

Por otra parte en el material que estamos entregando están las obras que inauguraremos o los programas y servicios que concretaremos, pero también los que iniciaremos.

Sin embargo en la comunicación jerarquizaremos aquellos que se culminan.

Algunos que se comienzan igual son de alto impacto, como el inicio de las obras del Casino Parque Hotel en la actual Casa de Andalucía, o la sede de la Corporación Andina de Fomento en el viejo Mercado Central.

También en el mismo material verán que jerarquizamos la difusión a través del Montevideo “te cuenta” reformulado, y todo el año, con campañas, en particular la campaña de “Convivencia”, que abordará los temas de limpieza, transporte y uso de los espacios públicos.

Este es nuestro “programa en movimiento” parafraseando a nuestro Departamento de Gestión Humana, este es el Montevideo en obras, porque culminarán muchas, continuarán otras y comenzarán algunas de gran porte como la ampliación de Camino Carrasco.

El hito que no está

Así como Montevideo Capital Iberoamericana de la Cultura da un sentido al Montevideo de la Convivencia y a nuestra concepción de sociedad, el respaldo a la consolidación de los 8 municipios que tiene Montevideo hace a una de las señas de identidad de la izquierda: la de la transformación democrática del Estado, la de la profundización de la democracia. No podemos ver el tercer nivel de gobierno como un tema instrumental, aunque es una herramienta formidable de gestión si cuenta con los recursos para hacerlo. Es también una herramienta adecuada para promover el protagonismo popular en la construcción de políticas públicas. A dos años y medio de instalados los 89 municipios en el país, promovidos por nuestro Frente Amplio, vamos a un primer encuentro que en primer lugar jerarquiza la existencia del tercer nivel de gobierno, y en segundo lugar deberá dar cuenta de lo sustantivo en medio de un sinnúmero de peculiaridades.

Para Montevideo viene precedido de un auspicioso debate de nuestros concejales municipales –con la presencia de la Departamental, la coordinación de ediles y diputados por Montevideo– que demostró la capacidad de nuestros compañeros de ver más allá de la coyuntura y plantear el desafío estratégico que representa el tercer nivel de gobierno, abordando con altura una tensión, que será permanente, entre lo central y lo descentralizado. No hemos hecho aún el balance de los 8 cabildos y tenemos en agenda un encuentro entre la Junta de Alcaldes y el Gabinete que profundice en cómo juntos logramos el avance y consolidación de los 8 gobiernos locales de Montevideo.

Una reflexión final

Permítanme una última apostilla, al decir del general Seregni.

Mis prioridades se resumen –tomando en cuenta todo lo que he señalado y lo que no expresé pero consta en el material que entrego– en llegar a 2014 con una ciudad resplandeciente. Limpia, ordenada, florida, transitable y disfrutable. Contenedores limpios en su entorno, veredas sin baldosas rotas o ausentes, plazas con bancos sanos y con sendas interiores mantenidas, con juegos que están completos, con refugios en las paradas, con una mejora sustantiva en el tránsito y en la calidad del transporte público.

Lo decía en un programa de TV hace unos días, debemos eliminar todos aquellos elementos que nos agredan en ese tramo tan corto que va de salir de nuestra casa hasta llegar al trabajo o al centro de estudio, para entonces poder disfrutar a pleno de esta maravillosa ciudad”.

Montevideo cada día se jerarquiza más, “la idea es la articulación con todos, porque la ciudad es una construcción colectiva, por lo tanto, la articulación público-pública, como público-privada son para nosotros un elemento sustantivo de la recuperación del uso público para la convivencia ciudadana”, señaló a LA REPÚBLICA la intendenta capitalina Ana Olivera.

 

Desde la IM se trabaja incansablemente por la inclusión y, en ese sentido, los espacios públicos cada día brindan más accesibilidad tanto para la población que vive en la capital como para aquellos que visitan la ciudad. “El espacio público es por naturaleza inclusivo, lo definimos como el espacio democrático y de integración social”, puntualizó la jerarca.

 

El desarrollo, promoción e impulso de los espacios públicos en la capital están directamente vinculados con la campaña de convivencia ciudadana impulsada desde la IM desde hace varios años y que logrará en poco tiempo estándares de calidad similares a los de países desarrollados. La instalación de gimnasios al aire libre es parte de esa transformación de la ciudad. “El uso del espacio público se relaciona con el respeto a las normas y es otro aspecto que para nosotros es vital”, afirmó Olivera. Este tema también se vincula a la campaña de refacción de veredas y las distintas iniciativas promovidas desde la Intendencia para posicionarse como una ciudad sustentable.

 

Desde la IM se impulsa el cuidado de los espacios públicos de la ciudad y se trabaja de forma coordinada con el Ministerio del Interior para preservarlos y generar las mejores condiciones para el disfrute de dichos lugares de convivencia ciudadana. Los espacios saludables, el recientemente firmado convenio para la construcción del espacio multifuncional Antel Arena, y varias obras más, forman parte de esa política inclusiva desarrollada desde la Intendencia capitalina que pretende jerarquizar a la ciudad con obras para todos, y que redundará en beneficio de toda la población.

 

Bajo la premisa de la coordinación con actores públicos y privados, y en búsqueda de las mejores opciones para una ciudad cada vez más inclusiva, se continuará trabajando dado que si se jerarquiza Montevideo, se jerarquiza el Uruguay. “Todo aquello que nos jerarquice es bueno para el país”.

Perfil

Nació en Montevideo el 17 de diciembre de 1953. Tiene un hijo y una nieta. Docente de Enseñanza Secundaria.

En 1995 fue designada directora de la División Administraciones Locales de la Intendencia Municipal de Montevideo, hasta fines de 1999. Desde ese año y hasta mediados de 2000 fue directora general (I) del Departamento de Descentralización.

Entre 2000 y 2003 se desempeñó como directora de la División Región Oeste.

Desde 2003 y hasta 2005 asumió la responsabilidad de la Dirección General del Departamento de Descentralización (que comprendía las tres regiones en que se dividió el departamento de Montevideo, la División Salud y Programas Sociales y las Secretarías de Juventud, Infancia, Mujer, Adulto Mayor y Gestión Social para la Discapacidad).

Durante el gobierno del Dr. Tabaré Vázquez (2005-2010) ocupó el cargo de subsecretaria del Ministerio de Desarrollo Social. En ese período también fue: integrante de la Junta Nacional de Drogas, representante en la Mesa Coordinadora de la Seguridad Social, presidenta del Consejo Consultivo Honorario de Infancia y Adolescencia.