Jueves, 6 de Septiembre de 2012. Montevideo - Uruguay
Edición Impresa
Iniciar sesión Registrarse

Mas historias de brujerías

Quilmes, igual que Peñarol, no le pagó a la “Bruja” y esta lo maldijo

La historia de brujas y brujerías se ha dado mucho en los campos de juegos y hay historias al respecto en muchas partes del mundo. Incluso en nuestro país se han dado casos conocidos o poco conocidos pero que llevan en sí ese enigma de si da resultado o no. Lo cierto es que han hecho hasta rituales para salir de las malas rachas, malas campañas o crisis deportivas.

FRANCISCO CONNIO PUBLICADO el Martes 4 de septiembre, 2012 1 comentario

Lo que le está pasando a Peñarol bien puede asemejarse a lo que le pasó a Quilmes argentino, en 1991 que “contrató” los servicios de una bruja llamada Dora porque querían ascender. Cuando la bruja fue a cobrar al club una parte por adelantado le dijeron que no le iban a pagar por lo que les maldijo diciéndole que por 13 años no iban a ser campeones y obviamente ascender.

Perdieron finales, chances de ascender hasta que los dirigentes decidieron ir a Chascomús, donde vivía la bruja para pagarle y “sacarles” el embrujo. Pero la señora había muerto. Tras 13 años en la B, exactamente en 2004 lograron el ascenso a Primera.

En Argentina mismo hay más historias conocidas, como la de Racing que según cuentan que debido al éxito permanente de la academia en la segunda parte de la década del 60, los hinchas de Independiente enterraron siete gatos en una de las puertas de acceso. Años después dicen que los hinchas de Racing solo encontraron seis gatos por eso se extendió la racha negativa tantos años sin éxitos.

Conocido es la mala suerte de América de Cali, “gracias a Garabato”. Benjamín Urrea fanático del club no estuvo de acuerdo que el América pasara a ser profesional, y en una reunión sentenció “Que hagan del América lo que quieran… pero juro por Dios que nunca serán campeones”. América mantuvo 31 años esa maldición a nivel local pero permanece a nivel internacional con cuatro finales de la Libertadores perdidas en forma consecutiva, una de ellas ante Peñarol la mas frustrante cuando faltaban segundos y “la Fiera” Aguirre anotó aquel recordado gol en 1987.

En Uruguay nadie desconoce que hace un tiempo se habló de una “brujería” en el arco de Peñarol, por lo cual se explicaba que los goleros carboneros pasarían sin mucho brillo y fácilmente olvidados una vez que abandonaban el club. Nadie tendría éxito pero Juan Castillo “cortó” esa mala onda, siendo permanentemente destacado.

Su breve paso en el club, no pudo impedir que esa maldición siguiera y por lo que ha pasado en los últimos tiempos la maldición del arco se ha “incrementado”. Y ya que hablamos de goleros hubo un caso de un portero de un equipo grande que se fracturó los dedos de sus manos varias veces.

Entonces fue a una “bruja” y esta le aconsejo dejar a la novia con la que estaba por casarse. Lo hizo y se le terminaron las fracturas.

Otro caso, hubo un equipo de la segunda división profesional, cuando era la “B” en el cual varios de sus jugadores habían concurrido a una bruja para que les ayudara a ser campeones.

Les aconsejaron jugar con algo rojo por debajo de la indumentaria fundamentalmente los pantalones. Lo cierto es que no ascendieron. Al buscar las causas del fracaso uno de los “implicados” confesó haberse olvidado en la casa de una prenda roja. En el fútbol chacarero, en uno de los departamentos más laureados se dio un caso de un equipo que tras ir a una “bruja”, en la noche previa a una final regó uno de los arcos con un líquido “preparado”. Lo cierto es que ese equipo fue campeón tras ganar 3 a 0, los tres goles en el arco regado.

Facebook

Un Comentario

Debes estar registrado para poder realizar comentarios. Registrarse



  1. El club nacido en 1913 está acostrumbrado a todo tipo de prácticas extradeportivas con tal de ganar lo que no gana en las canchas; es parte de su historia. Deberían reflexionar sobre el fútbol, y descubrirían que es un deporte, donde todos los resultados pueden darse y que ganar (a cualquier costo) no los hace mejores.