editorial
La historia del periodismo uruguayo, incluso durante la dictadura, está impregnada de un profundo respeto por la intimidad de las personas.
Ayer nos enteramos, después de conocida la renuncia de Alberto Breccia –de la que informó en exclusiva en LA REPÚBLICA- sobre cuál es su historia clínica.
El diario “El Observador” publicó en un amplio titular “Breccia en el Casmu, afectado por cáncer” rompiendo una tradición de la prensa uruguaya que en general no brinda ese tipo de informaciones, si no es para utilizarla con muy bajas intenciones, en una actitud donde prevalece el escándalo noticioso por encima de la paz espiritual de los individuos. No estamos por cierto ante el mejor pensamiento católico, que tanto influye en ese medio de prensa.
Estamos, entonces, ante un cambio noticioso profundamente bajo, de corte escandaloso y derechista, en el peor sentido de la palabra, que desprecia el dolor humano.
El diario “El País”, que disfrutaba en los años de plomo al publicar las fotos de los presos políticos con sus cabellos mojados por el submarino, tituló después de leer “El Observador”: “Breccia renunció a su cargo por razones de salud” y reprodujo en el texto la información de “El Observador” sobre el cáncer. Los portales también se subieron a la información de “El Observador”, tomándola como base.
No vamos a entrar, por cierto, a responder con la misma bajeza. Seguiremos transitando por la senda de un periodismo humano, respetuoso de la intimidad de las personas.
A la vez queremos dejar en claro que no nos sentimos satisfechos con la situación, porque no somos de los que disfrutamos de los errores de otros y mucho menos de sus claudicaciones filosóficas y religiosas.
Lo único a que aspiramos es a que la sociedad uruguaya no pierda sus códigos de solidaridad y respeto por el semejante. No queremos vivir en las cloacas, para sacar partido del dolor, buscando conmover a quienes viven del disfrute del morbo.
Sabemos, a la vez, que Alberto Breccia, enterado de tanta bajeza, se siente más fuerte que nunca, dispuesto a librar su gran batalla por la vida, por su familia, por sus amigos y compañeros.
Los responsables de “El Observador” y “El País”, se equivocaron: a Breccia no lo van a quebrar, porque mucho antes no lo pudo quebrar la dictadura. Seguramente seguirá con su fina estampa de caballero, con su fino humor, siempre pensando y actuando a favor de sus iguales, a los que seguramente no les pedirá que hagan conocer su historia clínica.
Gustavo Díaz ensayó en lo táctico ayer en Los Céspedes, colocando a Adrián Romero en la defensa, en lugar de Alejandro Lembo que volvió a trabajar diferenciado. El “Chino” Recoba, como se presumía, no podrá estar a la orden mañana en el partido con El Tanque Sisley.
El argentino Juan Martín del Potro, segundo favorito de la prueba, y el número uno del tenis mundial, el suizo Roger Federer, se clasificaron ayer para las semifinales del torneo de Basilea.
En la edición de ayer informábamos sobre la situación complicada para fijar el partido entre El Tanque y Cerro para el próximo fin de semana.
Los ministerios del Interior y de Economía decidieron descartar la póliza de seguros para resarcir a las víctimas de los delitos de violencia y en su lugar resolvieron otorgar una pensión del orden de los $ 12.500 mensuales a los familiares.
El Frente Amplio (FA) no incluirá en la campaña contra la reforma por la baja en la imputabilidad, la posibilidad de adelantar el plebiscito promovido por blancos y colorados, ni habilitar el voto a partir de los 16 años.
Fue en las calles de Montevideo donde ayer se pudo ver a un criollo “rodeao, rodeao, rodeao”. La gente, a su paso, le decía “mi general”. Los restos de Artigas volvieron, tras un año, al remozado Mausoleo que desde ahora alberga conceptos de sus anhelos