opinión

Fraude vergonzoso en Honduras

Tuve que esperar un mes aproximadamente para poder informar con la mayor objetividad acerca de lo sucedido en las elecciones internas realizadas en Honduras. Esto se debe a que a casi a un mes de las elecciones recién el lunes 10 de diciembre la Corte Electoral de ese país se dignó a informar acerca de los datos “oficiales”.

En mi artículo publicado en LA REPÚBLICA con fecha 20 de octubre ya adelantaba el posible fraude electoral que se podría generar, debido fundamentalmente al arrollador paso que iba marcando la tendencia a favor del Partido Libre, cuya candidata era Xiomara Castro (esposa de Mel Zelaya), y nadie dudaba de su crecimiento electoral día tras día.

Recordemos que se trataba de elecciones internas donde se votaban los distintos candidatos de cada partido, los dos de la derecha, Nacional y Liberal (ambos golpistas) y por su parte la izquierda con cuatro tendencias internas pero llevando candidato único.

Ambos partidos de la derecha exhibían pugnas internas por el reparto de cargos, lo cual lleva en la actualidad también a denunciar entre ellos diferencias con los datos oficiales, lo que confirma que la maniobra fraudulenta no les salió del todo bien y desnuda la realidad.

En el Partido Nacional Juan Orlando Hernández (actual presidente del Congreso) afín a las posturas de Porfirio Lobo, gana por amplio margen a su contrincante Ricardo Antonio Alvarez (actual alcalde de Tegucigalapa), lo cual genera las primeras escaramuzas. Ambos candidatos están apoyados por distintos grupos de poder de la oligarquía criolla.

Por su parte el gran perdedor fue el Partido Liberal, que llevaba dos candidatos, Mauricio Villena Bermúdez, colaborador a Michelletti, cuando se perpetró el golpe a Mel Zelaya; y Benjamín Roshental, que estuvo en contra del golpe, pero no abandonó las filas del Partido Liberal.

Lo extraordinario fue la votación de LIBRE que aún con el fraude consumado, alcanza una fuerte votación que posiciona a Xiomara Castro sin dudas como el candidato más votado, comprobando el fin del bipartidismo en Honduras. En la interna de este partido, las cuatro tendencias estuvieron muy parejas, ello porque entre los electores primó un sentimiento unitario que hizo cruzar listas optando por los candidatos que la gente consideraba mejores, estuviera en el sector que estuviera.

Algunas enseñanzas, a pesar del fraude:

a) LIBRE se consolida para las elecciones presidenciales del próximo año como una fuerza real y posible triunfadora de las mismas.

b) El neogolpismo experimentado en Honduras, y replicado en Paraguay, está armado para liquidar cualquier posibilidad de que una fuerza progresista llegue al gobierno.

c) Ya Honduras no es el mismo pueblo. Hoy la estructuración política que constituye Libre es una fuerza que sigue creciendo en las luchas cotidianas de la gente.

Nadie duda en Honduras del fraude electoral; el mismo es de tal envergadura que entre el partido Nacional y el Liberal, existen reclamos que permiten constatar el fraude.

Por último, para garantizar el triunfo de LIBRE en las próximas elecciones, los observadores internacionales cumplirán un rol fundamental. Desde ya hay que ir pensando cómo anotarse para llegar solidariamente a dar una mano en la tarea. Sería importantísimo que las fuerzas del Movimiento Popular de los distintos países y las fuerzas de izquierda, tomen nota de esto.

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