Editorial
Todo Indica que los partidos tradicionales están en plena búsqueda de entendimientos, con la intención de lograr en las próximas elecciones nacionales y municipales algún cacho del poder constitucional.
Montevideo se ha vuelto la obsesión de las dirigencias, porque sospechan que en ese departamento existen posibilidades de desplazar al Frente Amplio del gobierno.
Saben, a la vez, que un frenteamplismo montevideano debilitado no solo les puede permitir llegar a la Intendencia, sino también favorecer a la coalición rosada en las próximas elecciones nacionales, en caso de haber segunda vuelta.
Todo indica que les será imposible establecer una única y global estrategia, porque los intereses interpartidarios predominan por encima de una visión de futuro.
El Partido Nacional es el que muestra mayores dificultades a la hora de establecer alianzas con los colorados en los 19 departamentos. Y esto es así porque los dirigentes nacionalistas, particularmente los más jóvenes, visualizan que se les abren espacios donde podrían construir en la primera línea sus candidaturas de primer orden.
Ni Lacalle Pou, ni Jorge Gandini, dos de los aspirantes a grandes responsabilidades en el país, están dispuestos a ceder lugares a dirigentes colorados, que por cierto tienen un caudal electoral mucho menor.
Todo indica que por encima de discursos “encuentristas”, tanto desde el bando colorado como del blanco, el ensayo no tendría posibilidades de concretarse en la totalidad del territorio nacional.
Pero si por esas cosas de la política hubiera un entendimiento entre las dos divisas tradicionales, no hay ningún análisis serio que permita afirmar que el FA pierda en lo nacional y en Montevideo.
Es que por encima de la pérdida de popularidad de Mujica y Olivera, no hay ningún indicador que pueda asegurar que ambos dirigentes vayan a terminar sus períodos de gobierno derrotados.
En Montevideo, como en departamentos clave como Canelones, Maldonado y Rocha, ya hay una cultura ciudadana progresista, generadora de costumbres y de ideología, así como comportamientos políticos.
Esto fortalece al Frente Amplio, por encima de las debilidades que muchas veces muestra a diario, en tanto que las derechas neoliberales no han logrado la modernización de su discurso y mucho menos la actualización programática.
Es cierto, también, que en política no hay perspectivas eternas, porque todos sabemos que las grandes catástrofes políticas no avisan. Pero con los datos de hoy, el FA va a conservar la conducción nacional, así como distintas intendencias.
Nos enorgullecíamos del 2º puesto en el ranking FIFA; sacábamos cartel con el 1º puesto en la Eliminatoria; aplaudíamos tras cada partido porque seguíamos invictos; viajamos a Londres con chapa de candidatos al Oro.
Parece increíble pero en apenas dos fechas al técnico Da Silva se le desarmó el equipo, y por diferentes circunstancias, solo cuatro jugadores se mantienen en sus puestos.
Los mejores exponentes del tenis de mesa nacional, Gonzalo y María Pía Lorenzotti viajarán becados por la Federación Internacional a Suecia durante seis meses en lo que representa un salto histórico, sin precedentes, para este deporte en nuestro país.
La visita de la ministra de Transporte venezolana Elsa Gutiérrez Graffe, será aprovechada por el gobierno uruguayo para explorar la posibilidad de que ese país participe de la subasta de aviones o colabore con la conformación de una nueva empresa aérea.
La senadora Lucía Topolansky (Frente Amplio) destacó el papel desarrollado por José Seoane y Nora Castro en el Codicen y estimó que el cambio de nombres contribuye a un cambio de modelo porque “los seres humanos, con las mismas herramientas pueden protagonizar hechos diferentes”.
El Frente Amplio (FA) concita la mayor adhesión, con un 36% de las preferencias si las elecciones fuesen en este momento, seguido por el 21% por el Partido Nacional, el 17% con el Partido Colorado, un 1% con el Partido Independiente, otros, en blanco y anulados 3% y no saben e indecisos, 22%.