editorial

Chávez, un valiente que está luchando

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, está muy enfermo y por eso se trasladó a Cuba para atenderse. Todo su pueblo sabe que se está ante una situación grave, donde los afectos de los venezolanos están seriamente golpeados.

Es que Chávez no es un presidente cualquiera, porque ante todo es un líder y un referente de una nueva época de Venezuela, pero también de los americanos que residen al sur del Río Bravo.

Es un líder popular, de origen humilde, surgido de las entrañas de las Fuerzas Armadas de ese país, que terminó con la corrupción que habían instalado los viejos partidos históricos de su país, brindando una nueva perspectiva para un sociedad rica, pero con grandes diferencias sociales que se han ido superando lentamente, pero a ritmo firme.

Incluso esbozó la idea del polémico socialismo del Siglo XXI, mostrando su preocupación por construir una visión estratégica, superadora del capitalismo imperante en estos tiempos.

Chávez es, además, un factor fundamental en su geografía de influencia, al grado que ha trabajado con firmeza para establecer relaciones positivas con Colombia, lo que ha facilitado el diálogo del gobierno de ese país con el grupo guerrillero FARC.

La Venezuela de hoy es, a la vez, una impulsora del desarrollo de los pueblos radicados al norte de Sudamérica, así como en Centroamérica.

Su riqueza petrolera, impulsora del desarrollo de su país, es también una herramienta fundamental y solidaria con el progreso de otros pueblos cercanos, por eso la importancia de su incorporación al Mercosur.

A la cabeza de todos estos cambios ha estado Hugo Chávez Frías, un patriota valiente, capaz de enfrentar junto a su pueblo las presiones de la derecha nacional e internacional, que no le ha dado un minuto de tregua.

Pero también es valiente porque ha sabido enfrentar –lo está haciendo en este momento-, un cáncer que se le ha propagado en el cuerpo y que pone en peligro su vida.

Vaya, entonces, toda nuestra solidaridad y afecto para con Hugo Chávez, alguien que en Uruguay no es un extraño, sino un hombre de la casa. Un vecino al que respetamos y queremos mucho.

Solidaridad y afecto que hacemos extensivos a toda el pueblo de Venezuela y a sus autoridades de gobierno.

Volver arriba