tiempos modernos

Apocalipsis el mes que viene

Mientras el mundo está pendiente de cosas tan baladíes como quién será electo presidente hoy en EEUU, nos hemos olvidado de que falta apenas algo más de un mes para el Apocalipsis; si uno se pone a otear el horizonte, puede divisar a los jinetes que se aproximan. Y la gente, nada, che. Sigue como si tal cosa sin tomar conciencia de que se viene el día del Juicio Final, instancia en la que deberá rendir cuentas de sus actos ante el Supremo.

Ya lo habían predicho los mayas, esa civilización injustamente olvidada que con exacta precisión nos dio la alerta desde el fondo de la historia: el mundo se acaba el doce de diciembre de dos mil doce. Creer o reventar; la coincidencia no puede ser más elocuente: día 12, mes 12, año 12. Tres veces doce, lo que da un producto de 36, cifra mágica si las hay, pues tiene la sin par característica de que, si la dividimos entre 3, el resultado es 12. Asombroso, ¿verdad?

La numerología nos proporciona claves que debemos desentrañar. Fíjese, amigo lector, que 36 es el resultado de la suma de 33 más 3, dos números estrechamente vinculados con la cábala; y uno de ellos alude directamente a la gesta emancipadora de los 33 orientales que liberaron la patria de la bota luso-brasileña. El lector ha de preguntarse, no sin razón, a qué viene todo esto, qué tienen que ver los 33 orientales con la predicción maya y el fin del mundo. Buena pregunta que no estoy en condiciones de responder; por otra parte, creo que no hay relación alguna entre Lavalleja, los mayas y el Apocalipsis.

Pero no importa; prosigamos. Como digo más arriba, la cultura maya ha sido injustamente olvidada, soslayada, menospreciada. A tal punto que se instaló la sospecha de que las pirámides no fueran obra de esa civilización sino de extraterrestres. Yo creo que los alienígenas enseñaron a los mayas la técnica constructiva y después se subieron a la nave para partir de retorno a su galaxia. Con frecuencia se olvida que los mayas acertaron en todas las predicciones que nos dejaron; con decirle que hasta fueron capaces de predecir los resultados de la última fecha del Apertura, e incluso aparecen en los códices los números del cinco de oro. La cuestión es tener acceso a esos códices y saber descifrar la clave. Un especialista en criptografía podría ilustrarnos sobre el futuro de Pluna, algo que sin duda figura en las predicciones pero está oculto a los ojos profanos.

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