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Isaac se debilita, pero se mantiene el estado de emergencia

Pese a notar que su peligrosidad es menor, el Centro Nacional de Huracanes sigue advirtiendo de fuertes lluvias e inundaciones en los estados de Luisiana y Mississippi. Más temprano, el presidente Barack Obama declaró estado de emergencia en ambas localidades, según lo informó un comunicado de la Casa Blanca.

La lluvia ha inundando varios barrios en una zona rural del estado de Louisiana y en el vecino Mississippi. Las autoridades tuvieron que responder con celeridad debido a que las aguas estaban subiendo rápidamente, incluso mientras Isaac serpenteaba lentamente hacia el norte el jueves con una trayectoria que apuntaba hacia Arkansas.

Así, las autoridades de Luisiana ordenaron este jueves la evacuación inmediata de los alrededores del río Tangipahoa, entre las ciudades de Kentwood y Robert, debido al posible desbordamiento de una represa en el estado de Misisipi, que resultó afectada por la tormenta tropical Isaac.

Unas 60.000 personas han recibido la orden de dejar sus hogares, según lo señaló el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal.

Por el momento, un helicóptero de la Guardia Nacional se encuentra atento a lo que ocurra zona. Según las autoridades, si llegara a desbordarse, harían falta 90 minutos para que el agua alcanzara la ciudad de Kentwood.

Se calcula que unas 500.000 personas en el estado de Luisiana están sin electricidad. Una persona murió y varias decenas tuvieron que ser rescatadas de barrios costeros cerca de Nueva Orleans.

Menor fuerza

Pese a las alertas, durante el último boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, se detalló que Isaac ha perdido fuerza en las últimas horas y se ha convertido en una tormenta tropical de vientos de 90 kilómetros por hora que se dirige al noroeste.

Según los datos brindados, se encuentra a 50 kilómetros al sur de Baton Rouge, capital de Louisiana, y a 95 kilómetros al oeste de Nueva Orleans, también en Louisiana, donde rige un toque de queda durante la noche.

La tormenta ha representado la primera gran prueba para las defensas contra inundaciones contruidas en la ciudad, después de la devastación causada por el huracán Katrina hace siete años.