alejandro foglia fue elegido por la república como el mejor deportista uruguayo en el año 2012
LA REPÚBLICA distinguió a Alejandro Foglia como el mejor deportista uruguayo del año 2012 por su estupenda actuación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde fue octavo, y conversó sobre el que definió como “el mejor año de mi carrera en la vela”
Estar presente en los Juegos Olímpicos es un mojón muy importante en la carrera de cualquier deportista celeste, pero más aún si, como en el caso de Alejandro Foglia, se consigue un histórico octavo puesto en la clase Láser de la Vela.
El Diario LA REPÚBLICA lo recibió en sus instalaciones para premiarlo y conversar sobre la mejor actuación de un celeste en estos eventos, desde la plata olímpica de Wynants en Sydney 2000.
¿El 2012 fue el mejor año de su carrera deportiva?
Sin dudas. Con el resultado de los Juegos Olímpicos en Londres donde fui octavo y el segundo puesto en la “Medal Race” compitiendo con los nueve mejores fue sin duda lo mejor. Cerré el ciclo de la mejor forma, ese segundo lugar me permitió subir al octavo en la general y conseguir el diploma, que era lo máximo a lo que podía aspirar, porque las chances de medallas ya no estaban.
¿Antes de ir a Londres esperaba finalizar octavo?
En realidad no me puse un objetivo específico. Mi primera meta era mejorar lo que había hecho en los Juegos Olímpicos anteriores, en Beijing, donde fui 17°. Como es un deporte que varía con el viento en sus posiciones, se transforma en una semana de regatas donde es difícil decir ‘voy a terminar entre los diez’. Iba a disfrutar, a intentar hacer lo mejor posible y después en base a cómo se fuera dando el campeonato, ver la proyección que tenía. Se dio todo, las condiciones fueron muy buenas y me favorecieron. A no ser por el segundo día que me pinché, el resto de los días fueron positivos.
Y al final pensó que con un poco más de suerte en ese segundo día, estaba para algo más…
Sí, claro. Sí no fuera por ese segundo día, que fue un desastre, tal vez llegaba a la medal race con chance de medalla. Eso hubiera estado bueno, pero son las circunstancias que se dan en las regatas y lo pude superar. Si me quedaba en ese bajón, adiós Juegos. Lo pasé por alto, mantuve la concentración y seguí adelante.
¿Cuáles fueron las claves para que le fuera bien?
Lo bueno es que hicimos un equipo en el cual cada persona aportaba desde su conocimiento lo que sabía, me aconsejaba. Por ejemplo, mi preparador físico, Óscar Gadea, hace 12 años que está conmigo, me conoce muy bien, sabe lo que necesito para cada momento y fue un soporte fundamental. Mis hermanas, las dos en la parte de apoyo. La que estaba en Uruguay (Mariana) fue clave en toda la parte de concentración, meditación, activación del cuerpo. Todas las mañanas tenía una rutina para concentrarme, estar activo en la regata, cometer la mínima cantidad de errores posible. Después, el técnico Diego Romero, que hacía muy poquito que estaba trabajando con él, sabía mucho y fue una relación muy buena que tuvimos durante todo el campeonato, de confianza, me aportó lo necesario. También nuestro delegado, que fue Diego Massironi, que era el entrenador de mi hermana (Andrea), se encargó de todo, estuvo ahí siempre para lo que necesitábamos, cumplió su función y hasta más. Entonces eso me permitió a mí estar preocupado por lo que tenía que estar preocupado, y no en ‘¿qué hago ahora?’ o ‘¿qué tengo que hacer para recuperarme lo más rápido posible?’. Y lo principal estuvo en divertirse. Esa fue la clave también del éxito, poder disfrutar de los Juegos mientras competía. Algunas veces el tema de la presión te juega muy en contra.
¿Y también sirvió la experiencia de haber competido antes en dos Juegos Olímpicos?
Sí, en este deporte la experiencia es fundamental. Sin duda que tuvo su plus también.
¿Cómo fue compartir Juegos con su hermana por primera vez?
Fue buenísimo. Con Andrea compartimos pila de viajes juntos, faltaban los Juegos y se dio y de la mejor manera aparte. El apoyo de ella fue fundamental.
¿Siente que después de Londres se transformó en un referente del deporte uruguayo?
Sí, creo que sí. Cuando hablo o digo algo, todo el mundo se calla y escucha. Como que mi palabra tomó un cierto valor.
Y eso se notó mucho con lo del Twitter donde en su momento manejó el retraso en la compra del barco para la clase Finn…
Sí, y se dio a mucho a conocer cómo fue mi carrera, mi preparación, que fue súper sacrificada, haciendo transporte por Europa, intentando ahorrar un mango por donde sea posible porque el presupuesto no daba y necesitaba hacer competencias, alojamientos, todo. Y se hace cuesta arriba, porque si no salís a rebuscarte vos, te quedás ahí.
Ahora ya tiene decidido el cambio a la clase Finn. ¿Qué implica ello?
Muchos cambios, porque es un barco diferente, más técnico, grande, con una vela más grande, que implica mayor fuerza.
¿Exige más el físico?
Sí, exige más, porque la vela es más grande y también tiene un cambio en el reglamento que te podés mover como quieras, y eso hace que la parte física sea fundamental. Es un barco que tiene mucho más controles que el láser para modificar la vela. Con diferentes cuerdas tomás diferentes opciones dependiendo de la condición de viento. El láser tenía tres para hacer eso, este barco tiene siete. Hay muchas variables que juegan, entonces tenés que entender mucho, con horas en el agua.
¿Y eso le favorece más?
No, eso es aprendizaje puro. Son cosas que no sé, que tengo que empezar a aprender, y es un desafío.
¿La idea es prepararse en esa clase para competir en Río?
Claro. Primero tengo que clasificar, todavía no es seguro. La idea es prepararse para setiembre del 2014, que es el Mundial de las clases olímpicas en Santander, España. Allí hay que llegar con buen rendimiento para poder conseguir el cupo directo.
¿Y para Río se pone alguna meta?
Es difícil predecir qué es lo que va a pasar, de aquí a casi cuatro años todavía falta mucho tiempo. Mirando a esos Juegos la meta es poder correr la final con chance de medalla. Creo que eso es lo más importante, después el momento lo dirá.
Sobre las diferencias existentes con sus rivales
“Todo va en el sacrificio que uno esté dispuesto a hacer”
Competir contra el resto del mundo hace que se noten mucho más las diferencias existentes en cuanto a posibilidades y recursos de cada uno de los países. Foglia al referirse a este entorno sentenció que igualmente todo “va en cada uno, en las ganas que tengas de hacer las cosas y cuán dispuesto estás a sacrificar otras para poder estar ahí. En lo personal intenté prepararme lo mejor posible para Londres, el año que venía teniendo no era bueno porque no había navegado en ninguna ‘Medal Race’ en ningún otro torneo, no venía fino. Lo bueno fue que pude conseguir los recursos necesarios para hacer las competencias que creía necesitaba para estar pronto. Después me olvidaba si mis rivales eran profesionales, o lo que hacían o tenían. Estaban en la misma y tenían igualdad de derechos, no tenían ‘coronita’ por nada.
Cuando la exigencia apremia
“Es muy difícil ser profesional en este país”
Para el velerista conseguir ser profesional de su deporte en nuestro país es casi una utopía. “Es muy difícil. Capaz que si tenés alguna empresa o sponsor que te banque podés lograrlo, pero además debería ser con un contrato por año. Uno o más quizás, porque si una empresa te da 10.000 dólares al año, por ejemplo, con esa plata te comprás la comida para vivir nomás. A eso sumale el alquiler, los gastos, los viajes, como te decía, es muy difícil”.
A la hora de recibir el diploma olímpico
“Todo lo vivido valió la pena”
Jano sentenció que todo lo que debió sacrificarse en su carrera y las vicisitudes a las que se sobrepuso valieron la pena a la hora de recibir el diploma olímpico. “Hice muchas cosas y haría más si fuera necesario. En cada momento pensé que era necesario porque si no, no iba a ningún lado. Veía claro el camino y cuando me pongo algo en la cabeza, lucho a muerte. Sin dudas todo valió la pena, y estoy dispuesto a hacer más. El día que no tenga los recursos, haré lo que sea y me rebuscaré como sea posible”.
Prepararse para Río con motivación de Londres
“Hay un compromiso grande con el país”
Foglia, al ser consultado sobre Río de Janeiro 2016, sentenció que implicará “trabajar fuerte para poder llegar con la mejor preparación”. Al ser nuevo en la clase Finn aún no tiene muchos parámetros de comparación pero explicó que de su parte “voy a hacer todo lo posible para finales del 2013 estar ya ahí arriba. Soy consciente de que el láser es una categoría más competitiva que el Finn, donde participan menos países, entonces ahí el nivel aumenta. Lo de Londres no fue una casualidad, fue un proceso que venía haciendo durante más de 8 años, con Atenas y China y sinceramente creo que esto sigue para más. Por mi parte hay un compromiso muy grande conmigo, con lo que me gusta hacer y también con el país”.
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