fondo monetario internacional

Mega colonización política

Hoy en Uruguay todo es “mega”: mega inversiones, mega minería, mega puertos.

Este “grupo” de ideas fue creado por mega organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y un acuerdo entre los países más desarrollados industrialmente, reunidos en Washington. Se le llamó el Consenso de Washington. Intentaron solucionar o mejorar los graves problemas de América Latina: déficit fiscal, deuda externa, bajo crecimiento económico, inflación. A este grupo de medidas o “consejos” se le llamó en Latinoamérica “políticas neoliberales” y a quienes las aplicaron, los “neoliberales”. Estas medidas, objetivos o políticas neoliberales son: liberalizaciones del comercio, mercado de capitales y financieros, privatizaciones, austeridad fiscal y, la frutilla de la torta, si se cumplía total o la mayoría de ellos, la inversión extranjera, y solo así los países podrán “generar riqueza” para luego distribuir. Rechazo la acusación del Dr. Tabaré Vázquez de que el Partido Nacional es neoliberal y si triunfa aplicará políticas neoliberales, llevando a un atraso al país.

Hoy ha adquirido actualidad un tema, derivado de las políticas liberalizadoras del consenso de Washington: la liberalización de los mercados de capitales. Mientras todo fue bien en los países desarrollados, el depósito en el extranjero de dinero de no residentes en esos países no afectó dicha liberalización; pero la crisis del 2008 les dolió. Eran muchos, muchísimos millones de dólares que perdían en impuestos bancarios, en sub-facturación, facturas en negro, etc. Y se prometen medidas enérgicas contra los países que permiten la entrada de capitales de no residentes sin ninguna regulación. Ese mismo día la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) publicó la primera lista negra integrada por cuatro países: Costa Rica, Filipinas, Malasia y Uruguay. Era un “frenito” al Consenso de Washington o sea a las “políticas neoliberales”. Sin embargo en Uruguay el vicepresidente Cr. Danilo Astori, apoyado por el presidente, proclamaron casi sagrado el secreto bancario. Según ellos el levantamiento del secreto bancario, como había establecido el Consenso de Washington, sería el fin de la inversión extranjera, fin del crecimiento económico del Uruguay, aumento del desempleo, etc.

Este “preciado tesoro” parece limitarse cuatro años después. Esta primera “lista negra” fue cuestionada y se creó la Red de Justicia Fiscal, de carácter internacional de grupos civiles preocupados por la evasión real producida por estos “vikingos” de las finanzas que afectaban a los países pobres. Diferían en el criterio de selección de los países y luego de una intensa investigación enumera treinta y cuatro países en la lista, son treinta más, encabezados por Estados Unidos; Uruguay continúa pero en el lugar veintinueve. Llega a la conclusión que estos países que han liberalizado el mercado financiero son tan atractivos, no por los impuestos, ni por los intereses que pagan, sino por el secreto bancario. Los denomina “jurisdicciones secretas” y su atractivo está en proveer servicios que permiten a las personas físicas o jurídicas socavar las leyes, las reglas del país de origen del depositante, utilizando el secreto bancario como la mejor herramienta. Esa jurisdicción secreta de las finanzas parece ahora limitada. Hoy se les exige a los países firmar tratados de información financiera; Uruguay deberá firmar tratados de información financiera con doce países y obligatoriamente con los países más próximos (Argentina, Brasil, …). Esta ausencia de regulación, esta liberalización de los capitales, este secreto bancario tan caro a los neoliberales y al vicepresidente Astori y al ex presidente Tabaré Vázquez fue ¡oh paradoja! atacada por el hoy presidente Barack Obama, quien en 2008 siendo senador propuso una ley para limitar el secreto bancario en el Estado más liberal del mundo.

En Uruguay, la defensa del secreto bancario casi se tomó como una “cruzada patriótica”, cuando en realidad se defendía una política neoliberal ¡Calloia sí sabe sobre el valor del secreto bancario!

Esta ausencia de regulación afecta hoy al país. El Banco Internacional de Pagos publica que el dinero uruguayo en el exterior en tres meses creció 9,1% y todos sabemos que los intereses que se pagan en el exterior, en los países desarrollados, oscilan entre 0 a 2,5% y en Uruguay se subió al 9%. Con esta bendita liberación y sin el pecado de la regulación, se han ido a los bancos de otros países 8.700 millones de dólares de uruguayos que gracias a estos políticos neoliberales están fuera. Pero no es solo esto. Roban, sí, roban al Estado al no pagar impuestos, al subfacturar, facturar en negro, etc. Está fuera del país la tercera parte del producto del Uruguay. Pero ¡viva la liberación! El vicepresidente, no hace mucho tiempo, declaró con orgullo y en alta voz, que la política económica del Uruguay es diametralmente distinta a la de Argentina. Sí que lo es, pero llama la atención el tono de orgullo en la defensa de las “políticas neoliberales” del gobierno. Sí, Argentina intenta regular el mercado financiero con alguna medida: prohibición de ahorro en dólares, depósitos en pesos, prohibición de casas de cambio en los puertos y aeropuertos, permiso de administración tributaria. Según el Banco Internacional de Pagos, tanto Argentina como Brasil han verificado mayor reducción de colocaciones en el exterior. Uruguay, con la “deificación” de la desregulación, la ha incrementado en casi 10%, no en años, sino solo en tres meses.

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