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Desastre

¿Quién responde por la asociación Pluna-Varig?

Las pérdidas de Pluna son históricas, y si bien hay quienes creen que las dificultades comenzaron en el gobierno militar, buena parte de los actores –mayoritariamente oficialistas- coinciden en que el principio de la debacle se gestó en función del estrepitoso fracaso de la asociación entre Pluna y Varig en el período 1995-2005 con pérdidas entre US$ 145 millones y US$ 160 millones.

PUBLICADO el Domingo 14 de octubre, 2012

En picada. En el decenio, 1995-2005 la empresa estuvo en “quiebra técnica” en dos oportunidades

La ley de asociación de Pluna es de la época del gobierno del Partido Nacional, aunque la asociación con Varig empezó en junio de 1995, en la segunda administración de Julio María Sanguinetti.“Durante los diez años de la administración Varig, la empresa estuvo en lo que se dio en llamar “quiebra técnica” en dos oportunidades: en 1996 y en el año 2001. Ahora estamos en una situación parecida. ¿A qué le llaman “quiebra técnica”? A aquel momento en que una sociedad anónima -de acuerdo con la Ley Nº 16.060- al cerrar el balance constata que ha perdido más del 75% de su capital”.

Así resumía el 8 de junio de 2005 en el Parlamento, el entonces presidente de Pluna, Carlos Bouza. Sin embargo, luego de la desvinculación de Leadgate de Pluna y de constatarse la cesación de pagos y la insolvencia económica de la empresa, como un marronazo cayó el pronunciamiento judicial en Brasil del pasado 29 de junio que le dio la razón a dos ex trabajadores de Varig en un juicio contra Pluna por una cifra mayor a US$ 1.000.000 por lo cual se abría la posibilidad de 7.000 posibles demandas por un costo de US$ 3.500 millones según estimaciones del gobierno (ver nota aparte).

Días atrás, el vicepresidente Danilo Astori dijo que llegaron ocho nuevos juicios. “A mí lo que me pone los pelos de punta son los reclamos que llegan día a día de los fallos de la Justicia brasilera por las cuentas que quedaron pendientes de las cuentas de Varig. Eso es lo que me pone los pelos de punta, por eso trato de solucionar eso”, afirmó el 5 de octubre a Radio Sarandí el presidente José Mujica.

Las pérdidas

Y nuevamente en el Parlamento, pero en régimen de Comisión General el 3 de octubre de 2007 cuando fue convocado el ministro Víctor Rossi, Bouza desglosó las pérdidas del proceso de asociación de Pluna-Varig durante el decenio 1995-2005. Sostuvo que “el costo total es de US$ 145:919.604,67.

Al inicio de la sociedad, en el año 1995, “el Estado puso US$ 17:267.680, quedando dueño del 49% del capital social, y los accionistas privados aportaron US$ 2:000.000 -que depositaron en el BHU-, quedando con el 51% del capital social. Para que esto pudiera ocurrir, el Estado se hizo cargo de la deuda de los aviones Boeing 737-200 que fue pagada por Rentas Generales desde el año 1995 hasta el 2004, la cual ascendía a un total de US$ 42:563.728,12”. Según Bouza, luego “hubo recomposiciones de capital por parte de Pluna con motivo de las quiebras sucesivas que se fueron dando, las que se conocen con los nombres Convenio Marco I y Convenio Marco II. Por el Convenio Marco I, Varig SA prestó a Pluna Ente Autónomo, para recomponer su capital, US$ 3:473.448,90, más los intereses que se fueron calculando, lo cual sumó US$ 5:317.000”.

En el Convenio Marco II el Estado vuelve a poner US$ 14:792.500, los cuales provienen de una deuda con la Dirección General de Infraestructura Aeronáutica por más de US$ 5:000.000 y de otra con el Banco de Seguros del Estado por unos US$ 8:800.000”. El ex jerarca manifestaba que “cuando se estableció la nueva sociedad hubo pasivos no transferidos que el Estado guardó para sí e hizo frente a ellos que ascendían a US$ 11:956.463,45”. Por otra parte, están los US$ 8:809.110 de la acción de SITA Foundation. Luego hubo traspaso de fondos en los años 2006 y 2007 por US$ 15:651.204,03 más el convenio con Ancap y el Argentino Hotel que significan US$ 35:433.235,85. Hubo también pagos de pasivos por US$ 4:258.605,18, coincidiendo con la cifra final de US$ 145:919.604,67”. “Esta era la situación que presentaba la empresa Pluna en el momento de nuestro ingreso, habiendo dado quiebra tres veces en diez años y contando con un capital negativo, con el que hubo que apechugar”, señaló.

Debate político

En el Parlamento el tema era recurrente. Más recientemente, en el debate sobre los Informes de la Preinvestigadoras sobre Pluna, el 13 de julio pasado en el Senado, Hebert Clavijo (FA) Aludió al desmantelamiento que, por obra de Varig, se produjo en el taller de mantenimiento de Pluna, que era un modelo en la región. ¿Por qué ocurrió esto? Porque Varig le vendía unilateralmente los servicios a Pluna. Así fue como Pluna tuvo necesidad de recurrir a alquilar tres aviones por leasing y pagar US$ 650.000 por mes, cuando el costo era de US$ 250.000. Sin lugar a dudas, eso es vaciamiento. Además, en un año se cambió ocho veces el motor de un Boeing 737”.

El legislador socialista Eduardo Fernández aludió a Varig como una empresa “enormemente grande y que nos presionaba”.“En aquel tiempo perdimos la capacidad de ir generando conocimiento en los talleres de Pluna, que fueron de los primeros en la región. Ya lo decían los viejos mecánicos jubilados de Pluna de aquella época: ‘Nos están sacando los aviones y se están perdiendo los conocimientos; no los podemos transmitir’”, agregó.

 

Visiones de Pintado y su antecesor Rossi

“Es obvio que tenemos coincidencia sobre algunos aspectos del deterioro de Pluna y de cómo y dónde terminó. Las cosas no ocurren porque sí; no llegamos a esta situación porque se haya manejado exitosamente a la empresa. El proceso de asociación con Varig fue horrible; ¡ojalá no nos cueste más dolores de cabeza! Ese fue el peor negocio de asociación que se hizo. Se llegó a esa situación porque se venía de pérdidas y más pérdidas. Y el sector público también fue responsable del fracaso de la empresa aérea de bandera nacional”. Las palabras corresponden al ministro Enrique Pintado (MTOP) en el Parlamento el 3 de agosto de 2011.

En tanto, en una carta del ex ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi a la presidenta del Frente Amplio, Mónica Xavier se alude a lo que fue la asociación entre Pluna y Varig que determinó “permanentes pérdidas”. “En 1995 luego de un discutido y discutible proceso, bajo la forma de sociedad anónima, se concretó la asociación con Varig, con mayoría privada y otorgándole el gerenciamiento por 10 años. Durante este período 1995-2005 Pluna SA incurrió en permanentes pérdidas y cayó en situaciones de quiebra en tres oportunidades: la primera se salvó con un convenio entre Varig y el Estado uruguayo que se firmó el 28 de agosto de 1996.

 

Una bomba de tiempo

El 3 de octubre de 2007 en Comisión General, el ex presidente de Pluna, Carlos Bouza señalaba que “nos encontramos con una serie de contingencias que Varig había dejado flotando, algunas de las cuales son juicios iniciados contra Pluna en el exterior”. “En este momento, -agregó Bouza- dichos juicios están en una nebulosa y, por tanto, cuando un nuevo socio pretende ingresar al negocio, deja claro que no quiere hacerse cargo de esas contingencias, porque si éstas resultaran negativas, el valor de la empresa es distinto”.

Y finalmente la amenaza se hizo realidad. Sin embargo, luego de la desvinculación de Leadgate de Pluna y de constatarse la cesación de pagos y la insolvencia económica de la empresa, como un marronazo cayó el pronunciamiento judicial en Brasil que le dio la razón a dos ex trabajadores de Varig en un juicio contra Pluna por una cifra mayor a US$ 1.000.000 por lo cual se abría la posibilidad de 7.000 posibles demandas por un costo de US$ 3.500 millones según estimaciones del gobierno. El vicepresidente Astori informó que llegaron ocho nuevos juicios. En julio pasado, en comisión legislativa, Carlos Moreira (PN) dijo que en el balance 2010-2011: “No es posible determinar el monto total de los reclamos ya que los demandantes han optado por dejar para determinar en la instancia de liquidación los montos a pagar”. “Me han informado, que los directores del Estado han viajado a Brasil junto a abogados, siete, ocho o nueve veces en los últimos años, para ver a qué monto ascendían estos reclamos laborales y cuál era el riesgo que el Estado uruguayo estaba enfrentando”, agregó.

 

Los antecedentes de una empresa subvencionada

Desde la reinstauración de la democracia, la aerolínea Pluna, entonces ente del Estado, tenía que ser subvencionada. Según las versiones taquigráficas del Senado, ya en 1985 existía la preocupación por Pluna y planteos para ser privatizada. Aunque no hay datos fidedignos de la gestión de la aerolínea durante la dictadura cívico militar, se manejaba que en los últimos años daba pérdidas por un millón de dólares anuales. El primer presidente de Pluna después de la dictadura, Emilio Conforte, aseguró en la comisión de Hacienda del Senado, que entre los años 1981 y 1985, la aerolínea produjo pérdidas por 15 millones de dólares.

En los últimos años de la dictadura se intentó modernizar la aerolínea con la compra de aviones, pero ante la desfinanciación del ente, se optó que fuera el Estado que comprara las aeronaves y que Pluna no tuviera que poner un peso de los 22 millones de dólares gastados. En el presupuesto para el año 1985, primero de la administración del ex presidente Julio María Sanguinetti, se otorgó 539 millones de pesos para gastos de funcionamiento y pago de deudas de Pluna. En setiembre de 1986, el Ejecutivo envía un proyecto al Parlamento para transformar al ente autónomo Pluna en una Persona Jurídica de Derecho Público no Estatal.

En la ley de presupuesto 15.809, aprobada en diciembre de 1986, se establece para ese año, un subsidio de 15 millones de pesos para funcionamiento y otro de 756 millones para pago de deudas. En total, el equivalente a algo más de US$ 5,7 millones de la época. En 1987, Pluna estuvo a punto de perder la frecuencia hacia Madrid, al comenzar a regir una nueva disposición sobre el ruido de los aviones, y perdió una frecuencia hacia Estados Unidos. El vuelo a Madrid se logró mantener con una inversión de 3 millones de dólares para la colocación de silenciadores a un avión que era arrendado a Aerolíneas Argentinas y que se terminó comprando por 1,2 millones.

El 3 de mayo de 1988, el entonces senador Carlos Julio Pereyra (PN), realizó una exposición en el plenario de la cámara, para cuestionar dichos del entonces presidente de Pluna, contador Emilio Conforte, que propuso privatizar el 100% de la aerolínea. Conforte aseguraba que la empresa estaba prácticamente quebrada y que debía ser privatizada. Sin embargo, Pereyra negó esa situación, y sostuvo que la empresa se estaba recuperando, por lo que se debía mantener una aerolínea de bandera nacional. Agregó que Pluna no cobraba todos los subsidios votados en las Rendiciones de cuentas. En el Presupuesto de 1995-1999 se transfieren a Pluna una partida por una sola vez de $ 67.440.000 equivalente a US$ 12.000.000 a fin de cancelar diversas obligaciones conforme a la responsabilidad subsidiaria.

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