editorial
Como decíamos en nuestro editorial de ayer, la victoria del Partido Demócrata debe ser saludada por los países de América Latina en la medida que la otra opción –el Partido Republicano y su candidato Mitt Romney– significaba el triunfo de las fuerzas más conservadoras.
Históricamente ha sido así, aunque desde la izquierda se tuviera la visión de que ambos partidos estadounidenses son la misma cosa. Cierto es que fue bajo la presidencia del demócrata Lyndon B. Johnson que las tropas yanquis cometieron las peores atrocidades en Vietnam; pero bueno es recordar, también, que el contrincante de Johnson en las elecciones había sido Barry Goldwater, un reaccionario recalcitrante y anticomunista cerril que no habría vacilado en desencadenar un conflicto nuclear.
Tengamos presente, asimismo, la elección que enfrentó a Jimmy Carter (que iba por su reelección) con Ronald Reagan. No bien se conocieron los resultados que dieron el triunfo al candidato republicano, la cúpula cívico-militar que gobernaba en Uruguay celebró alborozada la derrota de Carter. El irrepetible vicealmirante Hugo León Márquez declaró a la prensa: “¡Por fin! Se terminó una pesadilla”. No es para menos si consideramos que fue Carter –sensibilizado por las denuncias de violaciones a los derechos humanos en nuestro país– el que ordenó la suspensión de la ayuda militar que EEUU brindaba a Uruguay.
Estos hechos son elocuentes para demostrar el error de creer que poco importa quién gane las elecciones en EEUU.
En el caso concreto de la última elección, que tuvo lugar el pasado martes 6, la opción que se ofrecía a los electores era entre dos modelos o propuestas bien diferentes. Por más que Romney haya intentado mostrar una imagen menos retrógrada que sus competidores en la interna del Partido Republicano (y especialmente el famoso Tea Party), la propuesta del magnate mormón obedece a las recetas del más puro corte neoliberal. Y a eso hay que agregar sus posturas profundamente conservadoras en cuestiones sociales.
El triunfo de Obama puede verse como el reflejo de un tímido cambio que estaría operándose en la sociedad estadounidense.
La selección venció 3 a 1 a Polonia en un partido que revertió los últimos resultados negativos del equipo de Tabárez. Desde el primer tiempo se notó la diferencia, y de la mano de Cavani y Suárez la celeste logró reivindicarse en el PGE Arena de Gdansk.
La Selección de hockey femenino se encuentra en Trinidad y Tobago disputando una de las rondas de la liga mundial. En su primer partido le ganó 8-0 a Barbados y en el segundo venció 2-0 a las locales.
Marcel Felder finalizó su temporada 2012 y realizó un balance. Afirmó que le dio prioridad al dobles para jugar torneos importantes. “En singles no me da para llegar más arriba”, señaló.
El presidente José Mujica se refirió al proyecto de la universidad tecnológica en el Interior y destacó que se trata de "un gran paso". "El Uruguay tiene que mirar al Interior globalmente no como un paisaje", destacó, a tiempo que manifestó que la votación no se trata de un triunfo personal, sino del país.
El presidente de la República, José Mujica, aseguró que si bien no era partidario de la legalización de la marihuana, decidió impulsar un proyecto de regulación de la venta de cannabis porque el contexto de violencia social en México vinculado con actividades del crimen organizado, le “sacudió el alma”.
Estoy escribiendo sin la autorización de la colega Graciela Possamay, pero con el consentimiento de sus amigos y familiares.
Armando Muniz
9 noviembre, 2012
11:17
TERMINA ASI: “El triunfo de Obama puede verse como el reflejo de un tímido cambio que estaría operándose en la sociedad estadounidense”. Y OPINANDO LO CONTRARIO, DE QUE NO ES LA SOCIEDAD ESTADOUNIDENSE LA QUE TIENE UN “TIMIDO CAMBIO” VOY A MOSTRAR EN QUE ME BASO. LOS DATOS BRINDADOS AYER POR EL DIARIO PLURAL DEL RESULTADO FUE: NEGROS 93/7 %; LATINOS 71/27 % Y OTROS 58/38 %, AQUÍ ESTA EL CAMBIO REALMENTE, NO ES LA SOCIEDAD AMERICANA, A LO QUE HAY QUE SUMAR LOS DE EDADES HASTA 29 AÑOS 60/37 %; HASTA 44 AÑOS 52/45 %, ESTOS SI CORRESPONDEN. Y CUANDO LLLEGAMOS A LOS DE MAS DE 64 AÑOS, TENEMOS QUE LOS PORCENTAJES SE DAN VUELTA.