responsable de que peñarol no perdiera sobre el final

Bologna comienza a confirmar

Cuando el argentino tuvo que ir a buscar la pelota al fondo de la red por cuarta vez en aquel encuentro ante Fénix, en la primera fecha del torneo Apertura, en la cual al menos en tres de los goles tuvo responsabilidad, la gente, los dirigentes y la prensa en general le cayó con todo al golero.

Había llegado a Peñarol como prioridad por el técnico Da Silva, luego de una larga decantación de goleros argentinos, que no pudieron llegar a los aurinegros por distintas razones. Recordemos que muchos argumentaron que esa mala actuación se daba precisamente porque no era un golero de nivel. Mientras las voces se alzaban por doquier pidiendo a un jugador de la cantera carbonera como Leandro Gelpi, se “descubría” el problema familiar que afectaba a la familia del argentino, específicamente un problema de salud de su pequeño hijo, situación desconocida para los dirigentes aurinegros. Algunas voces en directiva exigían una explicación al tiempo que “Polilla” Da Silva explicaba en la interna del plantel que el portero no entrenaría esa semana con normalidad, porque tenía un problema familiar y no lo haría hasta que no tuviera absolutamente solucionado el tema de la internación de su hijo.

El argumento a su mala actuación en el debut era que estaba en una situación familiar complicada y que no la había comentado. Da Silva, para la segunda fecha con River Plate, le dio la posibilidad a Leandro Gelpi.

Pero tras solucionar el problema, el argentino Bologna volvió al arco aurinegro para tener un partido correcto ante Bella Vista, quien tampoco lo exigió demasiado. Después Cerro en partido con algunas buenas intervenciones aunque en el gol de Cerro dio rebote y el albiceleste descontó poniendo una cuota de incertidumbre en el partido. Pero ayer ante Danubio sin dudas fue su mejor actuación, al menos tuvo responsabilidad en que Peñarol no perdiera, al tener una atajada espectacular, ahogando a Richard Núñez cuando iba a anotar a falta de pocos minutos. En el resto de las pelotas que llegaron, estuvo firme, decidido y sin dar rebotes. Aparenta haber encontrado tranquilidad y con ello seguridad. Da Silva sonríe, porque otra de “sus” prioridades comienza a darle resultado…

Números

360 - Son los minutos que lleva en el arco aurinegro yendo a buscarla al fondo cinco veces, cuatro de ellas en el primer partido. En dos partidos, con el de ayer, no le anotaron.

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