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soberanía

Integración y Defensa

Julio A. Louis PUBLICADO el Jueves 30 de agosto, 2012
Julio A. Louis

Hemos insistido en la diferenciación del gobierno, del régimen (las instituciones electivas) y del Estado, que además del régimen posee las instituciones permanentes: Fuerzas Armadas y de Seguridad, Poder Judicial, Administración Pública, Banco Central, etc. Si faltara literatura de izquierda al respecto, mucho enseñan los Documentos de Santa Fe de Estados Unidos que fijan su política exterior.

Sostienen que en tanto las instituciones permanentes disponen de personal electo y formado al servicio de los intereses dominantes, es necesario anclar el poder efectivo en ellas (de resortes estables, difíciles de modificar), precaviéndose del despertar democrático y de gobernantes díscolos. Les importa mantener la influencia de los organismos de crédito (Banco Mundial, BID, FMI) y los del poder militar.

El Gral. James Hill, jefe del Comando Sur (2004) alerta al Congreso de su país que “estamos ante una nueva amenaza emergente en América Latina. Al lado del narcoterrorismo, de la guerrilla, etcétera aparece ahora el populismo radical […] en Haití con Aristide, en Bolivia […], en Venezuela; el consenso de Buenos Aires (Lula-Kirchner, 2003) igualmente es parte de este problema porque prioriza los intereses de los países pobres frente a las obligaciones económicas y democráticas. […] no hemos hecho lo suficiente para frenarlo […] y lo que tenemos que hacer es reforzar nuestros lazos tradicionalmente buenos con los militares latinoamericanos”.

Desde estas declaraciones Estados Unidos ha perdido influencia regional y han surgido bloques que defienden la soberanía nacional y la integración regional (ALBA, Unasur, Celac) al tiempo que se ha modificado el Mercosur. Sin embargo, contra los gobiernos progresistas o revolucionarios, el imperialismo opera en los reductos más estables, medios masivos de comunicación, entidades económico-financieras y refuerza “los lazos con los militares”, afianzados con las dictaduras de la Doctrina de la Seguridad Nacional.

El gobierno de Mujica y los de los vecinos -con marchas y contramarchas- avanzan en el proceso de integración. El de Brasil juega un rol de primer nivel. La integración tiene también que ser militar. El país vecino se dispone a aprobar el Primer Libro Blanco de Defensa Nacional, continuador de “Estrategia de Defensa Nacional” (2008), en que se advierte la necesidad de defender la Amazonia y los yacimientos petrolíferos en la plataforma marítima y se destaca la alianza con Argentina en la cooperación nuclear.

Del BRIC (Brasil, Rusia, India, China) Brasil es quien destina menor porcentaje del PBI a la defensa (1.5% y Amorin, ministro de Defensa, pretende duplicar esa cifra). Su antecesor el Gral. Jobim había resaltado la necesidad de crear el Consejo de Defensa Sudamericano para que la región sepa defender tres riquezas que serán esenciales: “la energía, por los pozos petroleros y las minas; los alimentos, por la capacidad productiva; y las reservas de agua potable que sólo aquí existen”.

Unasur ha aprobado el Consejo de Defensa Suramericano, el que obviamente no integran los tres países de América del Norte. Lo había propuesto Lula (2008) y funciona desde 2009. Aun poco articulado ha dado sus primeros pasos y se propone “construir una identidad suramericana en materia de defensa” y “fortalecer la cooperación regional”.

Sin embargo, hay criterios de defensa sustentados en los acuerdos incorporados a la OEA. El TIAR (1947) o Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y el Pacto de Bogotá o Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (1948), firmados en los tiempos de la Guerra Fría, bajo patrocinio de Estados Unidos, país que impulsa la integración panamericana, la que parafraseando a Monroe y su mensaje implica la “América para los (norte)americanos”. Pero del TIAR se han retirado México (2002) y también Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela (2012).

Punta del Este será sede en octubre de la X Conferencia de ministros de Defensa de las Américas. Para anclar el poder efectivo en las instituciones permanentes –en especial, en las Fuerzas Armadas- Uruguay ha recibido la segunda visita de Frank Mora (subsecretario Adjunto de Defensa de EEUU) quien se ha reunido con los ministros Almagro y Fernández Huidobro con el fin de continuar el diálogo estratégico bilateral sobre defensa y seguridad. La tesis del ministro de Defensa, que alega que para entrenar a las Fuerzas Armadas, tanto sirven el grupo Seal, los oficiales venezolanos sin caer “en las garras del chavismo” o las relaciones con China sin caer “en las garras del comunismo chino” (LA REPÚBLICA, 22/6) padece de extraña neutralidad.

En las relaciones político-militares hay que distinguir siempre al aliado (permanente o circunstancial), al enemigo y al neutral. El gobierno (presidente, ministros y parlamentarios defensores de la presencia de los Seals) tendrá que definir la estrategia político-militar: ¿será participar activamente del Consejo de Defensa Sudamericano para defender nuestras riquezas contra la agresión imperialista (antecedida por los sucesos de Honduras y de Paraguay) y cumplir los acuerdos programáticos del Frente Amplio o integrarnos para secundar los planes de “paz” estilo Afganistán, Irak, Libia o Siria?

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Un Comentario

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  1. Que gran pregunta plantea el articulo.
    Debido a lo delicado del tema es obvio que es dificil entender desde afuera lo que se hace, pero, conociendo a los interlocutores es donde la duda se afinca para mal.
    Si bien Gregory estuvo comprometido con el tapadito CODENA, su aprobación, sus funciones y sus actividades, aparte de la función que declarativamente pueda desempeñar, son toda una incognita.
    Puede ser un plan Condor tapado o una operación Walkiria en ciernes.
    La demostración de poder de Brasil en frontera fue una señal que solo los entendidos pueden descifrar. Los dichos de Kirschner sobre Malvinas, otra. Lo que promueve Chavez y su optimismo triunfalista con la compra de armamento y formación de fuerzas, las acciones de Morales frente a las multinacionales (el objetivo de defensa por el que se mueve la fuerza militar en el mundo), los discursos y acciones internacionales de Correa, son entre muchas mas, señales.
    Algo se está gestando, que no se repita el 18 brumario es el sueño.