TIEMPOS MODERNOS

Yerba contra viento

- ¿Vio qué lindo que amaneció el jueves?

- Sí. El tiempo puso cara de “yo no fui”.

- Mismo. Quería hacer olvidar el estropicio; como gurí chico.

- Ta, estropicio hubo. Pero fue un lindo temporal. Bien organizadito, no como el de 2005. Se dio la alerta, por una vez la predicción resultó acertada, los servicios estaban razonablemente coordinados, la gente tenía los celulares a mano para filmar y los bomberos pusieron la piola para que tengan foto. Todo pipí cucú.

- Sí, si la protesta es por una hora de ómnibus, es que todo anduvo ok.

- No, ojo, la protesta fue por el churrasco del Palacio. Si mira las redes sociales, el temporal pasó a segundo plano.

- Sí, ta bien. Yo creo que hay un complot para sacarnos protagonismo. No tenemos terremotos, nada. Una vez que armamos un ciclón como la gente, bien escenificado, con el presidente domando chapas y todo, sale Borsari en alianza con los australianos, que ahora inventaron un tornado relleno de fuego.

- No saben qué inventar.

- No saben. Ahora, estropicio hubo.

- ¿A usted se le rompió algo?

- Peor. Se me acabó la yerba. Todo el tiempo entre que salgo y vuelo o me quedo, pero con dolor de cabeza.

- Ah, la cultura nacional es lo que tiene.

- ¿La cultura?

- Sí. El concepto ampliado de cultura es un invento de los antropólogos, que precisaban algo para distinguir un pueblo del vecino. Cualquier rasgo sirve; los de acá enterraban a sus muertos apuntando al norte, los de allá al oeste, por lo tanto eran dos pueblos distintos. Así, los uruguayos somos un pueblo cuya cultura consiste en tomar mate con termo. ¡Qué manga de tarados que somos, según eso!

- Pere un poquito, no se me tire contra los símbolos patrios, que nos van a prohibir como al Cuarteto de Nos, ¿se acuerda?

- Bueno, bajo el tono, al final es verdad que si no tomamos mate nos duele la cabeza, aunque uno aspirara a que nos caracterizáramos por una cultura un poco más sofisticada.

- Tomamos y tomamos. Mire, ahora que está cerca el 23 de setiembre le digo: los uruguayos somos tan materos que el héroe nacional se llamaba Yerbasio.

- ¡No haga vientos!