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opinión

Las razones de un conflicto

Leopoldo Jesús Amondarain
Alianza Nacional
Partido Nacional
PUBLICADO el Martes 4 de diciembre, 2012
Leopoldo Amondarain

Las grandes conflagraciones o guerras, la mayor parte de las veces, son por razones económicas de poder. Y en ese marco, las culpas suelen ser relativamente repartidas. Por supuesto, la propaganda en general, llámese periodismo o publicidad, tiende a que el agua del molino se incline lo más posible a favor de los fuertes y poderosos.

Las guerras que se siguen sumando, en las zonas árabes del Golfo Pérsico, como se preveía, la Franja de Gaza y su muro construido a imitación del viejo de Berlín, eran y seguirán siendo un factor de agresión e irritación a los pueblos árabes. Leía que generales israelitas calculan alegremente siete semanas de duración de la misma. Tal vez pensando que detrás de ejército judío está respaldando el imperialismo yanqui. Es ocioso insistir en el argumento evidente de que se debe terminar con las resistencias árabes y persas, no por razones humanas de paz, concordia y amor humanista, sino por la tenencia del petróleo.

No pueden darse el lujo los imperios y sus amigotes que el oro negro, clave para el dominio el mundo, esté en poder de los árabes y persas. O sea, la guerra es un hecho real. Y a la corta o larga de una invasión segura. Sin perjuicio del interés colateral de los socios yanquis. Que viven y subsisten de la carroña que les arroja el imperialismo. Llámese potencias europeas y otras.

Y aspiran a quedarse con los restos de los cadáveres del viejo poder y riquezas iraquíes, palestinos afganos y próximas invasiones a Irán. O sea, la prensa es indignante. La flecha que dirige a favor del poder imperial y a sus agresiones que se están transformando en permanentes no tienen parangón. No se pueden comparar las diferencias de fuerzas y tecnologías de los imperios con los que pueden tener los árabes en la defensa de su tierra. A la misma prensa se le escapa, a título de ejemplo, que la cohetería, que puede ser mucha sin duda, de los árabes, carece de la impronta atómica de última generación que tienen los yanquis e israelíes.

O sea, mientras los países islamitas luchan con chiquilines y meros civiles que defienden su patria, los imperios responden con misiles atómicos. De ahí, las desigualdades que se anotan en los resultados de las víctimas finales. Unas pocas sufridas por los imperios aliados contra cientos de los árabes. Sin contar los civiles con criaturas asesinadas, envueltas en banderas palestinas, llevadas en vilo por la población del Golfo indignada. Las fotos de Gaza y sus polvorientas calles destruidas y desoladas muestran la exuberancia bélica de los ejércitos invasores.

La masacre ha comenzado y es manifiesta. El final será un enorme cementerio de un solo lado, el más débil, con las explicaciones y justificaciones ridículas de las potencias agresoras. Reconstruir Hiroshima y Nagasaki les costó más de 50 años a los japoneses sin perjuicio de aún llorar en forma permanente por el genocidio de seiscientas mil víctimas. Lo que va costando hoy en vidas humanas, la voracidad de poder para quedarse con el petróleo que no es de ellos, sino de los países del Golfo, es incalculable.

El dominio del mundo no pasa por la comprensión, la ayuda, el respeto y amor por la vida de los pueblos. Wall Street, que en definitiva es el que manda y dispone con sus potencias invasoras, es el responsable imperial del genocidio. El crimen de Gaza es inaudito. Nada justifica la carnicería. Ni Gadafi, ni Moubark, ni Saddam ni el propio Hamas sumados han inmolado lo que USA y socios aspirantes a petroleros llevan en su conciencia. Hoy Gaza es el campo de concentración más grande del mundo.

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3 Comentarios

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  1. Amondarain es coherente y defiende al fascismo, de ayer y de hoy. Nos recuerda la tragedia de Hiroshima y Nagasaki, pero no menciona que los japoneses mataron durante aquel trágico período de la historia, por lo menos cinco veces más chinos. ¿Es que morir de una bayoneta del ejército imperial del fascismo japonés es tanto menos grave que morir en una explosión atómica? ¿O es que los norteamericanos apoyaban a los chinos y lucharon contra el fascismo japonés?
    En el Medio Oriente, la gran carnicería se desarrolla en Siria, con más de 40,000 muertos. En cualquier día "habitual" se mata a más gente que el total de muertos en la reciente operación Pilar de Defensa. Silencio total de Amondarain sobre los niños asesinados por ilegales bombas de racimo, fabricados en la vieja URSS, lanzados por la fuerza aérea de Assad, con un impacto cada una de aproximadamente 4,800 metros cuadrados. Pero Amondarian es un voluntario esbirro del islamofascismo. De Japón a Irán, siempre con el totalitarismo.

  2. Erra el autor cuando se hace eco de un economicismo marxista reduccionista.
    Han habido muchas guerras en la historia por otros motivos: culturales, tribales, religiosos.
    Cuando el Hamas declara que los judíos son monos y cerdos que hay que destruír, no hay ninguna razón de índole economico en ese objetivo.
    El calificativo de "alegremente" que endilga a los generales israelíes es una atribución falsa y corre por cuenta del autor.
    El Ejercito israelí lanzó panfletos advirtiendo a la población palestina que se alejara del lugar de los combates.
    Que los terroristas se lo hayan impedido, es otro cantar.
    Esa visión maniquea imperialismo vs. pueblos árabes prescinde de la conflictividad interárabe.
    Olvida que Sadam invadió Kuwait con el apoyo del líder palestino Arafat.
    Olvida que Iran e Irak mantuvieron una guerra por 8 años.
    Olvida los enfrentamientos entre comunidades chiies y sunníes en Irak, en Siria y en el Líbano.

  3. Nada dice el autor acerca de la Carta Fundacional de Hamas con su llamado a destruír a Israel.
    Para lo cual ha utilizado la metodología de los atentados contra civiles israelíes, con metodologías parecidas a los que están aconteciendo hoy día en Siria y en Irak.
    Sólo cuando Israel construyó el muro de defensa, no pudieron seguir con los atentados.
    Y entonces comenzaron con lanzamiento de cohetes que ahora son misiles proporcionados por Iran.
    La razón de la desproporción en víctimas está en el sistema de defensas antimisiles de Israel y en los refugios construídos.
    A diferencia de Gaza en donde no se construyó ni un sólo refugio.
    Decir que Gaza es un campo de concentración es una falsedad del mismo tenor que afirmaciones proferidas por otros autores endilgando el epíteto de nazi a Netanyahu.
    Salvo que quienes las pronuncien compartan con Hamas y con los islamistas la proclama de que los judíos son monos y cerdos.
    Ahí habria una explicación a tanto ensañamiento.