ideoléxico
Hace algún tiempo había un comercial de Best Buy en la televisión estadounidense que mostraba a una joven empleada que explicaba cómo recientemente había atendido a dos niños que querían hacerle un regalo a su madre y solo tenían unas monedas. La joven había ayudado a los niños a conseguir un modesto disco de música para que tuviesen algo que regalar. Al final, una moraleja al estilo de los Exemplos del Conde Lucanor en el siglo XIII cerraba la historia: no importa el valor del regalo sino que este sea hecho con amor.
Ejemplos similares podemos encontrarlos en la publicidad de Wal-Mart y de muchas otras grandes empresas, lo que demuestra que la demagogia (que los pragmáticos de la derecha les atribuyen a los políticos de la izquierda) es una práctica radical y sistemática en el mundo de la empresa privada. La acusación, aún siendo verdadera en el otro, resulta otra máscara en uno mismo.
El primer sentido y objetivo de la empresa y del comercial (los beneficios económicos producidos por la venta, grande o modesta) es ocultado detrás de una narración que apela a la emoción y a un discurso tradicional y políticamente correcto. El “no importa el valor sino hacerlo de corazón” sustituye el verdadero sentido de la narración, que es el contrario: “No importan las emociones sino que los niños compraron, consumieron, y detrás de ellos y en su propio futuro está la continuidad de estas ganancias”.
En otro comercial casi simultáneo, Wal Mart aconsejaba a los consumidores que “ahorren dinero” en tiempos de crisis económica. Claro que para ahorrar, debían ir a gastarlo a Wal Mart.
Ahora, si la lógica del beneficio no es mala ni para un socialista que vive en un mundo capitalista, ¿por qué ocultarla?
Quizás porque uno solo puede tener una fe ciega en aquello que no ve. La narrativa hegemónica hace invisible su objetivo central presentando una visualización contraria de esa narración, es decir, creando la máscara de la historia real, la doble personalidad del héroe secular que lucha por la justicia. De la misma forma, el mundo secular y materialista del capitalismo se enmascara con la narración religiosa, sobre todo de una religión anticapitalista (como lo es el cristianismo) con la cual, paradójicamente, se identifica.
La narratura social (la narrativa que sutura las contradicciones sociales) disocia la realidad del discurso poniendo el discurso por encima de una determinada realidad que cubre como un manto. Se confía que el público no atenderá a esa realidad sino al discurso. El discurso, al ser políticamente correcto y repetitivo, es ingerido como ideoléxico, como el espacio moral que es compartido por diferentes grupos sociales, políticos, religiosos, raciales, generacionales, and so on.
Hace unos años en Estados Unidos existían eslóganes de clínicas privadas que rezaban “Your health is our passion (Su salud es nuestra pasión)”. Tal vez porque este eslogan no era del todo verosímil, para resuturar esta contradicción, los comerciales comenzaron a incluir cápsulas dialécticas de este tipo: “your health is our business, but it is also our passion” (Su salud es nuestro negocio, pero también es nuestra pasión)”. Mientras tanto, para que una persona lograse obtener un seguro de salud primero debía demostrar que no estaba enferma. Es lógico, desde la perspectiva del mercado: si las compañías aseguradoras asegurasen enfermos perderían dinero. ¿Y cuál es el objetivo de una compañía que vende derechos de salud? ¿La salud? Sí, la salud de la compañía. Antes de la reforma propuesta por el “socialista” Obama, la aseguradora se aseguraba que el asegurado no necesitaba un seguro antes de vendérselo. Si una compañía de seguros de salud sospechaba que el futuro cliente podía enfermarse seriamente en los próximos años, le denegaba la solicitud. Si de todas formas usted quería comprar un plan de salud debía ir a una clínica privada y gastarse sus ahorros para que un médico le asegurase a la aseguradora que usted estaba perfectamente sano.
El plan de reforma de la salud del presidente Obama propuso la anulación de este disparate de la lógica mercantilista, aunque aún tiene una fuerte resistencia de los grupos conservadores que, a su vez, se identifican como “compasivos” y “pro vidas”.
“No importa el dinero sino comprar con el corazón”; “Su salud es nuestro negocio, pero también es nuestra pasión”. La verdad y la mentira llegaron a un acuerdo: iban a caminar juntas pero cada una seguiría disfrazada de la otra, para que el trabajo de distinguirlas sea aún más dificultoso. Ambas también acordaron hablar un idioma común y el uso de la narratura social como género literario predominante de cada nueva cultura hegemónica. Así, iban a buscar cada día nuevas estrategias para negar lo que se dice y decir lo que se niega y, al mismo tiempo, lograr que quienes deban sufrir la violencia de una determinada realidad sean ellos mismos quienes repitan la narratura que la provoca y la sostiene. Violencia dulce, pero dulce al fin.
La misma lógica narrativa se emplea en las relaciones y en los conflictos internacionales. Ningún presidente se expone a perder su puesto por lo que hace sino por lo que dice. Como un dios creador y destructor, el poder tiene la capacidad de crear el mundo a partir del verbo. Por lo general, la táctica recurrente consiste en enmascarar la realidad con su exacto opuesto, como llamar “defensa” a cualquier “ataque”.
En realidad el recurso es muy simple y hasta primitivo, lo que significa que probablemente sea un fenómeno arraigado en la dinámica natural de la psicología colectiva. Por ejemplo, en la época del año en que más pavos se matan en Estados Unidos, el presidente aparece en la prensa perdonando la vida de un pavo blanco.
Debes estar registrado y haber iniciado sesión para poder realizar comentarios. Registrarse
El próximo viernes estarán asumiendo los nuevos dirigentes de Danubio que fueron electos el 14 pasado, por lo que Óscar Curutchet y Leonardo Goicoechea serán investidos en los cargos de presidente y vice respectivamente.
Nacional sigue en busca de un número 10 que acompañe a Recoba en la creación del fútbol. La danza de nombres sigue, pero confirmaciones no hay ninguna. El argentino Rodrigo Díaz no corre.
Enorme malestar existe en la dirigencia de Cerro, ya que el juvenil Gonzalo Mastriani no fue asistido rápidamente por las autoridades de la AUF a pesar de que se lesionó en los entrenamientos de la Selección Sub 20 que orienta Juan Verzeri.
La Prefectura argentina rescató de una isla del río Uruguay a nueve ciudadanos asiáticos que pretendían ser ingresados en forma ilegal a la República Argentina, en una embarcación uruguaya. Los indocumentados fueron entregados a la Dirección General de Crimen Organizado e Interpol de Uruguay para proceder a su repatriación.
Los senadores aprobaron ayer por unanimidad la ley que crea una segunda universidad pública a instalarse, con la excepción de Montevideo, en algún departamento del país. El presidente José Mujica dijo días atrás que podría ser “en Durazno o Tacuarembó”.
El presidente de la República, José Mujica, informó ayer que mandó a los legisladores “parar” con el tratamiento del proyecto de legalización de la venta de la marihuana bajo el argumento de que la sociedad todavía no está “madura” para dar este paso.
koto
17 diciembre, 2012
13:49
Una gran verdad de una gran mentira. El disfraz y lo que disfraza.
Lástima que el discurso y la revelación se pierda por la vorágine diaria. Perdemos el estado de alerta para entrar en el de confusión que no solo nos anestesia sino que maniata al coordinador de toda entrada y salida humana, el cerebro.
Se parece al gangnam style, el que no lo conoce no existe, el que no lo tararea es que no lo conoce todavia… la repetición, el bombardeo hacen a lo idiota en consumible, hasta bueno dicen algunos porque, "supuestamente" (pelear incoherentemente logra el objetivo de ser lavado y vencido muy coherentemente por el marketing comunicacional), parece una predica contra una forma de ser coreana no muy defendible.
Comparando, se parece al consumo de la alegría, defenestrando a una elite equivocada, para la galeria. En el fondo?… alimentando la vocación esclava de repetir movimientos y sonidos que parecen con contenido porque usan palabras disfrazando el gruñido primitivo y sin sentido.
Geronimo Salas
17 diciembre, 2012
14:29
EN ESTADOS UNIDOS NO CONSUMES MAJFUD, ERES UN HIPÓCRITA Y REALMENTE NO TE CONOCE NADIE.
NO ERES CHOMSKY, SIMPLEMENTE UN INFILTRADO QUE CRITICA AL PAIS QUE TE DA DE COMER, ESTADOS UNIDOS, NO ENTIENDO A ESTOS PSEUDO-INTELECTUALES QUE SE QUEJAN Y CRITICAN Y NO SE QUE HICIERON EN LA GUERRA ¡PAPÁ!
MAJFUD, ESCRIBE ALGO QUE HAGA VIBRAR A LA AUDIENCIA.
COME TÚ PAVO FRÍO, COMO DECÍA LA CANCIÓN DE LENNON.
comodoro
17 diciembre, 2012
17:31
Sí, tanto trabajar con Noam Chomsky le está haciendo mal a este escritor criollo llamado "Majfud". Si uno vive en Cuba, no debe criticar al gobierno ni a los cubanos. Igualito si uno vive en Estados Unidos. Los que critican al Uruguay y a sus políticos y a su historia que también deberían irse lejo de aqui, que es donde viven los de verdad. Hay que ser constructivos.