Acto en Miraflores

A los venezolanos: “Unidad, paz y trabajo”

No se sabe si fue por el azar o programado de antemano en virtud de la admiración internacional que existe sobre él, pero el presidente José Mujica resultó ser el último mandatario extranjero presente que estaba previsto hiciera uso de la palabra en el multitudinario acto de ayer en Caracas, Venezuela, en respaldo a la Constitución y en apoyo al presidente reelecto Hugo Chávez. “Permítanme callarme la boca porque tengo muchos años y he visto muchas manifestaciones como esta. Se me llena el alma de recuerdos y de nombres que no están”, dijo Mujica, aclarando el por qué no iba a dirigirse a la multitud que, sin embargo, reclamaba vivamente su discurso.

“Yo respeto, y por encima de todo, hay un hombre que está dando una batalla por la vida y está en el corazón de ustedes. Eso es lo que tiene sentido. Pero, si mañana no está: unidad, paz y trabajo”, les recomendó el Presidente a los miles de venezolanos que vitoreaban una y otra vez su apodo de “Pepe”. Minutos antes de que le anunciaran a Mujica que le tocaba en suerte hacer uso de la palabra en el multitudinario acto, le hizo llegar un mensaje al vice Maduro señalándole que lo excusaran pero que él prefería no hablarle al pueblo venezolano en esa ocasión. Maduro fue entonces quien tomó la palabra y apuró una aclaración ante los micrófonos debido a que los venezolanos pedían por las palabras del presidente Mujica.

“El presidente Mujica me pidió que…” estaba diciendo Maduro ante la muchedumbre, cuando Mujica se puso de pie y rápidamente llegó hasta el atril, interrumpiendo al vicepresidente venezolano para comunicar esas pocas palabras, excusándose por no ser más extenso. Fue el único de los representantes de los gobiernos extranjeros que optó por no hablar en la ceremonia de ayer. Con un “¡Hasta la vida siempre!”, Hugo Chávez se despidió un mes atrás de los venezolanos al partir a Cuba para operarse por cuarta vez de un cáncer. Desde entonces, Chávez, que durante 14 años de gobierno estuvo casi a diario en las pantallas de televisión, no se ha comunicado con el país.

Su estado es “estacionario”, luego de sufrir una insuficiencia respiratoria, según el último parte divulgado el lunes por el gobierno.

Ortega y Evo

Antes que Mujica, el presidente nicaragüense Daniel Ortega lo hizo por caso 10 minutos. Y antes de eso, Evo Morales también se explayó por un tiempo similar. Fue un multitudinario evento realizado en la capital venezolana, frente al Palacio Miraflores, sede del gobierno, organizado por el Poder Ejecutivo de la nación caribeña en respaldo a la Constitución y en apoyo al presidente reelecto Hugo Chávez. Asistieron unos 20 representantes de gobierno de todo el mundo; entre ellos tres presidentes: José Mujica, Daniel Ortega, de Nicaragua, y Evo Morales, de Bolivia. El presidente uruguayo fue ubicado en medio de los otros dos mandatarios y en primera fila, donde también a pocos metros se encontraba el vicepresidente y canciller del gobierno venezolano, Nicolás Maduro. También asistió el canciller de la República Argentina Héctor Timerman en representación del gobierno de ese país. “Nicolás (Maduro, vicepresidente), quiero que sepas que la compañera Cristina (Kirchner), el gobierno que ella preside y el pueblo argentino estarán junto a ti durante todos los días que haga falta, hasta el regreso” de Chávez, aseguró el canciller argentino, Héctor Timerman.

“Lo que vale es la causa”

La noche anterior, el presidente Mujica concedió una entrevista al programa de la señal internacional Telesur, “Cruce de Palabras”, el mismo día en que arribó a Venezuela. Fue una entrevista de casi una hora de duración en la que habló sobre las relaciones comerciales entre nuestro país y Venezuela, de su apego y reconocimiento personal al presidente Hugo Chávez y del escenario político que le espera, según él, a la nación caribeña. Mujica le aconsejó al pueblo venezolano “serenidad” en los actuales tiempos, que calificó como “convulsionados”, y valoró que la vida enseña siempre que “hay lugar para levantarse y volver a empezar”.

“Las grandes causas van más allá de los hombres circunstanciales –dijo Mujica- y hay que concentrarse en esfuerzos colectivos. Los mejores dirigentes son aquellos que cuando se van, dejan un conjunto de compañeros que los aventaja en el correr del tiempo”, sostuvo, en un concepto ideológico al que suele recurrir al hablar incluso sobre sí mismo. Destacó que confía “ampliamente” en las instituciones políticas venezolanas porque “la huella que ha hecho Chávez es honda. Si no supera su mal, la vida continúa y deben mirar la historia hacia adelante. No se vive de nostalgia sino de porvenir. Quiero dejar un mensaje maduro ante la incertidumbre. Lo que vale es la causa, no la cuestión personal”, dijo.

Ante la consulta de la periodista, Mujica le reconoció el derecho a la oposición venezolana por pedir a los mandatarios extranjeros a no hacerse presentes en el acto de transición de mando, “pero uno no viene por lo que le parece a ellos, viene porque uno, a los 77 años, es difícil que obedezca a otros”. Destacó que “no nos metemos donde no nos corresponde, pero tenemos que expresar nuestra solidaridad a quien está pasando un momento enormemente difícil que, en momentos de necesidad, se acordó de mi pueblo y no nos dio la espalda”, señaló. Dijo que Chávez “practica esa solidaridad que ya nadie lo hace”. Recordó cuando conoció por primera vez a Chávez.

Fue en oportunidad que visitó Uruguay y era aún coronel “y venía envuelto en una aureola de golpistas y muchos lo miraban de reojo pero, nosotros sabíamos un poquito más de la historia de Venezuela y de las relaciones de los militares con sus orígenes de clase”. Confesó que muchos dirigentes políticos en Uruguay “tienen aún muchos prejuicios con los militares”, porque si porta uniforme “es golpista y esto y lo otro”. Por otro lado, reivindicó las relaciones comerciales entre los dos países y las calificó como “únicas” en complementación económica. “Nosotros somos demandantes de energía y proveedores de comida”. “Tenemos que tener una relación estrecha y eficiente porque, aparte de las ideas, hay un interés y no hay que disimularlo”, subrayó.

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