tiempos modernos

La audacia de Lacalle chico

Con 39 años, el diputado Luis Lacalle Pou anunció su precandidatura por Unidad Nacional en la interna blanca, con la mira puesta en la presidencia del país, según anunció en Pando a través de una emisora radial de esa ciudad.

Se convirtió así en el tercer precandidato de Unidad Nacional (UNA), sumándose a Luis Alberto Heber y a Ana Lía Piñeyrúa en la carrera interna por la presidencia del país.

“Es una decisión muy pensada. Cuando uno crece en la vida tiene más obligaciones y menos derechos, y a nosotros nos genera obligaciones ser reconocidos políticamente”, aseguró en la emisora radial.

Sin duda estamos ante una gran jugada política, no acostumbrada en nuestro sistema de partidos, donde en el Palacio Legislativo aún hay una zona destinada a que los senadores depositen sus sombreros y sus bastones, una clara imagen de que la política está destinada a los mayores de la sociedad y por cierto varones.

Quizás el mayor antecedente fue el de Zelmar Michelini, cuando a finales de la década del 60 compitió con el general Oscar Gestido y con el doctor Jorge Batlle dentro del Partido Colorado, por cierto sin suerte, a pesar de que iba al rescate del batllismo histórico, al rescate del liberalismo progresista y constitucionalista.

Es cierto que la jugada audaz de Lacalle Pou tiene poco para perder, fundamentalmente por su edad, pero sin duda es una “provocación”, dicho en el mejor sentido de la palabra, a todo el sistema político acostumbrado al debate en el Consejo de Ancianos.

La duda que queda, que solo el tiempo resolverá, es saber si hoy hay aspiraciones más o menos serias de las nuevas generaciones con la intención de ganar el poder o si prefieren estar en la tribuna, para ser simples observadores y analistas del acontecer político.

Si el joven Lacalle, con padre y madre que saben lo que es la política y sus misterios internos, no encuentra agua en la piscina puede darse un gran golpe, pero todo indica que dentro de su colectividad política va a provocar – por encima de su suerte personal- una revolución, un verdadero escándalo político.

Todo indica que hoy en la interna del Partido Nacional gana el doctor Jorge Larrañaga y con la fusta bajo el brazo. Pero los datos de la realidad es que el viejo Herrerismo no tiene otra que rodear a Lacalle Pou, para no agonizar lentamente.

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