editorial

En el cuarto año de gobierno

Estamos ya en el segundo mes del cuarto año del segundo gobierno de la izquierda en Uruguay. El presidente Mujica y su equipo tienen por delante algo más de veinticuatro meses de gestión para plasmar iniciativas y concretar medidas anunciadas.

Nadie duda de que se trata de un año clave. Es preciso tener en cuenta que el año próximo –el 2014 – estará marcado por las elecciones de octubre, lo que implica que los políticos del Frente Amplio (cuadros, funcionarios y legisladores) deberán distraer esfuerzos en la campaña electoral y, por tanto, no podrán dedicar todo su tiempo a los asuntos de gobierno.

El gobierno debe, pues, no dejarse estar y abocarse cuanto antes a llevar a la práctica sus proyectos y propuestas pendientes.

Fuerza es reconocer que la actual administración puede exhibir como logros la concreción de unas cuantas iniciativas que la historia ha de recoger como propias del gobierno de José Mujica; entre ellas, cabe destacar –sin que ello implique soslayar las que no mencionamos – en primer lugar, la creación de la Universidad Tecnológica que viene a llenar un vacío inocultable. Tenemos, también, el famoso Icir, el impuesto a la concentración de inmuebles rurales que, al igual que la Utec, concitó el apoyo casi unánime de los jefes departamentales e incluso de legisladores del interior blancos y colorados; del mismo modo, no olvidemos cómo se pudo llegar al fin de la “Guerra de las Patentes” al lograrse el acuerdo para instaurar la patente única. En materia social los avances son incuestionables.

Sin embargo, quedan cosas por resolver.

En nuestro editorial del pasado viernes, nos referimos a dos asuntos de enorme importancia para el país: la explotación minera y la recuperación del transporte ferroviario; dos cuestiones directamente vinculadas con el desarrollo productivo. Pero tal vez la empresa más ambiciosa sea la construcción del puerto de aguas profundas, una obra absolutamente imprescindible para dar un salto cualitativo en lo que tiene que ver con el crecimiento.

Este año debería ser un año especialmente rico en realizaciones de modo tal que todo el ajetreo de la campaña electoral no signifique un obstáculo para que se concreten los proyectos prioritarios.

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