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coherencia

Dos modelos de país

Gustavo Bernini PUBLICADO el Jueves 23 de agosto, 2012
Gustavo Bernini

Finalmente y luego de tres días de debate en la Cámara de Representantes, se aprobó la Rendición de Cuentas y fue remitida para su tratamiento en el Senado de la República.

Esta Rendición de Cuentas está alineada coherentemente con una política que comenzó con el primer gobierno del Frente Amplio y con el primer Presupuesto Quinquenal, así como con las distintas Rendiciones de Cuentas y el presupuesto de 2010.

Para nuestra fuerza política y para nuestro gobierno estas leyes presupuestales no son otra cosa que la expresión financiera de nuestro programa de gobierno, expresado en los compromisos electorales asumidos con la ciudadanía.

El concepto principal de sus contenidos implica la búsqueda del desarrollo económico y productivo del país y, simultánea y paralelamente, la distribución del ingreso en forma equitativa.

Con este concepto básico venimos trabajando desde el año 2005.

El gobierno, a partir de las políticas responsables y serias que ha venido desarrollando en forma ininterrumpida y a partir del análisis del escenario internacional, del comportamiento de las finanzas públicas y de las distintas variables de la macroeconomía, ha buscado optimizar los recursos para adjudicar a los distintos programas de gobierno que apunten, precisamente, al crecimiento y la mejora de la distribución de la riqueza en nuestro país.

Ese ha sido nuestro norte; ese ha sido nuestro objetivo. Y hay que decirlo: hemos sido coherentes con ese objetivo.

Del mismo modo también la oposición ha sido coherente, no ha acompañado con su voto esta Rendición de Cuentas, como no lo ha hecho en ninguno de los presupuestos y Rendiciones de Cuentas anteriores, salvo el Partido Independiente en el Presupuesto aprobado en 2010.

Sistemáticamente han planteado que no comparten la expansión de recursos, por el contrario, acudiendo coherentemente a sus argumentos históricos, plantean que es necesario reducir el gasto, ahorrar en los momentos económicos favorables, para enfrentar los tiempos donde la economía sea desfavorable.

Esa visión sobre el manejo de las finanzas del Estado, también es coherente con las políticas que aplicaron cuando fueron gobierno.

Recordemos los tiempos donde las Rendiciones de Cuentas contenían un solo artículo y gasto cero.

Las experiencias sistemáticas de intento de políticas contra-cíclicas como se denominan, en el pasado no han dado buenos resultados ni en el Uruguay ni en el mundo.

Cada vez que se hablaba de evitar gastar e invertir en función que en los buenos momentos había que guardar, en los malos terminó pagando la gente, la inmensa mayoría de nuestro pueblo, a través de ajustes fiscales y de recortes en recursos para las distintas áreas de carácter social de alto impacto, como la educación, la salud, los planes sociales, la vivienda, la seguridad, etcétera.

Ese modelo que hoy la oposición pretende reafirmar nuevamente, no anduvo bien en el país; fracasó.

Recordemos todas las crisis que vivimos, los ajustes fiscales, la caída del empleo y del salario real, la falta de inversión en infraestructuras, etc.

La expresión más dramática de ese fracaso fue sin dudas la crisis de 2002; las consecuencias sociales ocasionadas son un doloroso recuerdo para todos.

El Frente Amplio prometió cambiar y lo está haciendo.

Aun con un escenario internacional incierto, entendemos que estamos en condiciones no solo de mantener lo que venía pautado en el Presupuesto Quinquenal votado en el 2010 que para el año 2013 plantea un incremento del gasto de US$ 150:000.000, sino que estamos fortaleciendo las políticas y programas fundamentales de este gobierno que se ubican en el área social. De los $ 2.800:000.000 que estamos incrementando el presupuesto en esta Rendición de Cuentas, prácticamente $ 2.200:000.000 están destinados a ese fin, incluyendo los planes sociales, la educación, la salud y la seguridad.

Lo hacemos con el convencimiento de que el Uruguay ha tenido una política responsable y seria en materia macroeconómica.

Esto no lo decimos solo nosotros, así nos ven desde el exterior.

La gran paradoja es que insistentemente la oposición anuncia la catástrofe, el descalabro de las finanzas públicas, y sin embargo, día a día las inversiones siguen llegando y el Uruguay sigue siendo un enclave regional creíble, sostenible y responsable.

Los organismos especializados y las calificadoras de riesgo ya nos ubican en el grado inversor.

Entonces, si nos valoran así desde el exterior, si tenemos esa seriedad en el manejo de las políticas macroeconómicas, esa solidez a la hora de encarar una discusión en el Presupuesto y en la Rendición de Cuentas, tenemos más que justificativos y razones para aprobar esta Rendición de Cuentas y este incremento presupuestal, que no es otra cosa que coherencia con siete años consecutivos de llevar adelante estas políticas y contar con el mejor presupuesto de la historia y con una distribución de los recursos con un profundo contenido social.

Todavía nos queda mucho por hacer, hay demandas justificadas que no estamos en condiciones de atender, pero estamos en un proceso y vamos por buen camino.

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