Editorial
A riesgo de parecer reiterativos, nos vemos obligados a insistir en el delicado asunto de la minoridad infractora o, como prefieren llamarlo los organismos defensores de derechos humanos, de los “niños y adolescentes en conflicto con la ley penal”.
Mientras sigue y se aviva la polémica por el plebiscito para bajar la edad de imputabilidad, un fallo judicial de segunda instancia vino a introducir un nuevo elemento que divide a la opinión pública: un comerciante que hace tres años fue asaltado, que disparó contra los delincuentes matando a uno de ellos y que había sido absuelto por el juez penal por tratarse de una legítima defensa, resultó condenado por el tribunal de alzada, que desestimó –con sólidos argumentos– la legítima defensa.
El hecho permite calibrar hasta qué punto la inseguridad que vive el común de la gente lleva a ver en cada joven a un delincuente, y en cada delincuente un enemigo público número uno al que es preciso eliminar sin miramientos pues constituye un peligro para la sociedad.
En este clima, cuando se reclama cada vez con mayor insistencia el derecho a estar armado y se tambalean valores y principios otrora sagrados, no solo la propuesta de bajar la edad de imputabilidad sino la eventual iniciativa de reimplantar la pena de muerte no sería mal recibida por una considerable porción de la sociedad.
La legítima defensa es un eximente o, al menos, un atenuante previsto en la ley penal, para aquellos casos extremos en que alguien mata a otro porque verdaderamente su vida estaba en peligro. Pero el temor y la ira de la población ante el incremento de la violencia delictiva van llevando poco a poco, insensiblemente, a justificar actos de represalia equiparándolos a situaciones de legítima defensa.
No es nuestro propósito pronunciarnos sobre los fallos judiciales a que aludimos más arriba, aunque la contundencia argumental del Tribunal de Apelaciones confirma que no se configuró la legítima defensa. Y debemos alertar sobre la ligereza con que la opinión pública toma partido irreflexivamente sobre un hecho sumamente delicado y doloroso.
Para que se configure la legítima defensa, es preciso que se den ciertas condiciones: agresión ilegítima, necesidad racional del medio empleado para repelerla y falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.
Nadie duda de que un individuo que es asaltado está siendo víctima de una agresión ilegítima, y que, ante la amenaza con un arma de fuego, es legítimo repeler la agresión con el mismo medio. Empero, cuando un comerciante es víctima de una rapiña y dispara al rapiñero luego que este cometió el hurto y está huyendo, no se configura la legítima defensa. Por más que sea una reacción explicable, ya no se trata de defender su integridad física sino de reprimir un delito ya cometido; se parece más a una venganza que a la defensa de su vida o de sus bienes.
Reiteramos que no nos pronunciamos sobre el caso concreto del comerciante en cuestión. Simplemente, estamos advirtiendo de un peligroso sentimiento que se va extendiendo en la población y que apunta a hacer justicia por mano propia.
Nacional y Defensor, que comenzaron el torneo cediendo dos unidades producto de un empate entre ellos, rápidamente alcanzaron la punta de la tabla.
España, que derrotó a Estados Unidos en Gijón, y República Checa que hizo lo propio ante Argentina en Buenos Aires, jugarán la final de la Copa Davis a mediados de noviembre en tierras checas
Santiago Silva marcó el primer gol de Boca en la victoria por 2-1 ante Independiente. El “xeneise” es el único líder del fútbol argentino. Nuestros compatriotas anduvieron “perforando redes” por todo el mundo.
Los cargos de Wilson Netto y Javier Landoni en UTU serán ocupados por el director del Programa para el Agro, Eduardo Davyt, y la directora del Programa de Planeamiento Educativo, Rita Ferrari. El mandatario quiere acelerar la autonomía de los órganos desconcentrados.
El senador Rosadilla analizó también la situación del Frente Amplio posterior a las elecciones internas del mes de mayo y estimó que la coalición salió ampliamente fortalecida porque logró
El plan de contingencia elaborado por la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), tras la renuncia de los cirujanos generales de emergencia, permitió una normal atención de los usuarios. ASSE, el MSP y el Ministerio de Trabajo se reúnen mañana para evaluar la situación.
sourin
15 septiembre, 2012
19:13
Desde luego que tener que recurrir a la autodefensa ante el posible delito es lo más desaconsejable y trae porblemas, y que por ello hay que reclamar a la Policía eficacia en su labor fundamentalmente preventiva. Pero cuando una persona se siente amenazada y reacciona tal vez en forma excesiva, ¿lo vamos a castigar con prisión? ¿No se dan cuenta de que en este caso sí que la represión es injusta? ¿Que en estos casos sí lo mejor debe ser medidas educativas? ¿Hacerle notar a la persona el mal resultado del exceso que cometió, pero ofrecerle comprensión por la situación que le tocó vivir, violenta porque se trata de una persona que no quiere vivir en el delito? ¡Piensen con la cabeza, pero también con el corazón!
Catrasca
15 septiembre, 2012
23:07
Interesante tesis la de la columna cuando los delincuentes entran en dependencias carcelarias hacen rehabilitación para salir de su sanción un tiempo después porque demuestran no solo buena conducta, sino intentar aportar en la sociedad a la que dañaron.
En nuestro pais? a veces ni entran a ser detenidos pues “nadie los captura” si el damnificado es “don nadie” (si sos del “otro” club exclusivo, hasta te devuelven lo robado), y te amenazan en las propias dependencia judiciales y policiales, y no pasa nada.
Si entran, salen transitoriamente y peligra no solo la victima, sino el policia que se metió en la detención.
Adentro? sacan certificado de terciarios en delincuencia, se preparan a full para su vida libre. Una joyita la educación pública no?
Los jueces, geniales, parecen timidos para las penas, como la policía, o será que tienen algo que deben?.
Sorry, estoy suceptible.
En serio, que mal el óptico, no?