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POBREZA RELATIVA

No hay duda: las desigualdades siguen reduciéndose en el país

Estamos cerca de cumplir ocho años de gobierno frenteamplista; cerca de cumplir tres del segundo gobierno del Frente Amplio. En este trajín de vida a veces es bueno parar y mirar cómo nos ven desde afuera.

Daniel Olesker PUBLICADO el Lunes 28 de enero, 2013 3 comentarios

En el último año Cepal y en particular su directora ejecutiva Alicia Bárcena han insistido en los resultados que ha tenido Uruguay en materia de la reducción de las desigualdades.

En su último informe presentado a la cumbre Celac  –  Unión Europea (denominado Inversiones para el crecimiento, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental) incorpora una nueva estadística que es la de pobreza relativa.

 La pobreza relativa

La medición tradicional de la pobreza en América Latina y el Caribe se basa en el método del costo de las necesidades básicas, que compara el ingreso de los hogares con el valor de la línea de pobreza. En Uruguay  la población debajo de la línea de pobreza se redujo de 39,4% en2004 a12,1% en el primer semestre de 2012, de los cuales 9 puntos porcentuales son en este segundo gobierno frenteamplista.

En cambio en la Unión Europea, la medición de la pobreza se realiza con un criterio relativo, considerando el umbral como el 60% del ingreso mediano de la economía.

Realizando un cálculo similar para los países de América Latina y el Caribe, se observa que los niveles de pobreza relativa son superiores siendo 26,8% en la región frente al 23,6% en la Unión Europea.

En cambio, cuando vamos país por país, en América Latina y el Caribe la franja va de20,1 a32,3 siendo el más bajo el de Uruguay. Ello lo coloca por debajo del promedio de la Unión Europea y también por debajo de varios países como por ejemplo España, Portugal, Italia, Bulgaria y el propio Reino Unido.

Esta medida tiene su importancia porque refleja la dispersión de los ingresos, es decir qué tan lejos están los hogares que ganan menos de los que están en la mitad de la tabla. Y por ello es en definitiva un indicador de desigualdad que muestra la reducción de la brecha como lo hacen otros indicadores de desigualdad que hemos analizado para La República. Por ejemplo, el índice de GINI o el cociente entre el ingreso medio del 10% más rico respecto al ingreso medio del 10% más pobre.

Las causas de esta mejora de la igualdad

Está claro que los argumentos de la bonanza internacional ya no pueden ser utilizados. En primer lugar porque, como siempre dice el ministro Eduardo Brenta, el viento ya no viene de cola sino de frente.

En segundo lugar porque una cosa es la reducción de pobreza y otra muy distinta es la reducción de la desigualdad y otra todavía más distinta es la reducción simultánea de la pobreza y la desigualdad.

Sabemos y afirmamos por nuestra mirada conceptual y por la enorme evidencia empírica en Uruguay, en la región y en el mundo, que la dinámica del crecimiento económico capitalista genera sistemáticamente y al mismo tiempo concentraciones crecientes de riqueza y bolsas crecientes de privaciones y marginación. Es decir, el capitalismo es en esencia un sistema generador de desigualdades.

Por lo tanto para que suceda lo que acabo de describir, es decir, reducción de la desigualdad, hay que generar políticas activas que contrarresten los efectos del mercado capitalista y generen modificaciones estructurales en el reparto de la riqueza. De eso se trata en un gobierno de izquierda como este.

Son muchos los factores que han sido causas contrarrestantes de la desigualdad capitalista, pero haremos aquí tan solo un análisis de los salarios.

La política salarial

En Uruguay dos terceras partes de los hogares tienen como ingreso principal salarios y jubilaciones y recordemos que estas dependen del aumento de salarios y por ende lo que sucede con los salarios es vital en la vida de los hogares uruguayos.

Pero a efectos de la reducción de las desigualdades importa por un lado la mejora de los salarios, pero por otro y sobre todo la evolución de los salarios más bajos.

Desde 2004 el salario real ha aumentado en 8 años más del 40%, como ya hemos analizado reiteradas veces.

Cuando miramos la evolución de los salarios más bajos vemos que estos han crecido muy por encima de la media. Los salarios de las ramas más bajas crecieron por encima de la media. Por un lado en el comercio minorista el salario de los cajeros creció 74%, en restaurantes el mozo de barra mejoró su salario 54%, en el servicio doméstico creció 109% y para el operario especializado de la industria de la vestimenta creció 94%. Mientras que, al mismo tiempo, el salario mínimo nacional aumentó en 250% en estos mismos años.

Como muestra el gráfico 1 (que mide el cociente entre salario promedio y salario mínimo) el salario medio era 6 veces el salario mínimo en 2004, pasó a 3 veces en 2009 y ha llegado a 2 veces y media en 2012 achicándose entonces la brecha entre los salarios.

Conclusión: crecieron todos los salarios pero crecieron más los salarios más bajos: signo de vocación política por la igualdad.

La gráfica 2 da otra mirada del tema comparando la evolución del salario mínimo con el ingreso medio de los hogares que creció de manera muy importante en 47% en estos 8 años, cifra de alto impacto y que no se lograba en tiempos anteriores.

Sin embargo, a pesar de ese importante incremento, como muestra el gráfico 2 la línea del salario mínimo va muy por arriba demostrando esta política de mejora de la igualdad.

En este proceso, al mismo tiempo, ha cumplido un papel relevante la formalización del empleo que se redujo de casi 50% a 27% en 2011 y que provoca mejores ingresos, mayor estabilidad y mejores condiciones de trabajo.

Pero también influye la política de afirmación de derechos que ha sido una de las bases de la política de igualdad del gobierno. Derechos tales como la negociación colectiva de salarios, el fuero sindical, el acceso universal a la salud, la regulación del trabajo rural y doméstico, los cupos laborales para mujeres, afrodescendientes, entre otros, han hecho que se generen igualdades de acceso para las personas y por ende también que se reduzcan las brechas.

Todos estos logros nos alegran pero lejos estamos de nuestro objetivo estratégico de la igualdad, y por ende nuestra tarea es la de continuar con estas políticas profundizándolas.

La mejora de las condiciones de vida para la clase trabajadora y sus familias es la preocupación central de nuestra estrategia.

Ello supone mejorar sus ingresos y por eso mantendremos y profundizaremos nuestra política de recuperación del salario real absorbiendo la inflación y al mismo tiempo la mejora del salario real recuperando el salario real que el neoliberalismo en la dictadura y en los ‘90 quitó a los trabajadores. Y seguiremos con más fuerza aún mejorando los salarios que aún son insuficientes para la vida cotidiana de las familias.

Continuaremos con la mejora de la calidad de los bienes y servicios públicos poniendo estos cada vez más al alcance de los trabajadores.

Continuaremos estimulando cada vez más, bajo diferentes modalidades, la formalización y la calidad del trabajo.

Continuaremos profundizando el acceso de todos por igual a los derechos sociales y laborales potenciando la descentralización en el acceso.

Mucho hemos logrado, mucho queda por hacer. 

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3 Comentarios

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  1. Armando Muniz

    ESTA MINTIENDO COMO UN LOCO, ESTE DANIEL, Y CREO QUE LO HACE A PROPOSITO.

    VEAMOS DICE: "Estamos cerca de cumplir ocho años de gobierno freteamplista Y cerca de cumplir tres del segundo gobierno del Frente Amplio".

    COMO LOS CINCO PRIMEROS FUERON DEL ENCUENTRO PROGRESISTA, SOLO VAN TRES DEL FRENTE AMPLIO Y ES EL PRIMERO DEL IDEM.

    LO QUE SI TIENE 8 AÑITOS ES LA POLITICA ECONOMICA REGIDA POR ASTORI, QUE ALGO QUIZAS TIENE QUE VER EN LA COSA.

  2. Como dice el otro lector, Olesker falta a la verdad.
    La distribución del ingreso puede que se haya igualado algo, pero sólo entre los asalariados.
    Entre el trabajo y el capital es peor que en los 90, cuando los gobiernos eran (según afirma él mismo) "neoliberales".
    Pero, además, Olesker miente a conciencia cuando toma como año base el de 2004, que fue el de mayor caída del salario real y de la participación de los salarios en la masa salarial en la historia del país. O sea, elige el peor año posible para comparar y eso es claramente una forma de mentir.
    La paticipación de los salarios en el producto bruto interno es hoy INFERIOR a la que era en los 90.
    El salario real apenas ha alcanzado el nivel de aquella época.
    Si estás interesado un excelente, objetivo y documentado trabajo en www.rediu.org de Joaquín Etchevers
    "distribución del ingreso 2005-2010"
    Por otro lado la riqueza está peor distribuida que antes. Ver lo que pasa con la propiedad de la tierra a modo de ejemplo.

  3. "MUCHO HEMOS LOGRADO, MUCHO QUEDA POR HACER" LA MISMA FRASE QUE DIJERON DICTADORES, COLORADOS, BLANCOS, ROSADOS Y EL FA…MUCHO NO, QUEDA TODO POR HACER. LA DESIGUALDAD EXISTE, PRO QUE LA OCULTAN, CON PALABRAS ALTISONANTES.