editorial
El diálogo que están teniendo las FARC y el presidente de Colombia Juan Manuel Santos, hay que seguirlo muy de cerca, sin intromisión de ningún tipo.
Para la estabilidad de América el Sur, el logro de la paz en ese país será una victoria de la democracia y de la libertad, no solo para Colombia sino para todos los pueblos de Latinoamérica y el Caribe.
Las conversaciones se están desarrollando en Noruega, lo suficientemente distante en lo geográfico y en lo político del escenario del conflicto, lo cual es importante.
En esta oportunidad, Cuba estará actuando como garante del diálogo. A la vez Chile y Venezuela estarán acompañando.
Según distintos observadores internacionales, en las semanas previas al inicio de las conversaciones, las FARC y el gobierno de Santos han emitido “señales positivas”, y se estima que más adelante podría sumarse al proceso de paz el otro grupo guerrillero armado colombiano, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Las FARC han hablado de un “verdadero adiós a las armas”, pero el presidente Santos solo contemplaría esta opción en caso de que se llegue a un acuerdo final, y ha anunciado que las operaciones militares contra la guerrilla se mantendrán mientras duren las conversaciones, mostrando así que hay una amplia zona de desconfianza por parte del gobierno de ese país.
En diálogos que hemos mantenido en los últimos meses con diplomáticos latinoamericanos, hemos encontrado un elemento común, pero de dos caras: el reconocimiento de que el proceso de paz va a llevar su tiempo, pero a la vez que urge la conquista definitiva de la paz.
Todos entienden, a la vez, que durante las conversaciones de Oslo hay que dejar que las partes puedan moderar sus posturas en la intimidad, pero que después de esa etapa, si se logran avances, es imprescindible que la comunidad de gobiernos de Latinoamérica y el Caribe, respalde con firmeza el proceso de paz, en tanto las heridas internas de Colombia son muy profundas.
Esas mismas fuentes aseguran que en caso de que en Noruega no surgieran avances, “nada está por perdido”, en la medida que en Colombia existe el más firme convencimiento de que la paz será una gran catapulta para el desarrollo de ese país, al grado que en pocos años se podría ubicar como una de las grandes potencias económicas de la región.
Estamos, entonces, ante una gran oportunidad para que continúe el avance latinoamericano, que ya se vio fortalecido en las elecciones nacionales de Venezuela y en las elecciones municipales de Brasil.
Mañana, cuando las partes den una conferencia de prensa, podremos calibrar si hay o no avances.
El presidente carbonero ya tiene los dos nombres para ocupar los cargos dejados vacantes por Osvaldo Giménez y Víctor Púa, los elegidos por Damiani son Juan Ahuntchain y Carlos Sánchez, y desde ya se anuncia un conflicto con Defensor Sporting.
Uruguay perdió 21–10 ante Argentina en su segunda presentación en la Americas Rugby Championship. Digna actuación celeste ante un rival que era favorito. El sábado cerrará su participación ante Estados Unidos, buscando el tercer puesto. Los Jaguares argentinos y Canadá irán por el título.
El triunfo obtenido por Paraguay ante Perú, no solo acalló algunas voces altisonantes que pedían su cabeza, sino que ahora la gente extiende su crédito al frente de la albirroja, apoyado incluso por los jugadores guaraníes.
Uruguay se colocó desde ayer en el podio de los tres países latinoamericanos que legalizan el aborto, detrás de Cuba y Guyana. Tras nueve veces de intentarlo, se aprobó la ley que despenaliza la interrupción del embarazo y que, aparentemente iría camino a ser refrendada por la población.
El ministro de Desarrollo Social y ex ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, consideró que la ley de despenalización del aborto “logra un objetivo histórico” que “da garantías de mejora en la salud integral y en la salud sexual y reproductiva”. Por su parte, la senadora Mónica Xavier, actual presidenta del Frente Amplio no cree que la ley aprobada ayer vaya a ser derogada en el hipotético caso que Tabaré Vázquez vuelva a ser presidente en el próximo período de gobierno.
El Poder Ejecutivo envió ayer al Parlamento el proyecto de ley de minería de gran porte, acordado en una comisión multipartidaria.