rendición de cuentas

En la política de Defensa

Hoy ver la política de Defensa Nacional de nuestro país, desde el punto de vista solo de la Rendición de Cuentas, es caer en un simplismo numérico, y lo que es más grave aún, comparar entre maestros y militares sus salarios, ambos deprimidos por políticas anteriores y ambos tenidos en cuenta en estos últimos procesos de gobierno del Frente Amplio, genera un estado de contradicción entre la sociedad que no creo que sea el más adecuado; alcanza solo con recordar o releer el discurso del presidente José Mujica, presidente de todos los uruguayos, en Durazno, a pocos días de asumir el jefe de las fuerzas, y allí dio inicio esta nueva etapa en política nacional y en materia de Defensa.

La conducción de la Defensa es una actividad política, se sustenta en los criterios estratégicos, históricos, geográficos, técnicos y sociales que orientan el cumplimiento de la función de Defensa en cada Estado.

La política de Defensa debe ser política de Estado, debe tener un consenso de los representantes de la ciudadanía, con objetivos claros que puedan mantenerse y ser alcanzados en el tiempo, debe de estar inserta en la sociedad, porque en definitiva estará presente la función del Estado por un lado con un conjunto de medidas y de acciones que este lleva adelante dentro del círculo Estado – nación, la cual constituye la Defensa nacional.

En nuestro país, luego de haberse aprobado la Ley de Defensa Nacional con su conllevado debate, nos coloca en una situación de ventaja importante porque se llega a la misma después de haber abordado desde ese lugar el tema.

Es la política del Estado que establece la forma en que se estructura y cómo se organiza la defensa nacional del país; es una política que representa los intereses y objetivos nacionales, de los cuales se derivan políticas específicas para los distintos ámbitos en que se desenvuelve la misma.

Debe incluir la definición de requerimientos en cuanto a seguridad y acciones frente a situaciones provocadas por catástrofes, de acuerdo a los intereses y objetivos nacionales. Debe abarcar el análisis de la situación internacional y la forma como esta afecta al país, la definición de objetivos y la coordinación requerida con otros ministerios.

La Defensa tiene por finalidad garantizar la soberanía e independencia, su integridad territorial y capacidad de autodeterminación; proteger la vida y la libertad de una nación, y por parte ser promotora de un desarrollo económico, social y político que beneficie a las amplias capas de la nación a la que sirven y la que representan.

Es indudable que cuando hablamos de la defensa nacional va de la mano con el Estado que tenemos, y aquel que deseamos tener inserto con la nueva realidad que nos circunda, y si queremos un Estado que desarrolle en el país la ciencia y la tecnología, tenemos que rescatar los recursos humanos con los que cuenta nuestro país para ponerlos al servicio de este, para pensar el país en un continuo desarrollo.

No fue casual que el Uruguay en los últimos seis años haya puesto en el debate varias reformas como son: sanitaria, educativa, de las Fuerzas Armadas, la tributaria; todas ellas de una manera u otra convergen en el cambio social que se esta produciendo en nuestra sociedad.

Debemos adaptarnos a la nueva realidad que nos circunda, hoy estamos enfrentados a un mundo donde el conocimiento y la comunicación global se producen al instante y en forma permanente, solo alcanza que en este momento desde nuestros celulares enviemos un sms a cualquier parte de la Tierra en fracciones de segundos para comprobarlo. Hoy tenemos otros actores sociales, ya sean de género, etnia, culturales, por eso la política de Defensa debe estar asociada y relacionada a esta nueva realidad, sería de alta política poder subliminar los fracasos y los triunfos en identificaciones propias de todos los ciudadanos, sin que esto opte de las responsabilidades específicas de cada quién, de esta manera será más sencillo vincular la defensa nacional con el desarrollo del país.

“El concepto de desarrollo está basado en la estabilidad, entendido en un sentido amplio. La estabilidad no es un concepto solamente económico, es una visión que refleja también los aspectos políticos y sociales. Implica acuerdos sociales extendidos, que aseguran las condiciones para que la estabilidad se logre. Supone lograr el compromiso de la gente con un proyecto nacional”, dice la plataforma electoral del Frente Amplio de 2009.

El proyecto nacional es tener el sentido de mirar hacia adelante, es el futuro, es apropiarnos de la historia, la razón y el recuerdo del pasado debe de ser colocado en nuestra memoria activa, es tener ideas, es tener sentimientos, y es tener un ideario, que será la fuerza de reafirmar nuestras identidades nacionales.

La construcción del concepto de desarrollo del país mirado desde la defensa nacional, es destacar en primera instancia que los temas de Defensa no pueden ser solo exclusivos de los ámbitos militares, para que se democratice esto debe de estar incluido el conjunto de la sociedad, debe de ejercerse fuertemente como un claro ejemplo del ejercicio de la ciudadanía, en una sociedad abierta este tiene derechos pero también obligaciones, y para eso la participación ciudadana en el vínculo defensa nacional y desarrollo del país es vital.

Este tema debemos abordarlo en conjunto, ya que no se visualiza por parte de la ciudadanía como un derecho que el Estado debe de preservar y garantizar, y por lo tanto se le deben crear las condiciones para que el ciudadano se apropie y se comprometa con el proyecto y el contenido.

Hoy la seguridad de una nación ya no es solamente la defensa de su integridad territorial, sino que también abarca la prevención o defensa ante los riesgos de la gestión irresponsable de los recursos naturales, del uso de los avances científicos y tecnológicos con fines espurios, la delincuencia internacional, el narcotráfico, el terrorismo, hoy se vincula directamente con las políticas internacionales que llevan adelante las naciones.

La defensa de una nación también es sistemática depende no solo de su poderío militar sino del desarrollo económico, de su capacidad de innovación, de su cultura, de los valores y principios que pautan su organización y funcionamiento institucional, como así también su presencia internacional y su estabilidad democrática.

Desde el punto de vista de la economía del país, debemos de ser capaces de poner todos nuestros recursos humanos al servicio de esta, la lucha contra las desigualdades sociales que aún existen en nuestro país es socializar el conocimiento adquirido, y ustedes, integrantes de las Fuerzas Armadas, cuentan en ese sentido con un invalorable aporte que debe de ser volcado a la transformación social de nuestro pueblo.

Debemos de ser capaces de desenclaustrar a la institución militar, no quiero decir con esto que deben de salir de sus cuarteles, sino que estamos hablando de un nuevo espíritu, de renovar lazos con la nación y la patria, aprovechar al máximo el rol profesional que tienen, aunque como cualquier institución del Estado aún sigue siendo una institución burocrática como otras que tenemos, pero sin lugar a dudas que el proceso actual de transformación nos brinda hoy esta oportunidad histórica, pocos conocen que hoy hay cursos que se dictan en establecimientos militares como es el caso del establecimiento militar de San Ramón y la UTU, allí alumnos que no cuentan con talleres de mecánica automotriz realizan sus prácticas y cursos, y egresan, tienen sus clases teóricas en la UTU, y cuentan con alumnos militares que también se forman. Es posible sumar esfuerzos por la patria.

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