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Las Olivera: una lección de cómo triunfar sin apoyo

Posiblemente sean dos de las mayores promesas a futuro del deporte uruguayo. Se llaman Catalina y Valentina Olivera, tienen 14 y 12 años respectivamente, viven en La Blanqueada y van al liceo nº12. En el año 2007 ambas comenzaron a practicar esgrima en el Club Andresito, del Ejército.

“Siempre fueron niñas a las que le gustaba el deporte, primero practicaron un poco en la pista de atletismo y después vieron la esgrima y les gustó. Probaron un poco y le fueron tomando el gusto”, cuenta Luis Olivera, el padre.

A poco de comenzar los entrenamientos ya se empezaron a destacar, obteniendo numerosos premios a nivel nacional y empezando a tener posibilidades de salir al exterior. El gran salto lo dieron este año, cuando la familia se decidió a hacer una fuerte inversión económica y sustentar un montón de viajes a lo largo y ancho del continente.

“Estuvimos desde Quebec a Tierra del Fuego”, señaló su entrenador, Aníbal Calcagno, “utilizando distintas competencias regionales o del continente como forma de preparación, de ir desarrollando la actividad deportiva de las chicas”.

El padre de las deportistas aseguró que el 90% de los costos corrieron por cuenta de la familia, y que la única ayuda que recibieron fue por parte del propio Club Andresito, que aportó para un par de viajes. “Se ha hablado con la Federación, pero no ha funcionado”, dijo Luis, quien agregó que “llega un momento que ya es demasiado sacrificio para la familia sin contar con el apoyo de ninguna institución gubernamental”.

Catalina y Valentina, mientras tanto, no paran de ganar. Su entrenador afirmó que lo que han logrado “ha sido realmente importantísimo. No hay antecedentes en la historia de la esgrima uruguaya”. Calcagno reconoció que no recuerda un esgrimista uruguayo, de cualquier sexo o categoría, que obtuviera tantas medallas.

Las Olivera, junto a Estrella Curbelo, también del Club Andresito, van regularmente a Argentina a disputar los rankings argentinos, que son abiertos a otros países, y torneos intercolegiales.

“Son chicas que fueron estimuladas desde muy pequeñas a hacer deporte y eso hoy en día redunda en que tienen destrezas que el común de los chicos no tiene”, explicó Calcagno. También asegura que la materia prima y la disposición para proyectar deportistas de alto nivel la tiene, pero que todo depende de “un marco estatal que las apoye”.

Para el 2013, Catalina tiene posibilidades de competir en los Juegos Odesur de menores y Valentina en los Juegos Panamericanos infantiles. “Son pruebas que van a tener que estar financiadas por los organismos que corresponden”, sentenció Calcagno. “Probablemente para el período preparatorio todavía dependamos del esfuerzo económico”, señaló. La idea del entrenador es ir a Italia “a entrenar al lugar donde está lo mejor de la esgrima para poder mejorar”. “Si vamos a elegir, vamos a elegir lo mejor”, opinó

“Uno a veces tiene que apostar para obtener resultados después. Es una lotería”, dijo el entrenador, que manifestó que a medida que les siga yendo bien podrán meter más presión en tiendas gubernamentales para conseguir apoyo.

En cuanto al profesionalismo con que las chicas se toman el deporte, Calcagno expresó que hasta el año pasado lo hacían por diversión, pero a partir de 2012 “hubo un cambio muy importante por parte de las dos y lo han tomado con mucha más seriedad”.

“El roce internacional les ha dado una madurez y una comprensión en cuanto a su actitud dentro de las pruebas”, explicó. “A veces las observo y me llama la atención cómo ellas mismas se comprometen en la prueba y se concentran, se disciplinan, observan los rivales y estudian los combates”, contó. “Lo van tomando de forma mucho más profesional por sí mismas, sin forzar la situación. Ellas mismas van siendo más exigentes consigo mismas que lo que soy yo como entrenador”, agregó.

Además de la esgrima, tanto Catalina como Valentina practican otros deportes. Catalina se ha subido al podio en competencias nacionales de salto largo, pentatlón moderno y natación. Valentina, por su parte, juega al tenis y actualmente va primera en el ranking nacional.

Para Calcagno la clave es que fueron estimuladas desde muy pequeñas y eso les permite “encarar cualquier disciplina y aprenderla con mayor facilidad”.

El Palmarés de Catalina

1ª en los Campeonatos Federales en infantiles A y B, y 2ª en cadetes y juveniles; una plata y siete bronces en distintos torneos en Argentina. Todos en florete, salvo dos bronces que fueron en espada. También fue octava en el Sudamericano de Sucre, Bolivia. En otros deportes: fue primera en salto largo en un campeonato liceal regional y primera en su categoría en el Campeonato Nacional de Pentatlón Moderno.

El Palmarés de Valentina

1ª en el Campeonato Federal de infantiles y 3ª en cadetes (dando ventaja de edad); quinta en el Sudamericano de Sucre; seis medallas de oro, cuatro de plata y una de bronce en Argentina, una de oro en Brasil; medalla de oro en el Sudamericano de Montevideo. Tres oros y un bronce de Argentina fueron en espada, el resto todo en florete. En otros deportes: primera en el ranking nacional 2012 Copa Babolat.

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