diez preguntas a la dirigente del gremio de la ex pluna sa, sabrina acevedo

“Se tendrá que declarar cielo abierto en la temporada”

¿Desde cuándo trabajaba en Pluna SA y en qué momento se produjo la militancia sindical en dicha empresa?

Desde hace 13 años y medio que estaba en Pluna SA. Era jefa de control de los call center externos y estaba en la sección venta de dichos centros y en las reprogramaciones de los vuelos. A los pocos meses de trabajar ingresé al sindicato y tengo el rol de dirigente desde hace 6 años.

¿Cuáles fueron los motivos por los que rechazaron la liquidación de Pluna SA?

El cierre no fue bien efectuado. El tema de los juicios de Brasil se ha corroborado que no son tales; hay demandas colgadas pero los montos son bajos. No fue bien cerrada la empresa. Si Pluna SA no era solvente, era porque hubo un vaciamiento. Pensamos que el Poder Ejecutivo nos pudo haber convocado como sindicato para buscar una salida, como ser la devolución de los aviones en leasing, el envío al seguro de paro a funcionarios, hacerlo rotativo, mientras se buscaba un inversor.

Pluna era un emblema del país y un patrimonio que mataron. Alguien debiera de tomarse el trabajo de hacer un estimativo de la pérdida que tuvo el país por la liquidación de Pluna SA. El cierre ya fue y no podemos mirar para atrás; ahora estamos en otro escenario, impensado, y debemos salir adelante, confiando en que este gobierno va a encontrar la mejor salida.

El Presidente de la República manifestó reiteradamente su preocupación en garantizar la mayor cantidad de puestos de trabajo, ¿ustedes tienen confianza que se llegue a un buen término en tal sentido?

El presidente Mujica dijo que se iba a hacer cargo de intentar reincorporar la mayor cantidad de puestos posible. Lo afirmó y le creemos. La conectividad va unida a los puestos de trabajo. Pienso que el Poder Ejecutivo, y ahora que las negociaciones están en manos del secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, que el tema está más directo en la Presidencia, pienso que van a encontrar la mejor salida. Creo que como Mujica se dio cuenta de la envergadura del tema, quiso hacerlo propio, retirando de la negociación a los ministros Lorenzo y Pintado, y pasarlo directamente a Breccia, que será la palabra del Presidente.

¿Con cuántos inversores y empresas se contactaron, en estos últimos meses, procurando la conformación de una nueva aerolínea de bandera nacional?

Hubo unos nueve interesados, de los cuales algunos ni siquiera pasaron a hablar con los ministerios, porque proponían traer aviones y no dinero. En ese caso, nosotros mismos fuimos filtrando. Pero la gran mayoría de los casos los derivamos al Poder Ejecutivo que son los que deben de decidir. No obstante, el sindicato tiene su propia propuesta y el plan detallado se lo presentamos al secretario Breccia.

En el mismo establecimos un cronograma de trabajo. Definimos que a los 90 días de adjudicadas las frecuencias comenzar a volar. Entendemos que esta temporada está perdida y que se tendrá que declarar de cielos abiertos para que el pueblo uruguayo tenga la mayor conectividad posible. Pensamos arrancar a volar en marzo.

¿En qué consiste el plan de negocios de los trabajadores?

No definimos un plan que sea muy amplio en cuanto a la utilización de dinero, porque los trabajadores no cuentan con el mismo. Pensamos en la utilización de siete aviones de la subasta de los cuales seis estarían operando permanentemente. Pretendemos que el Poder Ejecutivo o el Bandes se haga cargo del boleto de reserva. Se quiere ir incorporando las rutas que tenía Pluna SA paulatinamente hasta llegar a una operativa total en el mes de setiembre. Nosotros hacemos la propuesta, después el gobierno decidirá con qué se queda, sin con Molinari, con una propuesta americana o el grupo español Mondragón.

Queremos decirle al Presidente que le pida a Hugo Chávez un subsidio para comenzar a trabajar con la nueva empresa. Para los primeros seis meses necesitamos un capital de US$ 16 millones, y calculamos que por año, tendríamos una pérdida de US$ 7 millones sin ningún tipo de subsidio. En caso de tenerlo, por ejemplo con el combustible, estaríamos empardando las cifras. Para los siete aviones necesitamos 492 trabajadores, para garantizar la seguridad y la calidad del servicio.

¿Cómo piensan amortizar el pago de los aviones subastados?

Nos comprometemos a pagar US$ 100 mil al mes por cada uno de los siete aviones. El Estado debe de hacerse cargo de la garantía y nosotros estaríamos abonando los aviones con nuestro trabajo. Pretendemos que sea una empresa paraestatal con un gerenciamiento privado. Pensamos impulsar tarifas promocionales y resarcir a los pasajeros con la entrega de boletos de viajes.

¿A qué empresarios tienen detrás apoyando su propuesta?

A nadie. Tenemos al gobierno o que Venezuela ingrese con nosotros, ya que tendríamos el combustible más barato y podría explotarse el negocio de carga. Todavía no conozco la propuesta del empresario Molinari.

¿Ustedes no manifestaron que tenían propuestas coincidente con Molinari y Air Nostrum? ¿No hay un giro en su discurso?

Nuestro proyecto es independiente al planteo de cualquier empresa. No nos podemos casar con ninguna empresa y es el Poder Ejecutivo el que tiene las herramientas para discernir sobre la mejor propuesta. Acá decimos, o el Estado uruguayo o Venezuela. Yo hoy no puedo decir que estoy codo a codo con Molinari porque no conozco su plan de negocio.

¿Por qué el sindicato tiene tanto rechazo a la persona del empresario Juan Carlos López Mena?

Discrepamos con su forma de operar. Tuvimos muchísimas reuniones con gente interesada y sin embargo, él fue el único que no citó al sindicato de Pluna SA para hablar. El mismo día del cierre de Pluna comenzó a llamar a personal nuestro, por fuera del sindicato, cuando se pidió se respete la bolsa de trabajo. Tiró una subasta abajo diciendo que los aviones no valían. Tampoco considero que actuó bien respecto al gobierno, que lo deja mal parado con sus idas y venidas.

¿Analizaron en la interna el incidente con el ministro de Economía, Fernando Lorenzo?

Sí. En esa movilización se dio un episodio no esperado. El ministro pasó caminando al lado nuestro. Intenté parar la cosa lo más que pude. No estoy de acuerdo con las agresiones, pero tampoco estoy de acuerdo que hace tres meses que estamos buscando una salida y no tuvimos respuesta. Estamos conteniendo a mucha gente que está mal.

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