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Editorial

El 11 setiembre, la doble tragedia

Editorial PUBLICADO el Martes 11 de septiembre, 2012
La República Digital

Hoy es un día especial para la sociedad civilizada, en tanto las mujeres y los hombres de paz no podemos olvidar los crímenes que se cometieron en defensa de determinados intereses económicos y culturales, poderosos y crueles por cierto.

El 11 de setiembre de 1973, el imperialismo y los sectores dominantes de Chile ahogaron en sangre al gobierno de izquierda y progresista encabezado por Salvador Allende.

Ese acto criminal fue la antesala de la ofensiva fascista en América Latina, que solo pudo ser detenida en la frontera sur de Venezuela, donde Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia entre otros países de América del Sur, sufrieron en su propia carne el crimen masivo contra los militantes del progreso, de la libertad, de la justicia social y de la paz.

Los imperialistas y la oligarquía financiera de la región no pueden presentar un solo ejemplo de dignidad y de construcción de una sociedad más democrática y más libre, durante el relato de aquellos hechos.

Todas sus acciones fueron para hacer retroceder a nuestras sociedades, porque el cambio en paz de Allende era un gran ejemplo de por dónde podía avanzar el pensamiento progresista y la construcción de una nueva realidad histórica, al servicio de los más humildes y desamparados.

Para los latinoamericanos, el Pentágono y las grandes corporaciones financieras hicieron retroceder décadas a nuestras sociedades, mientras las desangraban.

Su reconstrucción, por cierto, nos ha costado sangre, sudor y lágrimas, para que ya nadie crea en el neoliberalismo que entró a nuestros territorios a punta de pistola, donde la traición y la crueldad, emparentadas con lo bestial y lo inhumano, construyeron una década donde la ideología dominante, el comportamiento cultural regresivo, se adueñó de nuestros comportamientos, por lo menos los de la mayoría.

Por pura coincidencia hoy también se está recordando el crimen de las Torres Gemelas, la mayor tragedia física y mediática de muchos quienes hoy recorremos esta historia de la humanidad.

De la misma manera que recordamos con dolor el asesinato de Salvador Allende, aún tenemos en nuestras retinas aquellos aviones criminales que atentaron contra la población de Nueva York, simbolizada en aquellas torres.

Pero a pesar de que ponemos por encima de todo la vida y la paz, sabemos bien que algún día Estados Unidos tendrá que pedir perdón por el asesinato de Allende y quizás algún día sabremos quiénes fueron los auténticos asesinos de las Torres Gemelas.

El 11 de siembre nos ha quedado a todos, por siempre, grabado en nuestras almas. Bien podría ser que, algún día, hubiera un minuto de silencio en todo el mundo por las tragedias ocurridas.

Seguramente quienes escribimos esto no lo veremos, pero hoy en algún rincón de nuestra existencia recordaremos aquellos momentos trágicos, que será en el ómnibus, en la casa, en un boliche, en el trabajo, en el sindicato o en la fuerza política, en el momento de un rezo o en el simple mirar ateamente el horizonte cuando llega el amanecer.

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2 Comentarios

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  1. Lamentable el escribir poniendo en duda quiénes fueron los autores del peor atentado del siglo XXI. La autoría fue al Qaeda y la lista de los 19 terroristas islamistas, que han sido plenamente indentificados, en su mayoría ciudadanos de la Arabia Saudita, ha sido publicada en múltiples lugares. De paso, desde el punto de vista sociológico resulta interesante observar que los mismos en general poseían estudios y provenían de familias pudientes. La investigación que reveló los hechos fue la más grande de la historia e involucró unas 7 mil personas. En el lugar del ataque se encontraron restos de los aviones. El propio Bin Laden reconoció su responsabilidad en una cinta de video casera encontrada en Jalalabad, Afganistán. Operación Condor o Bahía de los Cochinos, nunca se produjo en la América Latina un atentado de estas dimensiones. Murieron casi 3000 personas y quedaron unos 6000 heridos y la destrucción del entorno del World Trade Center y un daño económico muy grande.

  2. Este editorial trasmite el metamensaje de que victimas realmente importantes son las latinoamericanas de los golpes de estado en este continente.
    Y que las víctimas de las Torres Gemelas son de importancia secundaria, porque acontecieron en los EEUU.
    Olvidando que en las mismas murieron infinidad de latinoamericanos emigrados a Norteamerica, entre ellos un ciclista uruguayo, el Pocho Domínguez.
    Las víctimas deben ser consideradas, vengan del lado que vengan.
    No se deben mezclar las cosas ni intentar opacar el 11-S trayendo a colación al golpe de estado en Chile.
    Los valores deben ser universales y no estar condicionados ideologicamente.
    El prejuicio ideologico puede llevar a exabruptos como el de Hebe de Bonafini que festejó el atentado diciendo que ” era un golpe en el corazón del Imperio “, o el de los palestinos que bailaban gozosos en los techos de sus viviendas tirando caramelos.
    No hay muertos de primera y muertos de segunda !!