editorial
Lentamente, el clásico discurso de la derecha acerca de cómo responder ante el incremento de la violencia juvenil parece hacer carne en toda la sociedad. La propuesta de rebajar la edad de imputabilidad ya no es tan mal vista incluso por parte de la izquierda; y la no eliminación de los antecedentes penales de los menores infractores aparece como una medida atendible. El gatillo fácil está dejando de ser una opción improponible, y la acción individual de responder a un delito disparando un arma de fuego y matando al delincuente (aunque sea por la espalda) empieza a estar amparada en una supuesta legítima defensa.
Como frecuentemente afirman los políticos blancos y colorados, parecería que la izquierda hubiera sido rehén hasta ahora de su discurso indulgente y contrario a las medidas represivas, para ir poco a poco asimilando el de la derecha.
Sería irresponsable negar la realidad, una realidad que muestra de manera inocultable ese aumento de conductas delictivas; pero la percepción que de esa realidad tiene la población -el ciudadano común- se distorsiona como consecuencia de la prédica de los medios de comunicación, que al brindar la información policial no vacilan en atribuir cada hecho de violencia delictiva a jóvenes que actúan, por lo general, bajo los efectos de alguna droga. Se trata de una visión errada ya que los datos de que se dispone muestran que la participación de menores en delitos contra la propiedad y contra la persona física se mantiene más o menos en el porcentaje habitual.
Pero el tratamiento del problema por parte de la prensa hace que el ciudadano medio asocie automáticamente en su inconsciente el delito con la juventud y con la droga. Es así que todo joven es en principio sospechoso, rechazado y temido por el almacenero, el kiosquero, el jubilado y en general por todos los estratos de una sociedad al borde de la paranoia. Estamos ante un proceso parecido a un círculo vicioso en el que se retroalimentan el temor de los ciudadanos, su clamor por más seguridad, el discurso de la derecha que se hace eco de ese sentimiento y los medios de comunicación que se ocupan de amplificar los hechos.
Desde luego que la situación a que se ha llegado exige respuestas de parte del gobierno y del sistema político en general. Es preciso atender y combatir la inseguridad que sienten los ciudadanos que se portan bien, pagan sus impuestos, trabajan, consumen y aspiran a vivir sin sobresaltos. También es cierto que algunos delincuentes -menores o no- exhiben un comportamiento particularmente violento y no vacilan en usar sus armas al menor intento de resistencia de sus víctimas. Ahora bien, en la medida que las respuestas apunten casi exclusivamente a aumentar el rigor punitivo de la ley penal, a rebajar la edad de imputabilidad, a tolerar la justicia por mano propia y en general a la represión de las conductas infractoras, corremos el riesgo de terminar aplicando el rifle sanitario contra los jóvenes en conflicto con la ley como se hizo contra el ganado con aftosa.
Matías Cabrera deja Nacional luego de haber vivido momentos de mucha incertidumbre por su futuro, como en el período de pases anterior, y también de mucha alegría por los torneos obtenidos.
Todo parecía indicar que la competencia iba a tener una apretada definición entre Gabriel Beltrán y Martín Cánepa. Pero problemas mecánicos dejaron al piloto de Pando fuera de la ruta cuando solo quedaban seis kilómetros por disputar.
El “tren de los sueños” arranca y el noveno pasajero se trepa en estas horas. Carlos Grossmüller llega desde Europa y estampa su firma, aunque no se cierra la lista de pasajeros porque aún hay lugar para alguno más….
El contrabandista pedía 200 dólares, pero Jewan consiguió rebajar la tarifa a la mitad. Igual era una cantidad considerable para este joven kurdo de 26 años, pero él no veía el momento de cruzar la frontera de Iraq a Siria y ver a su familia por primera vez en tres años.
Autoridades de Jordania se quejaron ante el gobierno sirio por los proyectiles disparados por este país desde la frontera y que afectaron una pequeña aldea jordana. Siria aún no se pronunció al respecto.
Según los últimos relevamientos de la organización Save de Children, hay más de un millón 800 mil jóvenes y niños en precaria situación tras las devastadoras inundaciones que azotaron la región norte de Filipinas.
El presidente sudafricano decretó una semana de duelo nacional tras la muerte de 44 personas en disturbios desatados fuera de la mina de platino de la empresa Lonmin. El mandatario expresó que "la nación está conmocionada y apenada". La compañía por su parte, exhortó a los empleados a presentarse a trabajar este lunes, sino serán despedidos.
El activista político y fundador de WikiLeaks dio declaraciones este domingo desde la embajada de Ecuador en Londres. Pidió al presidente Barack Obama que finalice la persecusión contra su sitio y libere al soldado norteamericano Bradley Manning, acusado de colaborar con él; y además denunció que la policía británica intentó entrar a la embajada.
sourin
19 agosto, 2012
9:12
La opinión que da este editorial sobre los jóvenes y la delincuencia es la misma visión que parecen tener algunos miembros del gobierno, algunos legisladores (y legisladoras), y medios de prensa en relación con los varones y la violencia doméstica: se está pasando un mensaje subliminal de que todos los varones son violentos. ¿No les parece?